1. ¿Qué tanto miras a mi costado?

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―Kristina ¿sabes lo que pasé por olvidarme de traer la hoja verde que me pediste de favor? ―suspiró cansada apoyando sus manos en las rodillas mirándome con cara de pocos amigos.

Rasqué mi cabeza ―Lo siento, si no te lo hubiese pedido..

―Ya que más da, lo hago porque soy una buena amiga ―me la entregó fatigada.

Sonreí algo tímida ―Esta bonita. Por cierto, dijo la máster que debemos hacer algo creativo con esto para el parque acuático.

Esta rodó los ojos ―Estos últimos semestres nos tienen de sirvientes en ese lugar.

―Relájate un poco, además es el último año de nuestra carrera y estamos próximos a las pasantías.

―Debo conseguirme un novio para que haga los trabajos por mi ―reí por su ocurrencia.

―Deja de ser floja ―la sacudí un poco mientras ella trataba de evitar sonreír.

―Al menos no debes preocuparte, tu novio es el mejor de todos, hoy en día hay puros animales jugando con nuestros sentimientos ―chasqueó la lengua recogiéndose su cabello cenizo en una cola alta.

―Algún alma empedernida enamorada te estará esperando.

―Lo único que quiero que me espere es un buen fajo de billetes en mi mano o depositados en mi cuenta bancaria ―guiñó un ojo haciendo un sonido con su boca.

Reí negando, cuando siento que me abrazan por los hombros y me dan un beso en la mejilla.

―¿Cómo está la chica que me hace feliz todos los días y la esquizofrénica de su mejor amiga?.

―Excelente, amor ―recosté me cabeza en su hombro.

Mi amiga arrugó su ceño ―Esquizofrénica tu abuela ―se sacó el chicle de la boca y se lo pegó en la frente, para este sacarlo asqueado.

―No le hagas así ―reí y con una toalla le limpie la zona húmeda donde estuvo el chicle.

―Gracias bonita ―besó mi mejilla ―Y por cierto lávate la boca, ese chicle apesta a mierda.

Hice un sonido en mi garganta para empezar a reír junto a mi novio.

―La tengo bien lavada, enano  ―le apuntó con su dedo.

―¡Jimin! ¡Basta!, me hiciste reír mucho son tus ocurrencias ―le pegué delicadamente en el hombro.

―Y tu en vez de defenderme, te me burlas ―hizo un gesto como si llorara.

―Sara, debo admitir que fue muy gracioso ―tapé mi boca.

―Sigan en su lecho de burla ―también rió ―Voy hablar con nuestro asesor para no ir tanto a ese parque acuático, que de tanto ir me voy a convertir en una nutria ―colgó su bolso y salió a cualquier dirección de la universidad.

Jimin descolgó su mochila del hombro y  nos sentamos en uno de los bancos del patio y sacó algo de adentro.

―Felices tres años amor ―yo muy sorprendida tomé el regalo cuadrado y comencé a sacar el envoltorio.

―Amor, esto es muy hermoso, espero que no hayas gastado mucho, sabes que no me gusta que gastes, pero siempre eres tan detallista.

―De eso no te preocupes ―igual de emocionado que yo, esperaba ansioso a que terminara de abrirlo.

Era una camiseta blanca de mi banda favorita.

―Eres el mejor ―le abracé y él automáticamente me respondió ―Gracias ―le miré enternecida.

¿Cómo es él? |Jeon Jungkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora