Una estrella fugaz

Capitulo 17 - ... todo Reanudar

Hermione se levantó del sofá cuando vio entrar a la bruja oscura.

"Hola Bellatrix," saludó con una sonrisa cortés pero mesurada.

- Buenos días, respondió la mujer, cabeza baja, señal de su aflicción.

- Se siente mejor ?,

preguntó ella entonces.

La Slytherin hizo una mueca por un segundo, inhaló, exhaló, levantó la cabeza y alineó su mirada con la del Gryffindor.

- Mucho mejor, aseguró ella, queriendo ser convincente.

La sonrisa de Hermione se intensificó ante esa respuesta, antes de desvanecerse por completo al recordar el comportamiento deplorable de Bellatrix unos días antes.

- ¿Qué te pasó?, - preguntó entonces la joven, con el rostro cerrado, casi severo, Y no empieces a incriminar a Louis, le advirtió.

-Louis no tiene nada que ver, aceptó en una mentira de lo más cruel, había bebido, demasiado, y para colmo, vacié toda una estantería de pociones. Podemos decir que la mezcla no me funcionó, bromeó, más avergonzada que otra cosa.

- Efectivamente, es lo menos que podemos decir, apoyó Hermione.

-No recuerdo todo lo que he hecho, pero sé que he dicho tonterías tras tonterías. Estaba tan delirante que la mayoría de las cosas que dije están completamente borrosas en mi mente, dijo, así que realmente quiero disculparme por todo lo que dije o hice. Era la bebida y las pociones las que hablaban, no yo, se justificó torpemente.

"Pero tú eres el que corre el riesgo de ser enviado a Azkaban si vuelves a cometer un error", recordó Hermione.

- Por eso no volverá a ocurrir un incidente así, prometió la bruja, puedes confiar en mí.

- Pero confío en ti, respondió
el más joven, si no confiara en ti, habría llevado este incidente a tu archivo.

"¿Por qué no lo hiciste?", se preguntó.

- No, está fuera de discusión que un momento de debilidad venga a perjudicar tu reintegración, decretó Hermione.

- Qué bueno, gracias, comenzó a sonreír tímidamente.

- No me des las gracias, Bellatrix, y explícame por qué viniste a mezclar alcohol y pociones.

-No me sentía bien, eso es todo, eludió la bruja con su mirada furtiva.

"¿Sigues teniendo ataques?", supuso Hermione.

"¿Recuerdas eso?" preguntó Bellatrix, con una apariencia de esperanza en sus ojos.

- Claro que me acuerdo, incluso guardé un pequeño rastro de uno de ellos, recordó con aire indulgente.

Al decir estas palabras, se subió la manga para revelar la delgada cicatriz que aún adornaba su antebrazo.

Los ojos oscuros se marchitaron ante la vista.

- Lo siento, lo siento mucho, se disculpó la bruja que la culpa nunca había dejado realmente.

- Ya te has disculpado al menos un millón de veces Bellatrix, suspiró Hermione, ¿Cuándo entenderás por fin que no te culpo?

-Todavía lo siento, insistió ella, por eso y por la escena que te hice la semana pasada.

- Por eso tampoco, no te culpo, garantiza el Gryffindor, y si tenías que disculparte con alguien, es con Louis.

La Slytherin apretó los dientes pero asintió.

- Tienes razón, ella aceptó, yo
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Y salió de esta oficina, liberándose finalmente del peso insoportable que representaba la actitud de Hermione.