13. Un, dos, tres, solo hazlo

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Pasó alrededor de dos años, tenía 24 años recién cumplidos.
El programa de delfines ha sido espectacular, conocer nuevos amigos marinos y entrenar a los mamiferos han sido todo para mí, amo mi trabajo.

Me he vuelto la mejor hiper mega amiga de Jung Hoseok, le cuento de todo e incluso de lo que ya sabemos, al principio lo descolocó y me preguntó si Jimin había hecho algo mal, cosa que le dije que no, yo ya tenía sentimientos por Jungkook antes de conocer a Jimin.

Quedó más tranquilo, pero aún así siempre me pregunta si aún me sigue gustando, no le puedo mentir, es mi mejor amigo.

El día en que Jungkook me dió su número, nunca le hablé y peor lo haya visto, según Hoseok por medio de Taehyung se enteró que aceptó el trabajo en Daegu. Se que Hoseok tiene comunicación con el pelinegro, pero no me dice mucho, ni yo tampoco pregunto.

Desde luego Sara y Hobi siguen juntos se tienen el uno al otro y eso es realmente hermoso.

Respecto a mi sigo estando de novia con Jimin, él me sigue amando de igual manera, aunque últimamente lo siento extraño, no con la relación, pero a mi persona si, me pregunta si soy feliz y mi respuesta es, si, con una sonrisa.

La verdad no entiendo porque siempre me dice eso.

―¡Kristina! ―gritaron en mi oído a lo que lo ví completamente indignada.

―¿Qué mierda te sucede, Min Yoongi? no me grites ―me sobé mi oreja.

Me montró una gran sonrisa con sus encías tiernas ―A trabajar, se acerca el otro espectáculo.

Había olvidado, Min Yoongi también es mi mejor amigo, trabaja con nosotros de igual de entrenador. Se graduó en la universidad de Daegu y a veces no se si ama los delfines o el rap, siempre anda con una nueva melodía en su boca cada día.

―Yoongi, eres estresante, malhumorado y seco ―me crucé de brazos con una sonrisa falsa.

―Lo sé, así me amas y me soportas ―me empujó de hombros hacia la piscina de los delfines.

―Te aprovechas de mi simpatía Yoongi, no es justo.

―Y tu siempre eres cargosa, andando ―vimos al castaño incado sobre el filo de la piscina con un balde ―Mira, ahí está Hoseok dándole de comer y no respeta el reglamento de sus dietas, si sigue así va a terminar él por reemplazar a los delfines, siendo parte del espectáculo y me encantaría entrenarlo ―se burló.

―¡Yoongi! Eres increíble ―bufé.

―Lo sé ―dijo con egocéntrismo.

―Pero no me refería a eso, ¡Ash! Eres imposible ―me acerqué a Hobi.

―Asi que dándole de comer, malcriandolos. Sabes que te pueden sansionar ―él hizo una carita de pena.

―Sucede que me da una angustia cuando me hablan, sabiendo que tienen hambre y me piden.

―Loco ―dijo Yoongi acariciando la cabecita del mamífero.

―¡Yoongi! ―es la segunda vez que le llamo la atención en el día.

―¿Cómo un delfín te va hablar? Debes seguir un reglamento, si se hacen gordos y no pueden ensayar será tu culpa y para su salud también ―tocó la punta de la boca del animal para controlar su temperatura.

―Lo siento ―guardó las demás sardinas en el balde.

―Tienes un gran corazón Hobi ―le di palmaditas en el hombro ―Pero en este caso debemos seguir un reglamento.

―Bueno se me está saliendo una lágrima, ¡A entrenar señores! ―se levantó Yoongi siendo sarcástico.

Con Hobi reímos y nos pusimos en busca de nuevos trucos para el evento de esta tarde.

¿Cómo es él? |Jeon Jungkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora