2. ¡Alguien que rescate el zapato del agua!

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―Si alguien me dice que va haber clase teórica le meto estos adornos en el...

―Eh, Eh, Eh la boquita ―rápidamente le interrumpió Jimin.

―Tengo boca y puedo decir lo que quiera ―le sacó la lengua.

Pan de cada día, estos dos siempre se cogen de las greñas.

―Chicos, decoremos para hacer las prácticas o sino nos van a regañar ―me subí a una silla para poder guindar unas flores amarillas en una percha.

―A veces no se si estudiamos Ciencias Ambientales o Diseño de Interiores ―seguía Sara quejándose.

―Pues ambas cosas ―Jimin respondió.

Pasó media hora y todos los estudiantes llegaron con la licenciada.

―Les quedó muy hermoso, buen trabajo Jimin, Kristina y Sara ―ella anotó como puntos extras.

Sara le hizo una mueca en forma de sonrisa.

―Bueno hagamos un recorrido conociendo a cada ser marino. Eso es lo que vamos hacer en este día, el reconocimiento ―mientras ella habla, Sara hacia muecas.

―¿Tienes algún problema Sara? ―todos los estudiantes la voltearon a ver y la profesora entrecerró los ojos.

―No, solo que mi mandíbula está aguada ―le sonrió hipócritamente a lo que nosotros reímos.

―Bien, sigamos.

Pasamos por debajo de un pequeño túnel donde la parte arriba se veían cada ser acuático. Tortugas, peces, tiburones bebés, medusa, de todo.

Yo les miraba con admiración y pensar que pronto podré ejercer mi profesión, estaba tan emocionada. A lo que veo a mi costado es a Jimin con la boca abierta y me acerco a él de lado abrazándolo por la cintura, sorprendiendolo.

―¿Y eso? ―me sonrió.

―Nada, solo que eres muy tierno cuando miras cosas que te asombran.

―Por eso paso sorprendido todo el tiempo.

―¿Por qué lo dices? ―no comprendía.

―Porque con tu belleza y personalidad, paso sorprendido. Nunca dejas de sorprenderme ―besó mi cabeza.

―Pero que cosas dices ―me sentí tímida y sonreí.

Pasamos el túnel y fuimos a dar al estanque de delfines, ciertos entrenadores hacían movimientos con sus dedos y estos mamíferos saltaban haciendo algún truco y todos empezamos aplaudir.

―Profesora, ¿puedo practicar con Jimin? ―dijo Sara emocionada.

Nuestros compañeros se rieron y la profesora solo le rodó los ojos.

―Deja de molestarme Sara ―Jimin le miró feo y me abrazó por los hombros para seguir con el recorrido.

―Pero que suceptible ―le pisó el pie y este se aguantó de gritar.

―No le hagas así ―reí.

Los entrenadores también nos explicaron ciertas reglas y cuidados de los delfines, que cosas les gustan y que los asustan.

―Me gustan los delfines ―le comenté a  mi novio prestándome atención ―Quisiera tomar cursos para ser especialista en mamíferos marinos.

―Si te gusta, hazlo. Se todo lo que quieras ser en esta vida y yo siempre estaré ahí en primera fila grabándote en tu primer día siendo entrenadora. Estaré más que orgulloso.

―Y yo quiero verte ahí ―le miré ―Que estés conmigo.

Luego oímos unos gritos y era Sara que le gritaba al agua y rápido nos acercamos a ella.

¿Cómo es él? |Jeon Jungkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora