17. Eres el amor de mi vida

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Había quedado en esperar a Jungkook en el río Han.

Tengo que miedo a lo que tenga que preguntarme, si tan solo le pudiera decirle que lo amo... esto es frustrante.

―¡Aquí estoy! ―dijeron en la vereda, había llegado en su auto negro.

Bajó de él, tenía gafas de sol, ¡Dios mío!, jean de cuero, chaqueta y su cabello entre rizado y lacio caía por su cuello, más ese piercing que adornaba sus labios.

Me hizo tragar en seco.

―Jungkook―le hice de la mano con 
una sonrisa.

Habían unos bancos que daban una vista al río, así que tomamos asiento.

―¿Tu consultorio quedó a cargo de tu asistente?.

―Tengo mi socio, ¿no te había contado?
―negué ―Es el chico que estaba conmigo el día que me encontraste en el market.

―¿En serio? Ese día él se me hizo un poco raro, por como me miró.

Algo nervioso rió ―Él es así, se llama Seokjin, es un viejo, pero un buen amigo.

Reí ―Entiendo, son de esos amigos de fierro, entonces.

―Exactamente, Taehyung en cambio no quería una clínica propia, le he preguntado, pero simplemente me dice que le da pereza ¿raro no?.

―Es lo que pensé de él cuando lo conocí ―pegó una carcajada ―Es la verdad el chico es raro.

―Si, por eso trabajo con Seokjin, hasta ahora todo bien, a parte qu tenemos relaciones con otros psicólogos conocidos que nos recomiendan. He salido en un revista no se si lo haz visto.

―¿Estas en una revista? ―pregunté emocionada.

―Mira ―sacó su celular y me mostró.

Es guapo hasta para modelar es una revista de nuevas tendencias.

―¡Wow! Eres alguien importante entonces.

―Me gusta ayudar, no me interesa ser  reconocido, quiero ser ese alguien que pueda orientar, no solo aconsejar. Ser una inspiración para esa persona que pueda salir adelante y que no me agradezca, que vea que a salido de todo lo malo por sus propias méritos.

―Así es Jungkook.

Empezamos hablar de otra cosas, reímos, nos molestamos haciéndonos cosquillas, bromas, etc.

―¡Jungkook! Para, para, para me duele.

―Palabras mágicas.

―Tonto.

―¡No! ―generó más fuerza.

―¡Ahhhh! Espera, espera ―aflojó un poco.

―Rápido ―entrecerró sus ojos.

―Señor extremadamente sexy, Jeon Jungkook, haría el favor de dejar de apretar mis dedos que ¡ya están morados! ―me dejó.

Los soplé y le miré feo ―Que salvaje.

Este como siempre riendo mostrando esa blanca dentadura ―Así que soy sexy, es bueno saberlo.

―No era cierto, quería que me sueltes.

―Se que te pones nerviosa, lo comprendo ―puso una mano en su pecho cerrando sus ojos.

―¡Jungkook! ―le empujé de juego.

Nos quedamos unos minutos en silencio y la cara de Jeon cambió a una seria.

―Quiero preguntarte algo, me quedó eso rondando todo la semana en mi cabeza y solo quiero saber.

¿Cómo es él? |Jeon Jungkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora