POV Valentina
Las cosas con Manu simplemente no funcionan y no lo harán nunca. Soy muy sincera con ella. Me pidió una oportunidad de quedarse y luchar un poco más al menos por estos días. Sin embargo, no lo puedo soportar. Necesito hablar con Luiza, confesarle cuanto la amo. Veo a Giovanna cerca de ella, haciéndola reír y me vuelvo loca. Quiero ser yo la que esté a su lado, se que podemos hacerlo bien esta vez. Comenzar desde cero, ya más seguras y sin esconderlo de nadie. Me sienta mal por Manu porque valoro su visita y todo lo que me ayudó cuando estuve fuera. Debo al menos hacerle compañía y por eso me contengo de no hacer nada que pueda molestarla.
Más Luiza está tan linda esta noche. Baila tan alegre con sus amigas. Ella me cautiva de todas las maneras posibles. Es tan difícil que lo pueda disfrazar. Mi deseo es ir hasta el salón y atrapar sus labios en el beso más tierno del mundo. Mientras que Manu hace de todo por llamar mi atención y no consigo estar un minuto sola. Veo que la noche pasa y no tengo la oportunidad de estar un segundo con la chica de mis sueños. Odio que Giovanna pretenda no saber bailar para que Luiza la enseñe y quiero pegarle un puñetazo en la cara de verdad por seguir insistiendo.
-Me duele un poco la cabeza. Podemos irnos ya- se queja Manu tomándome del brazo.
-Casi que mejor llamo un taxi y vuelves al hotel. No voy a poder quedarme contigo hoy- le informo sin perderme de reojo la escena de aquellas dos bailando.
-¿Es en serio Valentina?- pregunta ofendida cruzada de brazos. Lo que me faltaba un numerito a estas alturas.
-Mañana tengo que levantarme temprano para ir a la universidad- pongo cualquier excusa.
-No puedo creer que la elijas a ella- reprocha Manu mirándome directamente.
-No se trata de eso- protesto. Odio hacerle daño a una persona.
-Me vas a negar que te mueres por esa niña del montón que no está a tú altura y que no te merece en absoluto. - asegura Manu levantando un poco la voz.
-Ey no vayas por ahí. Nunca lo negué. Estoy enamorada- no puedo creer que hable así de ella ni la conoce.
-¿Y vas a permitir que se ría de ti?- insiste Manu evidentemente enfadada.
-Mira Manu de verdad no te quiero lastimar pero no sabes nada. Luiza es una mujer increíble y será mejor que lo dejemos por aquí- intento frenarla. No es sano.
-Se que no te quiere. Al menos no como yo te quiero. Te vas a arrepentir mucho de esta decisión. Pero yo te esperaré- insinúa Manu antes de marcharse.
Igor pendiente de la escena se me acerca para que no me preocupe ya que él la llevará al hotel. Somos los tres buenos amigos de la infancia. Eso me deja más aliviada. No consigo pensar con claridad. Por un lado quiero estar libre para dar un paso más con Luiza y por el otro deseo que Manu al menos pase unos días increíbles en su visita y quedar como amigas. Sin nada sentimental de por medio y sin drama. Eso quiero proponerle mañana cuando la lleve a visitar el museo de arte moderno que le encanta.
-Necesitas ayuda- asusto a Luiza mientras intenta encender la luz del baño.
-¿Por que mejor no te largas Valentina?- se queja refunfuñando. Amo tanto cuando se molesta.
-Estás un poco grosera últimamente- sonrío ante su afán de alejarse de mi.
-Soy grosera, del montón, insignificante y no te convengo. Acaso no fue eso lo que gritó tú novia- responde Luiza suspirando cuando por fin enciendo la luz y puede verme. Parece que ya le fueron con el chisme.
-Eres tan hermosa Lu- suspiro acercándome. Lleva toda la noche provocándome y no puedo pensar. La necesito tanto.
-No juegues conmigo Valentina- advierte Luiza alejándose nuevamente.
-Cuál es el problema. ¿Acaso no jugaste tú primero conmigo?- pregunto perdiendo completamente el norte. Un poco dolida por su rechazo y confundida. Quizás por lo que dijo Manu antes.
-¿Es en serio? Por que no te vas a la mierda. Cuántas veces más tengo que decirte que te quiero para que me creas. Que eres la primera y única mujer que me hace sentir así. Que desde que te conozco mi vida no hace más que rondar en torno a ti. Que la cagué si, fui una idiota pero eso no quiere decir que no lo haya sentido. Aún lo siento, cada maldito día. Y tengo que soportar que llegues a la facultad en brazos de otra después de pasarte toda la noche en su cama. Que la traigas a mi fiesta y se la presentes a nuestros amigos. Y encima me tratas como si fuese una cualquiera que te utilizó. Tuve un momento de debilidad Valentina, un maldito momento. Donde todo se volvió negro y no fui capaz de decirte que amor es lo me que sobra, que eres todo para mi. Por favor deja de tratarme así- confiesa Luiza rompiendo a llorar como una niña sin consuelo. Quiero abrazarla pero sale corriendo huyendo de mi.
Será que nada me va a salir bien esta noche. Soy una inútil. Salgo a buscarla por todas partes y no logro encontrarla. Pareciera que se ha esfumado, no aparece por toda la casa. Carol me pega un codazo y me deja saber que está en el patio. Entiendo perfectamente el mensaje mientras me quejo del dolor. Tengo que decidirme de una vez por todas. Ya basta de sufrir. La encuentro mirando las estrellas, ya más calmada.
-Hagamos un trato- interrumpo sus pensamientos y apenas escucha mi voz se estremece.
-Que trato Valentina- pregunta Luiza con sus ojos aún rojos del llanto de antes.
-No dejemos pasar una noche más- propongo llena de esperanza.
-Eso depende de ti. No soy yo la que tiene otra relación- recuerda Luiza con un rastro de dolor en la mirada.
-No pasó nada. Me quedé con ella pero no pasó nada- explico tomando su mano.
-¿Por qué? Ella es perfecta para ti y seguro que tendrían un futuro ideal- quiere seguir hablando pero la interrumpo colocando mis dedos sobre su boca.
-Está claro ¿no?. Sigo perdidamente enamorada de aquella chica guerrera, militante, que me cegó en un instante y me enseñó a dejarme llevar y a sentir con la fuerza de un huracán. Estoy loca por ti Luiza Campos- declaro para que me escuchen hasta en los otros siete planetas.
-Entonces seamos novias Valentina. Quiero ser completamente tuya y que tú seas mía. Vivir toda esta pasión hasta que me consuma por dentro. Caminar de tú mano, besarte en cada esquina. Te quiero, todos los días un poquito más- asegura Luiza abrazándome emocionada.
-¿Solo un poquito?- me quejo haciéndome la ofendida. Ni en momentos así dejamos de molestarnos la una a la otra.
-Bésame y será muchísimo más- propone Luiza.
Me acerco a sus labios lentamente, quiero disfrutar el momento. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez. Solo su aliento golpeando tiernamente contra el mío como la ola mas loca y rebelde es motivo de sobra para emocionarme. Susurra un te quiero sobre mi boca que termina por romperme. Atrapo la suya sedienta. El beso sube tan rápido de temperatura que cuando me quiero dar cuenta su lengua y la mía se encuentran en un camino de ida y vuelta. Completamente agitadas. Tanta intensidad me abruma pero es sumamente delicioso. Me encanta cuando juega con mi labio inferior y lo muerde. Me atrapa en el medio de una sonrisa. Es tan dulce, soy adicta no lo niego. Podría besarla y morir a gusto en su boca. Es un sentimiento sin explicación. Cuando abro los ojos y veo una lagrima corriendo por los suyos la limpio con mis labios antes de volver a fundirnos en otro beso. Esta vez la atrapo del cuello con más autoridad. Me hierve el pecho de tanta magia, tanto amor. Ojalá que no se termine nunca.
Nota: Volví a mitad de semana porque ya quería reconciliación. Espero que lo disfruten. Valentina casi que manda al carajo todo pero supo remontar. Ahora falta ver que sigan luchando juntas contra todos.