28.- Con su camisa blanca

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Gerson

Abrí las persianas para que entrara la luz natural en las grandes ventanas de mi departamento, decidí no ir al gym pues tenía algunos pendientes por revisar, preparar clases y de más.
Mientras me tomaba un café revisaba algunos documentos que la jefa de dirección me había entregado pues faltaba poco para que él semestre terminara y era necesario.

*Llamada entrante*

—¿Bueno?

Necesito que al rato vayas por Sofía a la escuela, tengo que ir a una cena de trabajo muy importante y no podré ir.

—Buenos días Adrianna, claro que sí, yo voy por mi hija, la traeré al depa pues dices que no vas a estar.

¡No, no! , la traes de regreso para acá, ya sabes que cuando no te toca estar con Sofi no puedes quedarte con ella...

—Adrianna, ¿se va a quedar sola la niña? Me acabas de decir que no vas a estar, por Dios.

Va a estar la niñera en la casa, ella la puede atender mientras yo no esté y punto.

—Ok está bien pero...

*Llamada terminada*

"Uuuf, paciencia, paciencia Gerson" me dije.
Que difícil era hacer planes con Adrianna, Dios mío ya ni mis alumnos eran así de necios pero que más daba, es la madre de mi hija y debía de respetarla apesar de todo, lo único que me ponía contento es que iba a ver a mi hija en la tarde, verla era algo que me aceleraba el corazón. Me encantaba como me platicaba su día en el preescolar simplemente Sofía era lo mejor que la vida me había dado.
Por otro lado, no ver a Alicia era algo que odiaba pues el día anterior no la ví ni de lejos ni nada, pensaba en pedirle su número de teléfono para mantenernos en contacto para situaciones como las de ayer y yo creo que así va a ser.

*Llamada entrante*

—Bueno? Por Dios Adrianna, me cuelgas y me dejas con la palabra en la boca y después...

Hey, tranquilo hermano, soy yo, Milton.

—¿¡Milton!?

¿Cómo has estado hermano? ¿Alguna novedad?

—¡Por Dios, Milton! ¡Qué sorpresa! Eh...

Disculpame Gerson, ¿te agarré ocupado? ¿Estás en clase? Si gustas hablamos otro día.

—No, no como crees, solo me quedé atónito por tu llamada, Milton no habías llamado en días y yo... discúlpame por no escribirte, han pasado tantas cosas que no me concentro ni en mi trabajo.

Entiendo hermano, ¿eso quiere decir que si hay novedades, verdad? Eso de que no te concentras ni en tu trabajo si es algo serio, de pensarle.

—Si Milton, hay novedades, novedades las cuáles ni yo me imaginé pero mejor, cuéntame de ti ¿Qué tal el trabajo allá en Monterrey?

Ey, ey hermano, sin apuros, estamos hablando de ti, lo mío puede esperar. Dime una cosa ¿Esas nuevas novedades tienen que ver con una mujer? ¿No es así?

—Si, Milton, es una chica la cuál hace que me desconcentre y más que eso.

Uy, creo que ya te perdimos, sabes, eres muy predecible Gerson, desde que somos adolescentes has sido así. Dime una cosa ¿Dónde conociste a la susodicha?

—¡Por Dios, hermano! No debería decirte estás cosas, estás verde todavía aunque debo aceptar que eres bueno en atinarle a cosas.

Jajajaja ¿verde yo? Ay hermanito, hermanito me llevas dos años no es mucho la diferencia.

Y si en esta vida no fuiste para mí, espero y en la otra lo seas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora