POV Valentina
No quiero saber nada de Luiza solo volví para hacer frente a mi futuro. Continuaré en la facultad si pero también haré mis trabajos de fotografía y me enfocaré en lo que amo. Me niego a que mi futuro sea escrito por otras personas. Quiero ser libre y disfrutar de la vida. Tres meses fueron suficiente para desconectar y darme cuenta de que nada sucede en vano, todo tiene un propósito y el mío ha sido crecer y hacerme más fuerte. Basta de juegos y de arrastrarme por una chica que no me valora y que no es capaz de ver todo lo que siento. Ni siquiera es mi intención ser cruel, pero no me interesa para nada escucharla. Se acabó, dejó que vencieran sus miedos. Y no voy a ser mas la persona que le demuestre lo contrario. Quizás sea verdad, Luiza necesita otro tipo de chica a su lado. Deseo que sea muy feliz pero que no cuente conmigo.
Me molesta que venga a mi casa como si nada hubiera pasado y bajo la orden de mi madre. Voy a repetir un semestre, ¿cual es el sentido de repasar? Es su afán de castigarme por haberme ido, no puede soportar que no sea una hija perfecta. Y encima tenía que buscarla a ella porque sabe lo mucho que me afecta. Luiza pretende jugar sus cartas. Y yo tendré que jugar las mías. Intentar no involucrarme demasiado porque los sentimientos siguen dentro de mi, no quiero despertarlos. Mirarla y caer en el mismo volcán de emociones que me arrastra y no me deja vivir. Ya no lo conseguirás Luiza Campos. Soy otra Valentina, una que no te puede gustar y mucho menos podrás amar. Me aseguraré de ello.
-¿A donde vas?- pregunta Luiza cuando me ve recoger las cosas y buscar mi chaqueta para salir. Llevamos como tres clases. Ya casi se acaba el año y quiero irme de fiesta. No jugar a ser la alumna maravillosa.
-Estoy aburrida- anuncio sin prestarle mucha atención.
-Valentina, ¿vas a escucharme alguna vez?- protesta interponiéndose en mi camino.
-Luiza por qué no vuelves a tú casa. Es tarde, ve con tu familia. Disfruta- evito la cercanía a toda costa. Mis padres se han ido y debo aprovechar el momento.
-Un día nos vamos a casar. Lo dijiste y ahora yo simplemente lo sé- insiste atravesándome como un puñal con la mirada.
-Nunca me voy a casar Luiza. Solo bromeaba- contesto de forma seca y cuando veo como sus ojos se vuelven chicos de tristeza me arrepiento.
Como nuestros padres tienen que viajar a causa de unos clientes importantes. Igor me convence de pasar el año nuevo en casa de Duda. Se que Luiza estará allí con su familia y será un gran golpe emocional. Tengo que ser fuerte por mi hermano. Su felicidad es importante y se que para él Duda es el amor de su vida. Solo tengo que hacer el menos ruido posible y pasar desapercibida. Todos me reciben con mucho cariño. Sobre todo la familia de Luiza. Ellos me quieren todo lo que su hija no. Ironías de la vida. Ella está triste lo noto. Eso me desestabiliza por completo. Sería mucho más fácil que fuera indiferente pero a Luiza le afecta mi presencia y yo no quiero verla así. Quizás no fue tan buena idea aparecerme aquí. Comienzo a tomar fotos para no parecer tan nerviosa, pero no hago más que encontrármela apagada por los rincones. Hasta que se anima y se acerca a donde estoy. Noto que Duda la empuja y casi que derrama su trago en mi.
-Disculpa- se lamenta Luiza. Obvio no fue su culpa y no quiero ser grosera. Seguro que es lo que espera pero no pretendo hacerle daño.
-Está bien, no pasa nada- respondo temblando por su cercanía.
-Luces hermosa. Guau Valentina. Pareces una modelo, no sé qué decir- asegura Luiza casi sin aliento.
-Tú también- acepto porque en honor a la verdad es la más linda de toda la fiesta.
-Te quiero Valentina, te quiero mucho. Se que no lo quieres escuchar, que ahora mismo no te interesa. Te repites a ti misma que estás en otra fase y todo eso. Pero yo te quiero. Necesito que lo sepas. Y te quería también aquella noche que no tuve el valor de decirlo y te voy a querer siempre- confiesa mirándome a los ojos. Mi mundo se detiene al instante.
-Tienes razón, estoy en otra fase- reacciono con un nudo en la garganta. Cómo puede decir estas cosas. Cómo puede mentir así.
-¿No me crees?- pregunta secando sus lágrimas.
-Me gustaría mucho creerte. Y volver a ese día. Y me dijeras exactamente esto. Decirte que me pasé todo el verano intentando que te dieras cuenta lo enamorada que yo estaba de ti. Cuando lo único que te importaba era tenerme rendida a tus deseos. Olvídalo. Hazlo. Al parecer no manejamos los mismos tiempos. Yo no quiero sufrir y tú deberías hacer lo mismo- explico derrotada. Quiero llorar pero no me lo permito.
-¿Tú me olvidaste?- pregunta Luiza con un poco de esperanza.
-No es obvio- miento dejándola sola.
Estoy tan enamorada de ella como la primera vez pero no voy a dar mi brazo a torcer. Estoy viviendo la mejor etapa de mi vida. Conocí a alguien, tenemos proyectos. Seguro que Luiza también puede encontrar a otra persona y enamorarse sanamente. No lo sé, estaba segura de que sería yo quien la haría feliz y ahora no parece probable.
A las doce comienzan los brindis, todos se abrazan y se desean lo mejor. Ojalá sea un año donde al final logre descubrirme a mi misma. Termino por abrazar a Duda y me deja justo en los brazos de su mejor amiga después. Luiza me envuelve de una manera como si realmente yo fuera su hogar y su felicidad. Respira en mi cuello, no me quiere soltar y yo tampoco. Se siente bien aunque esté mal. Ella siempre será importante para mi. Pase lo que pase. Espero que la vida sea buena con ella.
-No voy a olvidarte Valentina- susurra en mi oído y mi corazón se acelera. Me aparto por inercia pero me quedo atrapada en sus ojos.
-Es tú decisión. Supongo que no puedo hacer nada- tengo que dejar de mirar hacia abajo.
-No puedes y no quieres- insiste Luiza.
-Te deseo lo mejor y lo sabes- aseguro tratando de buscar una forma de escapar.
-Lo mejor eres tú, somos nosotras. Nuestros besos. ¿Dime que no lo extrañas?- pregunta Luiza notando lo sensible que estoy con su cercanía. No dejo de mirarle la boca.
-No insistas- repito mi discurso y ella acaba por soltarme.
-Este será nuestro año- decide Luiza asegurándose de que no sea la única que lo escuche. No puedo creer que sea tan directa y se deje llevar así. Va a ser un año muy difícil si sigue en ese plan....
Nota: otro capítulo porque estoy sufriendo también y mi esposa swrules ya ni siquiera quiere darme un tour por Argentina. Calma, van a volver. Valu siempre vuelve. Feliz domingo familia.