Alas Cortadas

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-Hace rato... pense, cuando me marchaba, que vendrias a buscarme, no sabia para que pero me lo imaginaba...

No necesitó seguir su rastro para encontrarla, se lo habia imaginado apenas seguirla durante dos cuadras.

Recordaba que cuando Merle y el la habian llevado a visitar a sus padres se habian detenido a mitad de camino porque ella queria cortar flores del jardin de un pequeño hospital para llevarselas a su padre. Merle habia tratado de obligarla a comprarlas para no perder el tiempo pero ella se habia negado rotundamente y finalmente, despues de recibir una bofetada, habia conseguido lo que queria.

Allí, de pie frente al hospital ya no crecian flores, la naturaleza estaba muerta, al igual que todos los cadaveres en fila, y cubiertos todos de sabanas, que descanzaban en el pavimento con nubes negras de moscas que flotaban sobre ellos.

El aroma era tan malo que el hombre tuvo que llevarse el antebrazo al rostro para cubrir un poco el mal aroma. Jayden apenas parecia reaccionar a este, como si nisiquiera se diera cuenta de lo mal que olia.

-Aqui solian crecer los mas bonitos narcisos ¿Recuerdas Daryl?-su voz sonaba tan dulce que el hombre trato de encontrar dentro de sus recuerdos un momento en el que la hubiera escuchado hablando asi. No encontro nada. -En realidad no espero que lo recuerdes- la voz de Jayden volvio a la normalidad mientras se giraba para quedar frente a frente con el cazador, una sonrisa estaba adueñandose de su rostro -Soy tan poco importante que corriste a contarles a todos que me sali de camino- entonces, y antes de que el hombre siquiera lo previera la chica estaba saltando sobre el.

Ambos cayeron al suelo en una extraña revoltura de puñetazos y patadas, golpes dados al aire y a Daryl, que con las ideas completamente revueltas, trataba de apartarse de los feroces ataques de la chica aunque tampoco ponia especial ganas a ello. Ella tenia razon.

La queria tan cerca como la queria lejos...

Nisiquiera comprendia las razones que lo habian impulsado a ello.

-¡Eres un completo hijo de puta!- grito ella mientras se sentaba a horcajadas sobre el y depositaba un ultimo golpe, una bofetada que hizo al hombre girar la cabeza con la mejilla ardiendo. -En serio te odio...- murmuro ella pero el reclamo habia perdido fuerza, ya no se sentia real -Te odio muchisimo- cuando volvio a verla noto que seguia sonriendo.

-Eres solo una niña- Jayden rio y el cazador sonrio.

Probablemente ese era un momento en el que no debian siquiera pensar en reir pero no podian con ello. Lo unico que ambos querian hacer era reir.

Finalmente cuando se detuvieron Jayden lo miro fijo un segundo y aparto la mirada al siguiente a sabiendas de lo que despues sucederia. Las ideas de Daryl no eran muy distintas.

-Cuida a Emma- murmuro Jay -Yo era quien debia estar alli para cuidarla pero justo ahora... no puedo. Supongo que es lo justo...

-Jayden...

-Tal vez si un dia nos volvemos a encontrar ella puede venir conmigo y asi las deudas quedaran...

-Callate ya. Maldita sea- y como pudo el cazador se sento, obligando a Jayden a dejar caer su cadera sobre la pelvis del hombre que trato de todas las maneras posibles apartar los pensamientos de ese hecho. No queria ser simplemente un hombre. No en ese momento. -Vendras con nosotros- afirmo el pero Jayden volvio a reir como si la frase le provocara muchisima risa.

-No, Dixon- nego -Esto es lo que los dos habiamos querido desde el principio- suspiro ella mientras dejaba caer la cabeza en el hombro de Daryl y respiraba profundamente su aroma a hombre, mandando un choque electrico por la columna del cazador que tuvo que inhalar lentamente y exhalar igual de lento tratando de relajarse. -La verdad es que despues de haberte probado ya no queria dejarte ir pero sera lo mas sencillo para los dos. Las cosas se estaban saliendo de nuestras manos.

-¿Nuestras?- Gruño Daryl -Tu eres quien se la ha pasado haciendo una tormenta en un vaso de agua, lo hiciste desde que llegamos a la comunidad- No sabia exactamente porque lo hacia, porque estaba diciendo esas cosas, pero estaba tan furioso que no podia evitarlo. Sabia que estaba abriendo el camino a que se mencionaran temas que a ambos los molestaban pero no podia contra las ganas de hacerlo.

Lo peor de todo era darse cuenta de que no comprendia las razones de su furia.

-¿Tormenta en un vaso de agua, Dixon?- cuestiono ella riendo, la risa sonaba vacia y triste. Era una de esas risas solitarias que emergen justo antes del llanto, del dolor. -Fui violada cada noche- Las palabras cayeron sobre los hombros del hombre como si de una tonelada se tratara. Queria gritar pero no podia totalmente presa de la desesperacion. Lo unico hizo fue rodear la cintura de la joven con un brazo y atraerla aun mas fuerte hacia el, a sabiendas de que nada de lo que dijera la haria sentir mejor. -A veces hasta que no podia nisiquiera mantenerme en pie...- Queria paralo. No queria oir nada de eso. -Pero siempre que ellos terminaban yo tomaba mi ropa, me vestia y como podia iba hacia ti- Daryl jamas sintio su corazon latir a tanta velocidad como en ese momento -Eres un hombre frio y a veces incluso malo...- solto otra risa cansada, como si algo le causara mucha gracia -Pero yo corria hacia ti porque para mi representabas el hogar... una luz brillante y calida que me llenaba de esperanza. El tuyo era el unico rostro que deseaba ver y tus palabras eran las unicas que deseaba escuchar- entonces el hombre sintio las manos de Jayden ingresar por debajo de la tela de su chaleco y comenzar a tantear suavemente su espalda. Acariciaba las cicatricez -Te cortaron las alas Daryl pero para mi sigues siendo un angel.

Entonces las manos de la joven se apartaron y cayeron a sus lados, cansadas. Su rostro aun estaba escondido en el cuello del hombre pero ya todo estaba dicho asi que las razones para la cercania se habian acabado. Ella lo sabia. El lo sabia.

Apenas rompieran ese simple contacto y ya no habria nada que los uniera.

Se quedaron en silencio un par de minutos, simplemente disfrutando de los ultimos minutos de contacto, hasta que Jayden se irguio y sonrio animadamente.

-¡Mira eso, Dixon!- cuando giro el rostro para mirar en la direccion en la que ella señalaba no pudo evitar tambien sonreir.

Un narciso, blanco con amarillo, se alzaba de entre dos cadaveres de manera sorprendente. Incluso parecia brillar.

-Estoy segura que algun dia, los que sean lo suficientemente fuertes para sobrevivir, volveremos a ver los campos llenos de flores, volveremos a escuchar el canto de los pajaros y volveremos a sonreir al ver el inicio de un nuevo dia llenos de esperanzas.

-¿Que vas a hacer ahora?- pregunto el cazador llamando nuevamente la atencion de la chica que lo miro divertida un segundo antes de negar con la cabeza.

-Supongo que esa es la unica parte divertida de terminar un ciclo de tu vida, el no saber lo que viene despues- Se inclino, rozo sus labios con los del cazador, en un beso lento y tan suave como un suspiro, y se aparto -Extrañare esto- sonrio maliciosamente mientras movia las caderas, rozandolas juguetonamente con la pelvis del hombre que no pudo evitar gruñir haciendola reir -A veces eres un tipo inocente y eso es muy gracioso.

Y tan rapido como solo ella podia, se puso de pie de un salto y salio corriendo alejandose del cazador, perdiendose de vista en un callejon.

Jayden por fin lo habia conseguido.

Volaba nuevamente como un alma libre y solitaria. Como siempre habia sido.

Se habia escapado de entre los dedos del cazador como agua.

No la recuperaria.

Se habia ido para no volver.

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- The force of Thunder - Daryl  Dixon (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora