Sentimientos

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Cuando la mano del cazador se aferro a la barbilla de la joven, Jayden pudo estar segura de una cosa que, aunque debía de haberla hecho avergonzarse de si misma por ser tan estupida, la hizo sentir feliz. Daryl estaba feliz de verla sin importar la circunstancia en la que se encontraban, lo veía en sus ojos y en su expresión.

No solo Jayden había descubierto ese hecho importante, si no que también lo había hecho el hombre que por un corto momento se había odiado a si mismo por ser tan marica, por necesitar de pronto tan fervientemente la presencia de una chica que en general no representaba nada bueno para el.

Tener a Jayden cerca, aunque detestara admitirlo, lo hacia sentirse mas cómodo consigo mismo.

-¿Que me impide clavarte una flecha en el ojo ahora mismo?- gruño el cazador mientras inclinaba el rostro sobre el de la chica que sonrío de lado mientras aferraba con sus manos la camisa de Daryl que casi sintió el tacto directo contra su piel. Casi era completamente capaz de sentir el tacto calido de las pequeñas manos que parecían de pronto inofensivas para el. -¿Que me impide terminar con esto aquí y ahora?

-Nada. En este instante estoy en tus manos y mi futuro te pertenece- la voz suave y los ojos brillantes casi hicieron perder el control al cazador que, presa del pánico que le daba imaginarse a si mismo cediendo ante el deseo que lo corrompía, se aparto de golpe como si el tacto le quemara. -Y a pesar que estoy a tu merced jamás me harás nada.

-Hmp- gruño el hombre mientras trataba de aclarar sus ideas -¿Sabes a donde se los llevan?- cuestiono el mientras desviaba la mirada hacia la camioneta donde Carl se movía a toda velocidad organizando las provisiones al tiempo que Judith dormía placidamente en el asiento del copiloto, completamente ajena a todo.

-Seguramente se los llevan a la zona de seguridad que se encuentra en uno de los edificios grandes del centro- respondió ella al tiempo que soltaba un suave suspiro y acariciaba con cierta y extraña lentitud su cuello bajo la atenta mirada del cazador -Allí me tuvieron al inicio de mi estadía con la comunidad, ahí llevan a todos los nuevos.

-¿Los nuevos?

-Viste como funcionaba la comunidad ¿No?- murmuro ella mientras se rascaba con cierta incomodidad la parte trasera del cuello y miraba hacia el cielo pensando seriamente algo -Necesitaban control absoluto sobre la gente para mantenerse los miembros originales a la cabeza ¿Como crees que lo lograban? Elegían bien a la gente, elegían gente boba y fácil de controlar, elegían a los de personalidades mas pasivas para que los miembros originales siempre mantuvieran el liderazgo... eso me deja saber que no querrán conservar a ninguno.

-¿Solo a Emma?- cuestiono Daryl mientras sin poder evitarlo atrapaba una gota de sudor que corría por la espalda de la joven que tembló visiblemente ante el ligero toque, dirigiendo hacia el hombre de profunda mirada sus ojos –Si vamos por ellos, solo a ti.

-No tienes que preocuparte por mi Dixon- negó ella con la cabeza mientras se pasaba una mano por la cabellera que empezaba a notarse sucia y soltaba un suave suspiro –No importa cuantas veces me obliguen a permanecer con ellos volveré a escapar- entonces soltó una risotada y dio un paso atrás chocando su espalda con la pared –Nunca nadie podrá mantenerme atada.

-Probablemente no haya una próxima vez... Si te encuentra no volverá a permitir que algo así suceda. Te atrapara y te encerrara, no importa cuando lo intentes el te conservara para siempre- Algo dentro de su cabeza había comenzado a funcionar diferente desde el instante en el que la chica había dicho aquello del niño maltratado y la prostituta. De pronto el fondo de su conciencia era capaz de comprender la razón por la que ella era tan importante para el.

- The force of Thunder - Daryl  Dixon (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora