La ironía de la vida

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Lo irónico de la situación, mientras corrían a toda velocidad tropezando y siendo golpeados por la maleza que crecía sin detenerse a su alrededor, era definitivamente que justo la razón por la que corrían era la que los había preparado para hacerlo.

La garganta del cazador ardía como el infierno mientras forzaba a sus piernas a seguir andando, mientras se esforzaba en convencerse a si mismo de que las estúpidas mochilas eran útiles y que no podían dejarlas.

Si hubiera ido sólo se habría arriesgado a dejarlas y habría corrido mucho mas rápido, sin embargo la chica que corría a su lado tropezando de vez en cuando y jadeando de manera agitada le recordaba que no podía hacer algo como aquello.

Jayden no podría sobrevivir sin todas esas cosas.

Si tan solo él hubiese sido el mismo que era cuando la habia conocido las cosas habrían sido más sencillas. La habria dejado atrás por ser debil y se habria marchado por su cuenta asegurando la supervivencia, pero ya no se sentia capaz de hacer eso. Algo dentro de su cuerpo lo hacía saber que ya no podía ni  queria estar solo.

Los pasos de los caminantes cada vez sonaban más lejos cuando entre la maleza frente a el Daryl diviso algo similar a una reja.

-Di-Dixon...- jadeo la chica a su lado mientras señalaba con el dedo hacia aquel lugar y Daryl asintió con la cabeza mientras apresurada el paso. Necesitaban de manera urgente un lugar para descansar y recuperar energías.

Apenas llegaron a la reja y Daryl supo de donde estaban.

"Hospital Psiquiátrico Mary Ann"

Había sido cerrado años atras por irregularidades en el servicio así que ahora ninguno de los dos parecía realmente preocupado por que el lugar estuviese lleno de locos. Habían otras cuantas cosas mas preocupantes que esas. Como la cantidad de caminantes que iban detras de ellos completamente hambrientos.

Ambos corrieron hacia la reja y con el impulso saltaron para terminar colgados de esta que media apenas 3 metros para trepar y caer del otro lado, Daryl casi con gracia y Jayden de manera torpe y ruidosa.

El edificio parecía olvidado por dios y por los humanos. Incluso parecía olvidado por los caminantes.

-Vamos- murmuró Daryl mientras preparaba la Ballesta para atacar a quien fuera y a lo que fuera que se les pusiera enfrente y anduvieron con cuidado por todo el jardín dándose cuenta de que definitivamente aquello estaba completamente abandonado.

-Por aquí no ha pasado un alma hace mucho, mucho tiempo- murmuró ella mientras sacaba de su mochila una botella de agua y daba un trago contenido para seguido pasarla al cazador que también tomó un pequeño sorbo. Lo menos inteligente que podían hacer ahora era saciar su sed.

-Las hojas secas están todas casi completas- razonó Daryl haciendo que la chica asintiera vehemente con la cabeza mientras se inclinaba en el suelo y limpiaba con la enorme y crecida hierba su machete lleno de sangre y de algunos extraños tejidos.

-¿No deberiamos revisar el edificio?- pregunto entonces la chica mientras se sacaba la sudadera y Daryl la miro sintiendo algo extraño subiendo por su cuerpo. Jayden llevaba debajo de la sudadera únicamente un top beige casi del mismo tono de su palida piel pareciendo incluso una extension mas de esta y dejando al cazador ver una figura llena de impresionantes curvas, podía verse sobre este el sudor de la apresurada carrera que ahora también corría por el plano abdomen de la chica que terminaba donde empezaba su enorme pantalon militar que ahora parecía hecho para su fino cuerpo dándole una imagen más fuerte, cosa que resaltaba más ahora que mantenía su cabello atado en una coleta sobre la cabeza y mordia su labio inferior mientras Daryl observaba una gota de sudor que caía lentamente por su cuello para terminar en el inicio del escote del top.

- The force of Thunder - Daryl  Dixon (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora