Sintiéndonos

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POV Luiza

No deja de ser increíble como mi corazón y todo mi cuerpo reacciona a Valentina de una manera que a veces no soy consiente de todo el bien que me hace. Tenemos tanto por vivir y ahora si vamos completamente en serio. Cuidaré de ella hasta el final de mis días porque la quiero y se que eso no cambiará. El amor que sentimos es muy grande. Me da igual cualquier obstáculo. Yo voy a estar siempre dispuesta a defender lo que siento. Valentina me pidió algo de paciencia ya que a pesar de hablar las cosas con Manu, le tiene muchísimo cariño y no quiere que se despida de la ciudad de esa manera. Estoy de acuerdo y tengo confianza porque se que me respeta. Todavía me cuesta creer que soy su novia. Valentina Albuquerque, la chica más sin noción, mimada, engreída. Esa que en el fondo es tan dulce, inteligente, y no deja de sorprenderme cada día con su talento por el arte y la fotografía. Pasa a recogerme en su moto y mi sonrisa podría perfectamente iluminar todo el planeta sin necesidad de cualquier otra energía. Todos en la casa se burlan y hacen comentarios de lo enamorada que estoy. Aman a Valentina y eso me tranquiliza. Ni siquiera tiene clase tan temprano y está aquí por mi.

-Buen día- la saludo besando su mejilla ya que me da vergüenza porque se que deben estar escondidos espiándonos desde la ventana.

-Perdón que no te avisé que vendría. Moría de ganas de verte- confiesa Valentina emocionada. Adoro cuando acaricia mi pelo. Eso me derrite tanto. Siento cosquillas en la panza de lo mucho que me gusta.

-¿Como puedes ser tan linda?- pregunto mirando sus ojos verdes.

-¿En serio crees que soy linda?- cuestiona Valentina reflejada en mis pupilas como una diosa. Así la veo yo. Como lo más hermoso de este mundo. Y ella ni siquiera se da cuenta de lo increíble que es. Aunque haga bromas y quiera ser soberbia. En el fondo tiene inseguridades como todos. Y solo a mi me las deja ver.

-Eres todo lo que está bien. Tan bella y tan mía- la abrazo y me olvido de lo que me rodea. Somos ella y yo nada más. Me siento en la absoluta gloria.

-No sabía que Luiza Campos era una romántica. Tú lado cursi es raro pero me encanta- se burla Valentina en cuanto nos separamos. Es alucinante como no deja de molestarme.

-Ya no lo diré jamás- cruzo los brazos enojada.

-Entonces no te llevaré a la escuela. Adiós- se queja Valentina actuando de esa manera que amo y odio a la vez.

-Prefiero el ómnibus que esa cosa ruidosa- me pico aunque en realidad estoy jugando.

-Es en serio. Ven aquí- reacciona Valentina y me toma por la cintura posesivamente, de inmediato se me corta la respiración.

-¿Qué quieres? Comienzas a molestarme y luego te quejas- protesto temblando mirando sus labios descaradamente.

-Te quiero a ti. Siempre a ti- responde Valentina antes de callarme con un beso.

Su boca me da vida, ella simplemente me atrapa en una danza de agua, viento y tempestades. Desplazándose de un lado a otro, tocando con su lengua la nota de mi mejor sinfonía. Arrasándome. Demostrándome cuanto me desea. Muerde mi labio y suspiro. Me enredo en sus cabellos. Estoy completamente rendida. Cien por ciento a su merced. Y me conmueve porque nunca pensé que viviría nada de esto y más aún cuando casi la pierdo para siempre por mis estupideces.

-Deliciosa- gime Valentina mojando sus labios y volviéndome a besar.

-Te quiero- suspiro rozando su nariz. Rendida ante estas nuevas sensaciones.

Voy a clases y me paso todo el día en una nube. Recibiendo mensajes de mi novia y ruborizándome por lo directa y traviesa que es. Valentina no pierde oportunidad para provocarme. Está con Manu en una feria pero no deja de hacerme saber que piensa en mi. Ya quiero que termine el día para que estemos juntas. Le es imposible llegar a la última materia que es la que compartimos y me toca convencer al profesor de que la ponga de pareja conmigo para el trabajo del mes a pesar de que él quería dejarla sin nota. Cada vez le interesa menos la universidad y no puedo culparla si no es su verdadera pasión.

-Te espero en la biblioteca 📚- escribo para que se de prisa.
-🤔 pensé que haríamos algo más divertido- responde Valentina en modo de queja.
-Tenemos que entregar un trabajo en dos semanas. Quiero empezar cuanto antes 💨- informo.
-¿Tenemos? 😱- pregunta Valentina.
-Tienes suerte de que el profesor aceptara que lo hicieras conmigo. De nada princesita 👑- me burlo.
-Di la verdad me escogiste porque soy la mejor de esa clase 😜- responde Valentina.
-La mejor en nunca aparecer 😑- le recuerdo.
-Acabo de dejar a Manu en el hotel 🏨 Estaré allí en una hora militante. Te voy a demostrar en que soy buena de verdad 😈- asegura Valentina.
-🤥🤭😴🤐- respondo solo con emoticonos y puedo imaginar su sonrisa a través de la pantalla.

Llega a nuestra cita toda agitada, besando mi frente con delicadeza y regalándome una flor. Después de varios intentos por involucrarla en el estudio tengo que implorarle que se porte bien porque cuando está cerca de mi no me consigo controlar. Al final se rinde y encontramos varios puntos que abordar en la presentación al menos por la primera hora. Luego comienza a mirarme y a lanzar sus insinuaciones y ya no sé si quiero seguir con el trabajo.

-Por que eres así Valentina- me quejo cuando se levanta de su silla y me besa el hombro.

-Así como- contesta haciéndose la loca. Cuando siento su aliento caliente sobre mi cuello algo comienza a arder dentro de mi.

-Peligrosa- explico retorciéndome del placer que me provoca. Dejamos tantas cosas a medias. Parece que perdimos una eternidad.

-Por qué mejor no vamos a mi casa y terminamos de estudiar- propone Valentina separando mis cabellos para besarme la oreja. La voy a matar como se atreve a hacerme algo así en público.

-Por que me mejor no te callas- la provoco colocando un libro de por medio para que no se acerque tanto a mi.

-Me encantaría estar de nuevo entre tus piernas- suelta sin más Valentina acalorándome el doble de lo que ya estaba. Infierno, me pesa hasta la ropa.

-No soy una chica fácil- respondo afligida con tantas sensaciones.

-Me pone tanto que no lo seas. Yo solo necesito sentir tu piel caliente debajo de mi. Esos gritos que pegas. Lo rico que tiemblas cuando te corres. Recuerdo cuando lo hicimos en el sofá y estuve toda la noche tocándome porque no podía dejar de pensar en ti, el sabor de tu coño. Lo recuerdo a diario- narra Valentina y encima me hace pedazos con la mirada. Estoy por saltarle encima cuando Duda se nos acerca.

-Es en serio que volvieron y soy la última en saberlo- grita Eduarda y me toca regañarla porque todos nos miran por el alboroto. Mi mente aún sigue volando.

-Tranquila, quería contarte solo que he estado muy ocupada- hablo lo mas bajo posible. Valentina me sigue provocando esta vez con sus manos aprieta mis muslos y le pego un manotazo.

-Ya me imagino en que- se burla Duda al notar las intenciones de mi novia.

-No te preocupes. Serás la madrina de la boda- asegura Valentina y casi me atraganto con mi propia saliva.

-Me gusta esa decisión Valentina. Estoy segura que harás muy feliz a mi amiga. Tienes mi bendición aunque evidentemente no la necesitas. Esta estupida se muere por ti desde siempre solo que no lo reconocía- afirma Duda dejándome en evidencia como tantas veces

-Lo sé y ahora si nos disculpas. Tenemos algo pendiente- decide Valentina llevándome del brazo.

-Te llamo mas tarde- intento excusarme con mi amiga pero me lleva demasiado a prisa.

-Diviértete- grita Duda a lo lejos.

-Estás loca- regaño a Valentina cuando me sienta en su moto y se mete entre mis piernas.

-Quiero hacerte sentir como nunca antes. Tenerte entre mis brazos. Sudarnos, mordernos, no sabes cuánto- murmura sin piedad contra mis labios.

-Soy completamente tuya Valentina, no sabes todo lo que provocas en mi. Estoy tan enamorada. Maldita sea, yo podría vivir eternamente entre tus manos...

Nota: Volví, siento que debía el capítulo desde el fin de semana. Como que las chicas quieren recuperar el tiempo perdido. Será que todo continúa viento en popa?

Aquel verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora