Estar contigo

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POV Valentina

Ver a Luiza superar poco a poco sus miedos me llega directamente hasta el alma para que voy a mentir. Estoy enamorada de ella. Lo único que deseo es hacerla feliz. Yo sé que comenzamos de la peor manera, que tengo que derribar muchos muros pero no me voy a rendir. Presiento que Luiza también puede sentir lo mismo pero no se da cuenta. Valoro mucho su gesto porque es la primera vez que hace algo romántico. Además cuando fijo la mirada atentamente en su rostro puedo notar toda la verdad que desprende. Es tan hermosa que me cuesta concentrarme. No me gusta verla llorar y seco sus lágrimas con mis manos. El contacto con su piel me desordena por dentro y me gusta. Beso su mejilla con sabor a sal y pego mi frente a la suya. Tengo muchas ganas de decirle que la quiero pero me contengo. Solo la abrazo para demostrarle que estaré aquí siempre que me lo permita y que ella no necesita ser una mejor versión porque es increíble aún con sus miedos y dudas.

-Estar contigo es lo más bonito que me ha pasado- confieso cuando nos apartamos del abrazo y se queda embobada mirándome.

-Me encantas, tú voz, tu piel, esa mirada penetrante, tú sonrisa. Perdóname por ser tan tonta, yo no sé cómo actuar la mayoría del tiempo- explica Luiza mientras me besa por todos lados.

-Ey deja ya de disculparte. Está todo bien. Solo eres un poquito celosa- bromeo para quitarle peso al asunto.

-No fui yo la que montó un espectáculo cuando me vio bailando con otro- se burla Luiza recordando lo de ayer.

-Ese chico te estaba devorando y toqueteando en mi cara- protesto.

-Es gay Valentina- argumenta Luiza.

-Lo sé, debe pensar que estoy loca y que soy una posesiva-reconozco que perdí el norte.

-¿Y Natalie?- pregunta Luiza cabizbaja.

-Ella solo necesitaba un poco de apoyo. Juro que no tengo ojos para nadie más- aseguro derretida por la mujer que tengo en frente.

-Más te vale, porque eres solo mía- jura la Luiza más autoritaria abrazando mi cintura.

-¿Soy tuya?- pregunto sin poderme creer todo lo que sale de su boca.

-Quiero decir eres tuya, pero también mía. Se entiende. No significa que soy tú dueña, más no te quiero compartir con nadie. Muero si alguien más logra que tu mirada se ilumine, pero no te voy a cortar las alas en ningún momento- comienza a hablar toda nerviosa y muero de amor una vez más.

-Shh te entiendo perfectamente porque yo me siento igual. Te quiero toda para mi- susurro en su oído erizando toda su piel.

-¿Crees que deberíamos decirle a todo el mundo?- pregunta Luiza aún titubeante.

-Esperaré a que estés lista, no hay prisa- la tranquilizo porque sé que es un paso definitivo. Tenemos el mismo grupo de amigos y aún falta que mis padres la conozcan.

-Mi familia te adora- declara Luiza con orgullo.

-Es normal, soy tan encantadora- respondo haciéndole ojitos.

-¿Por que eres tan adorable y a la vez tan peligrosa?- pregunta Luiza besando mi frente.

-Porque eres mi tentación- aseguro suspirando cerca de su cuello.

Ya casi se terminan las vacaciones y quiero disfrutar el poco tiempo que tenemos libres. Luiza últimamente no para de darme muestras de cariño. Salimos todas las tardes. Me acompaña en cada atardecer mientras intento capturar la foto perfecta de ella cuando aparece la luna. Nadie lo sabe pero no lo necesito. Me basta con tenerla al completo. Ella ya no logra cohibirse, me besa todo el rato. Cuando peleamos inevitablemente nos encendemos más. Sigo frecuentando su casa porque me he vuelto amiga de sus padres. Tenía mucho recelo por pareceres entrometida pero Luiza se emociona cuando llego y a Sara le gusta aprender a tomar fotos con mi cámara.

-¿Y esa sonrisa?- pregunta Sonia mientras termino de arreglar las plantas y espero que la chica de mis sueños baje de una vez porque necesito verla aunque sólo hemos pasado tres horas separadas. Deseo mucho más. No me puedo resistir.

-Estoy feliz- acepto sin ocultar mi emoción.

-Por causa de Luiza - investiga Sonia despertando mi nerviosismo.

-Nada que ver. ¿Por que todo el mundo me relaciona con ella?- me quejo sin borrar la alegría de mi cara.

-Quizás porque están todo el día tonteando y sigues insistiendo con arreglar el jardín aún cuando podrías estar disfrutando del verano en otra parte. Augusto puede tragarse el cuento pero yo no- asegura y no sé si está enfadada.

-Sonia yo, la respeto mucho tanto a usted como a su marido. No le voy a negar que gusto mucho de su hija. No se imagina. Desde que la vi no puedo hacer otra cosa que imaginarme un futuro a su lado. Más no se preocupe porque no somos nada- hablo pero me falta el aire. No sabía que era tan obvia.

-Tranquila Valentina, se que mi hija puede resultar difícil de conquistar pero no te des por vencida- apoya Sonia guiñándome un ojo cuando Luiza llega hasta donde estamos.

-No te hagas ilusiones que solo voy contigo porque necesito estudiar- disimula Luiza ante su madre y no puedo evitar la sonrisa. Es imposible disfrazar lo que me pasa.

-Cuídense, estudien mucho y Valentina no olvides lo que te dije- se aleja Sonia para dejarnos solas al final.

-¿A que se refiere?- pregunta Luiza muy curiosa por saber que tanto hablábamos.

-Algún día lo sabrás. Vamos- le ofrezco mi mano y ella acepta con gusto.

La llevo a un teatro abandonado que descubrí gracias a un caso que llevaba mi madre en el bufete. Lo preparé para su primera presentación. Quiero que se vea encima de un escenario porque estoy segura que puede hacerlo. Luiza baila tan bien, tiene un talento natural que cautiva y enamora. Desde la primera vez que la vi danzar aún lo sueño a cada rato y se repite en mi cabeza cada movimiento como la mejor sintonía.

-¿En serio?- pregunta Luiza mientras enciendo unas luces improvisadas y le doy play al speaker con la música latina que a ella le gusta.

-Un día voy a estar en primera fila mirándote con el teatro lleno de gente. No importa lo que pase ni lo que seamos en ese momento. Yo voy a estar- afirmo encandilada por la imagen perfecta en frente de mis ojos. Cómo puede ser tan preciosa.

Baila al ritmo de la música sin apartar nunca los ojos de mi. A estas alturas no sé ni cómo me llamo solo que mi corazón late constantemente por ella. Baja las escaleras y viene por mi. Estoy temblando en la anticipación. Toma mi cintura y se mueve placenteramente. Besa mi nariz y suspiro agarrándole el trasero al ritmo de un fuerte gemido. Muerde mi labio sin hacerme mucho daño pero causándome cenizas por dentro. Gira y ahora soy ya la que la sostengo por la cintura. Estamos improvisando pero es tan bonito saber de nuestra química. Le subo el vestido para que mis dedos viajen por su piel. Las luces se apagan y brincamos del susto. Ríe encima de mi boca y me toca callarla con un beso. Salimos del teatro pero continuamos besándonos, ella encima de mi motocicleta. Yo feliz entre sus piernas.

-Tus labios son tan deliciosos. Me encantan- susurra Luiza recuperando el aire que le voy robando.

-Quien diría eh, de no gustarte mi "Sky" a disfrutar de muchas secciones de besos encima de ella- presumo toda victoriosa.

-Sigue sin gustarme, pero reconozco que puede ser muy cómoda para meterte mano- juega Luiza abrazándome más.

-¿Quieres regresar caminando?- la amenazo fingiendo estar ofendida.

-Quiero que te calles y me sigas besando- ordena Luiza atacando mi boca.

-Bandida- beso su cuello y juego debajo de su blusa.

-¿Están tus padres?- pregunta Luiza desesperada.

-No....

Aquel verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora