12. Último día que te veré

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El clima sabía perfectamente que hoy sería un día de nostalgia, no sé cuándo te volveré a ver, quizás nunca, quizás en otra vida, quizás exista vida después de la muerte. Nadie sabe.

Mamá había venido de Busan ya que no había podido visarla después de un año, la universidad a uno le consume los momentos importantes para compartir en familia.

Había venido con su esposo, esa es una de las principales razones por las cuales nos mudamos a Corea del sur, mamá se volvió a casar, lo conoció en una conferencia de la institución que trabaja, ella es maestra y por medio de eso así surgió esa historia.

Me preguntarán de por qué no estudio en una universidad de Busan, simple, me gusta más la ciudad, cabe recalcar que en Busan la vida ajetreada es menos y menos costosa a diferencia de Seúl, pero por cosas de la vida apliqué en una de la ciudad y aprobaron mi solicitud.

―Estas... ―dijo ella escaneandome de arriba abajo a lo que solo reí tímida
―Preciosa, toda una adulta mi niña ―sus ojos se aguaron.

―No mamá ―la sostuve por los hombros ―No lo hagas arruinarás lo bella que quedaste.

―Dios mío, es que verte tan adulta hace que piense cuando naciste, cuando por primera vez te tuve en mis brazos.

Miré a mamá con ternura. Las mamás siempre piensan en lo que fuimos y en lo que seremos, poniéndolas sentimentales.

―Ahora es dónde abro más mis alas, para emprender mi vida profesional, dedicarme a lo que me gusta.

―¿Seguirás siendo entrenadora de delfines?.

―Asi es, lo amo y quiero seguir en ello.

―Me preocupa que vayas a estar sola.

―Tranquila, con Hoseok entramos a un programa en el parque marino central de Seúl.

―Hoseok, ese muchacho ―mi mamá negaba contenta ―Te deseo toda la suerte del mundo, yo sé que en esta vida serás muy feliz.

Tengo una felicidad, casi completa.

―Gracias mamá ―nos abrazamos.

Fuimos a la universidad y algunos de los estudiantes de otras carreras ingresaban con sus togas de referente s su carrera, pero obviamente con el logo del establecimiento.

Mi toga era de color dorado con filos marrones y por debajo tenía un vestido que me llegaba sobre las rodillas de color beige.

―Hyun tak, llegará pronto, se retrasó por el trabajo ―dijo mi mamá que me llevaba del brazo enganchada.

―Comprendo, ¿y mi hermano?.

―También lo hará, vendrá con su esposa y Noah por supuesto, solo que me dijeron desesperada porque quería llegar contigo antes ―sonrió.

Mi hermano no es de sangre, está casado con una bella mujer y tienen un hijo que es como mi sobrino, es el único hijo mayor de mi papá, no me gusta decir padrastro, suena horrible.

Llegamos al salón de eventos de mi facultad y en la entrada estaba Sara con su familia y del otro lado Jimin, a penas me vió corrió hacia mi y yo también fundiendonos en un caluroso abrazo.

―Feliz graduación mi amor.

―Feliz graduación para ti también, novio lindo ―susurré en su oído.

―Buenas tardes señora Jee ―le hizo una reverencia.

―Un gusto verte otra vez Jimin, estás todo un hombre ―halagó.

―Muchas gracias, también se la ve bien. A usted nunca le pasan los años.

―Yo soy una eterna mujer ―reímos ―A ti también, te deseo mucha suerte en la vida y se que también serás feliz ―se sonrieron.

¿Cómo es él? |Jeon Jungkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora