Y si en esta vida no fuiste para mí, espero y en la otra lo seas

4.- Contacto visual

15 de Septiembre

Y bueno, en mi segundo día en la escuela por primera vez, era algo que todavía no podía asimilar pues después de todo no me había ido nada bien pero al parecer por ahora todo iba marchando diferente.
Nos habían citado hasta el día miércoles ya que el día anterior se habían cancelado las clases por un exámen que todos los alumnos debieron de hacer, ese día entré más tarde y me fuí a esperar a Amy y después nos fuimos. Al llegar a la entrada de la escuela, estaban unas chicas de nuestra misma clase y nos metimos junto con ellas mientras platicábamos del como nos habíamos sentido el primer día agregándole como nos había ido en el examen anterior.

—Buenas tardes chicas, en el orden que van llegando vayan anotando su nombre en la bitácora por favor —comenta el guardia de seguridad.

—Buenas tardes. —Respondimos todas mientras hacíamos fila.

—No hay lapiceros así que tienen que usar uno suyo —exclama el guardia.

—¿Ay, en serio? ¡Que flojera! , yo no voy a sacar nada de mi mochila, alguien que me preste un lapicero porque yo no pienso sacar nada, apenas y me vine caminando —Renegó María con gesto de disgusto.

Debo admitir que yo también dije eso dentro de mí cuando escuché al guardia, no creí que María sería la que lo dijera a simple voz ja ja ja y al escucharla me tiré una carcajada ya que me dió risa lo que dijo y la forma en la que lo dijo pero en fin, entramos todas y nos dirigimos al patio principal y nos quedamos ahí ya que aún no llegaba el profesor de la carrera. Estábamos yo, Amy, Sara, Maria y Erika esperando mientras veíamos el Look y maquillaje de Erika ya que ese día se celebraba la independencia de México y las chicas acostumbran a maquillarse.

—¿No te dijeron nada con el maquillaje Erika? —Pregunté muy extrañada.

—No, todo normal, yo me quise venir así —responde Erika muy tranquila.

—De haberlo sabido me hubiera hecho el delineado que tanto me gusta hacerme —Comenté.

—Si es verdad, yo también —responde Amy.

—Ay mujeres, mujeres —exclama María con tono irónico

—Yo si me maquillé, no me importa si me dicen algo —respondé Sara.

Mientras conversábamos, Hanna nos avisa que el profe había llegado así que todos nos dirigimos al aula donde el profe nos daría la clase.
Entramos y nos sentamos, el maestro nos acomodó por número de lista y la primera era yo, eso significaba que estaría lejos de Amy ¡lo que me faltaba!

Estuvimos con el Profe Victor unas 3 horas aproximadamente y en la hora del descanso estuve con Amy, nos sentamos en las bancas verdes techadas y mientras comíamos platicábamos de como había sido nuestra vida en la prepa y de cuánto habíamos cambiado, cuando de pronto veo pasar a tres chicos, eran de nuevo ingreso y se dirigían al taller de cómputo, me quedé observando a uno de los chicos ya que se me hizo conocido pero resultó no ser el que yo pensaba que era, él chico se dió cuenta y también me miró mientras caminaba, yo le quité la mirada rápidamente pues los nervios me invadieron. Por otro lado, el coordinador Jorge estaba ahí mismo en donde nosotras y les dice:

—¿A dónde van?

—Acá al taller, nos mandó la profa Lilí  —responde uno de los chicos.

—¿Los mandó a los tres? —Pregunta el coordinador extrañado.

—¡Si! —gritó el mismo chico mientras se alejaban.

—¡Agarrense de la mano! —exclama el coordinador.

Y en eso, Jorge comenta —No, es que si son capaz de agarrarse de las manos, hace rato un chico me dijo que me quería, yo ya no sé. —
Y cuando lo escuché me reí ya que lo había dicho con  preocupación y broma.
En eso, ya nos tocaba entrar a la clase nos levantamos de ahí y nos fuimos al aula, mientras el  profe nos ponía videos sobre la teoría del daltonismo y esas cosas irrelevantes en la carrera, sinceramente ya se me habían hecho eternas las horas que llevábamos en clase con el profe y ya ni estaba entendiendo nada pues ya me había aburrido y creo que los demás también.
Cuando ya faltaba poco para que terminara la clase, el profe nos pone una actividad la cuál no había entendido. A un lado mío estaba Angela, la voltee a ver y se me hizo fácil preguntarle si ella había entendido algo, ella me miró y me dijo que un poco y nos reímos juntas.