8. No volvió a pasar

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Lunes, jodido lunes.

Inició la clase que compartiamos con los de psicología, y más alumnos ingresaron más atrás Jungkook con el amigo, que por cierto recién lo veo y sentando en su puesto como el primer día.

En todo el rato de la clase solo le miraba, pero ni si quiera volteó a saludarme o incluso a Sara. Solo se puso a conversar y atender.

Después llegó el momento de entregar todos los trabajos.

Cada uno lo fue entregando y la profesora daba por ahí mismo su calificación.

―Sasha, Minho y Jae. Tienen 8, porque faltó la conclusión de los tres testimonios.

Que machetera y pensaba que era una de las más dóciles.

―Lore, Jimin y Sarang. Tienen 10, excelente trabajo.

Mi novio dando brinquitos se volvió a sentar a mi lado.

Nos llamó a los tres y con las piernas temblando estábamos expectantes a lo que movía la boca, hacía un sonido con la garganta analizando, pensando, asintiendo.

―Sara, Jungkook y Kristina, déjenme decirles que hicieron un fabuloso trabajo, muy completo, detallado, con buena ortografía. Es mi trabajo favorito, me lo voy a llevar. Él de ustedes ha sido el mejor, felicidades su calificación es 10.

Los tres no miramos y empezamos a saltar juntos de la alegría.

Nos volvimos cada uno a nuestros puestos muy felices ―Tu novia es mejor que tu ¿si ves?.

―Admito que me ganaste. Estoy orgulloso ―acarició mi cabello.

Hubo cambio de hora y los de la otra carrera empezaban a irse.
A lo que Jungkook iba a salir se devolvió.

―Chicas, lo logramos. Buen trabajo ―sonrió tan bonito como lo hace y se despidió haciendo de la mano.

Eso fue todo.

Sentí que esa era la última vez y que lo iba extrañar.

Y así fue.

Los días iban pasando, nada inusual, nada interesante.

Me sentía como Bella Swan en Crepúsculo.

No habían cambiado la materia, no era un error, ambas carreras tenían que ver lo mismo. Así que solo una hora compartiamos paralelo.

Y así fue Agosto.

En septiembre, fue el cumpleaños de Jungkook, si lo hubiese sabido aunque sea un regalo le hubiera dado.

Solo estuvo riendo y conversando con su amigo y esa chica, que me enteré que no era de nuestra universidad, porque ella entró con una torta y cantándole el feliz cumpleaños.

Lo único que me quedó fue unirme a todas las voces que le cantaron. No me acerqué a saludarle o felicitar.

Desde el último día de ese trabajo no me habló, ni a Sara.

No volvió ni si quiera a mirarme.

Octubre, cada mes se volvía un infierno para mí, con la única ventaja que me divertía mucho en el parque marino entrenando con los bellos delfines.

Pensaba que él trabajaría aquí así como la vez que rescató el zapato de Sara, pero me informaron que solo había ido por ese día.

Noviembre, había olvidado la idea de que me hablaría, porque sabía que eso no iba a ocurrir.

Me tocó exponer frente todos, y todos me prestaron atención e incluso me hicieron preguntas del tema y las contestaba correctamente.

Pero él, no me miró y ni prestó atención porque se puso a jugar con el celular.

Diciembre.

Él director nos informó que habría un baile de navidad, sobre todo para los alumnos de últimos semestres.

Por supuesto que iría con Jimin, pero Sara al parecer le había picado la flor del amor con uno de los entrenadores más jóvenes del parque marino.

Supongo que irá acompañada de él o quizás no.

―¿Te pondrás más linda que de costumbre? ―me coqueteó.

―Para ti obvio que si ―besé sus labios.

Me iba a separar, pero él se puso sobre mi, tirandome de espaldas en la cama, besándome con fiereza, sin aplastarme.

Lo atraje más hacia mi de su nuca, a lo que se separó un poco de mi jalando de mi labio inferior, que me hizo abrir mi boca e introdujo su lengua haciéndome jadear.

Nos besamos apasionadamente como si nuestra vida se tratara de eso, está vez mordió mi labio inferior, a lo que solté un gemido, que lo hizo sonreír ladino.

Pasó su boca a mi cuello y con su mano acariciando sensualmente a lo largo de mi pierna hasta llegar a mi trasero y apretarlo levemente que me hizo cerrar los ojos disfrutando de su tacto.

Mis mano acariciaron su perfecto rostro volviéndolo a besar y succionando su labio rosado y grueso.

Su mano se coló por debajo de mi blusa para poderla sacar ayudándolo en su intento, así que hice lo mismo con su camiseta dándome una perfecta vista de sus abdominales que me hicieron morder mi labio de semejante novio que tengo.

Volvió a carga conmigo dirigiendo sus manos al broche de mi sostén dejando que lo haga.

Miró deseoso mis pechos así que como un bebé se puso a lamerlos haciendome jadear.

A lo que como un golpe de realidad volví a mis cabales, rápidamente lo detuve levantándome abrazándome a mi misma.

Muy confundido me dijo ―¿Hice algo mal? ―la lujuria de sus ojos se iba aclarando poco a poco.

No sabía que decirle, yo nunca me le había entregado a alguien, me sentí patética. Así que solo tomé mi blusa y me la puse, bajé rápido las escaleras del cuarto de Jimin saliendo a toda velocidad de su casa.

Había traído mi auto y como pude lo puse en marcha, mis manos temblaban en el volante y me iba reprochando mentalmente porqué no lo hice teniendo muchos años de relación.

Otro golpe mental fue haber dejado a Jimin muy confundido, con la idea de que hizo algo mal.

Cosa que no es así.

Yo... simplemente no puedo.

En toda esas batallas mentales que tenía casi atropello alguien haciendo un sonido horrible de las llantas.

Me quedé por un momento en shock cerca del volante y a lo que alzo la vista, es esa chica que siempre está con Jungkook y el amigo.

―¿No me viste o qué? ―dijo la chica muy asustada.

―Perdóname, hoy no es mi día. Solo quería llegar lo más rápido posible a mi casa ―sentía mis ojos picar y la garganta doler.

―Ten más cuidado ―puso su mano en el corazón calmándose.

―Por favor, discúlpame.

―No es nada, a lo próxima por más atención y mejórate ―me dió una media sonrisa, pero aún pálida del susto.

Puse de nuevo en marcha el auto y con más cuidado llegué a mi casa, aún con toda mi mente revuelta.

Tenía muchas cosas por pensar, en todo estos meses solo he estado enfrascada en lo que hace y lo que Jungkook no hace, me estoy volviendo una loca.

Jungkook ya ni se acuerda de mí, solo fue un estúpido trabajo grupal esa vez ¿Que iba a creer? ¿De la nada seríamos amigos?.

Eso solo existe en los libretos para las películas, cosas que nos gustarían a nosotros, pero eso no siempre es así.

Me creo tantas confusiones que ahora Jimin, mi novio, el chico que yo elegí, está pagando todo lo que siento.

Yo lo quiero demasiado, Jimin es todo para mí, lo quiero a mi lado.

Ya no voy a mirar y peor pensar en ese alguien que no éxito en su vida.

¿Cómo es él? |Jeon Jungkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora