Y si en esta vida no fuiste para mí, espero y en la otra lo seas

40.- El cielo y los chicos

04 de marzo 2022

Llegué a la escuela junto con Amira y Angela, entramos las tres juntas y subimos al aula dónde minutos después salimos por un agua a la cafetería, nos fuimos rápido según nosotras pues al toque del timbre tendríamos una junta todos los alumnos en el patio principal así que tratamos de ser puntuales.

—Ay, hay mucha gente, mejor la compro al rato. —Expresó Angela al ver la gran fila de alumnos que había en la cafetería.

—Está bien pero ya vámonos niñas que todos ya se están formando. —Dije.

—No mira, ya se fueron esos chicos deja voy a comprarla. —Continuó diciendo Angela y enseguida se metió entre los alumnos.

Haber chicos, todos formados por grupos por favor.

La voz de la Licenciada Linda se escuchaba muy clara pues al hablar por el micrófono era más legible. A mí ya se me estaban poniendo los pelos de punta pues no debíamos de faltar a esa junta y Angela aún no llegaba por lo que me empecé a torcer los dedos.

¿Ya todos listos? Para poder empezar.

—Ay no, Angela no llega y ya todos están allá. —Exclamé muy nerviosa.

—Tranquila Alicia, ahí viene. —Contestó Amy.

Llegó Angela y sin pensarlo, las tres corrimos hasta el aula, aún quedaban varios alumnos sin ir a la reunión por lo que me sentí aliviada, subimos corriendo las escaleras y nos metimos al aula a dejar el agua y algunas pertenencias.

—Se ve que todavía están espantados por el cambio tan drástico que tuvimos que hacer pero no se preocupen, se van a acostumbrar como a todo en esta escuela. —Dirigía la Licenciada Linda.

—Hola Ali. —Saludó María en un susurro mientras se colocaba a un lado mío.

—Hola María. —Respondí.

Mientras se escuchaba el gran discurso aburrido de los docentes, sentía una mirada que provenía del área de los de segundo así que me dió por voltear y veo a Ángel que me estaba viendo, me le quedé viendo también y segundos después le quité la mirada. Por otro lado, sentía la mirada de María hacía mí, se sentía muy desesperada por lo que decidí voltearla a ver y ví que su mirada estaba puesta en el mismísimo Ángel, volteé a ver a Ángel y ví lo mismo de él hacía María, se me hizo extraño y no dudé que se trataba de otros de los celos de María.

—Dile a tu amigo que me deje de ver. —Exclamó María en un susurro.

—No puedo hacerlo, mejor deja de mirarlo tú! —Contesté susurrando.

—¡Ese idiota te estaba viendo y no voy a dejar que lo haga. —Contestó en voz alta.

—¡Shhh Maria!, ya mejor hazte para allá. —Concluí.

Antes del descanso

—Hola Ali, ¿porqué ya no me quieres hablar? —Cuestionó María mientras me llegaba por detrás.

—No pienses mal María es que tú estás hasta atrás y yo hasta enfrente y solo es entre clases donde podemos hablar. —Expliqué mientras veía el panorama desde el segundo edificio recargada en una de esas bardas. —Feliz cumpleaños María, se me había olvidado felicitarte hace un rato.

—Ay Ali, gracias, ya la edad me está acabando.

—Jajaja no digas. —Contesté entre risas.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —Cuestionó mientras se recargaba a un lado de mí.

—Adelante.

—¿Ayer a dónde fueron tú y las chicas?

—Eh, fuimos a comprar algo de maquillaje, ¿querías ir? —Contesté.