Adrenalina.

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Ví a Tom entrar con una mujer pelinegra, el mesero se acerco a ellos para después venir a nuestra dirección.
- No puede ser, no en este momento.- hablé

Y para nuestra mala suerte su mesa estaba a unos metros de nosostros.

- ¿Tom?.- hablo Bill.

- ¿Bill?,¿qué haces aquí?.- Tom hablo mientras le ayudaba a la pelinegra con la silla
- Yo vine a cenar con Alice, ¿Y tú?.- respondió Bill.

La sonrisa que tenía Tom se le borro luego de verme.
- Alice.- susurró.
- Buenas noches señor Kaulitz.- hablé.
- Buenas noches señorita Anderson.- respondió de la forma más fría....
- Será mejor que nos retiremos.- habló Bill
- ¿Tan rápido?.- preguntó la pelinegra.
- Lo sentimos pero tenemos cosas que hacer.- contesté, pude sentir la mirada pesada de Tom. - Disfruten de su cena.- termine.
- Alice, ¿Podríamos hablar un momento?.- preguntó Tom mientras se levantaba rápido del asiento donde apenas se había sentado.

Mi mirada se dirigió hacía Bill, este me dió una mirada dándome a entender que aceptará, claramente no quería ya que cada que hablaba con Tom terminaba con un pómulo morado.
- Claro.- respondí.

Nos fuimos lejos de toda la gente, sentí que estómago se revolvía y empecé a sudar frío.

- Puede ser claro, necesito irme y no quiero hacer esperar al señor Bill.- hablé.
- Alice.... no termino la oración ya que una rubia se acerco a nosotros.
- Tommy, ¿Qué haces aquí?.- preguntó la rubia mientras le daba un beso en los labios, Tom recibió este.
- Estoy aquí con Alice, ella es....-
- Soy una amiga, pero no te preocupes yo ya me voy solo me estaba despidiendo de Tom.- hablé, interrumpiendo a Tom.
- Nos vemos luego Tom.- hablé.

Sin dudarlo me fuí y los deje solos. Llegué con Bill;
- Alice, ¿Qué pasó?.-
- Nada importante, ¿Nos podemos retirar?.- pregunté.
- Claro.- respondió.
- Nos vemos luego Kristina, disfruta de tu cena.- hablé
- Gracias Alice, un placer conocerte.- respondió con una sonrisa en su rostro.
- Gracias, un gusto también.- hablé

Bill y yo nos fuimos lo más rápido que pudimos, no tenía ganas de nada, para ser sincera lo que Bill me dijo sobre Tom me destrozó, y luego verlo con la rubia me destrozó aún más. Trate de sostener mis lágrimas y un nudo en mi garganta se formó, no sabía que hacer, quería irme pero no quería echar a la basura está oportunidad, ya estaba logrando lo que más deseaba.

(.....)

Durante el camino no hablé, estaba pensado muchas cosas y llorando en silencio, por fin pude ver cómo era en realidad Tom, pero yo era ciega, a pesar de todo lo que me dijeron de él no dejo de pensar que algo cambiará dentro de él.

- Alice no puedes ocultar tu dolor, se muy bien como te sientes y creeme que no sabía que Tom iría a ese lugar.- habló Bill.
- Bill deja de culpar te, Tom es un estúpido y me duele que sea así.- respondí.
- Lo sé, Tom nunca cambiará..... Bien,  llegamos, ¿Quieres que te acompañe hasta tu departamento?.- preguntó.
- No, estoy bien, gracias, a pesar de lo que pasó disfrute pasarla bien contigo, por un momento me olvidé de todo por completo. Muchas gracias por esta noche bill.- respondí.
- Gracias a ti Alice por aceptar mi invitación, fue una hermosa noche.-

Nos dimos un abrazo de despedida y luego salí de su auto.
- Alice.- habló. - Cuídate mucho y que estés mejor, si necesitas un acompañante para desahogarte estoy disponible sin importar la hora.- continuó mientras se dibujaba una sonrisa en su rostro.
- Gracias Bill, nos vemos.- respondí

(.....)

Llegué a mi departamento y fui directamente a mi habitación, está vez no llore pero seguía decepcionada.

Para poder descansar bien tome una ducha con agua caliente, esto siempre me tranquiliza.

Mientras me duchaba escuché la vibración de mi celular, cerré la llave de la regadera y salí a contestar. Otra vez ese número desconocido, está vez sabre al fin quien es si no me contesta.

-¿Hola?.- contesté.
- Alice, ¿Dónde estás?.-
- ¿Tom?.- respondí, dios mío todo este tiempo era Tom, ¿Qué carajos?.
- ¿Dónde estás?, Necesito hablar contigo.-
- Tom déjate de estupideces, entre tu y yo no hay nada de que hablar, mejor disfruta de tu cena.- respondí.
- Alice déjate de idioteces y dime dónde estás.- grito.
- No te diré, mejor no pierdas tu tiempo en venir.- respondí y colgué.

Sabía de lo que era capaz así que me vesti rápido y metí algunas cosas a una mochila pequeña, no iba a quedarme aquí hasta que el tirará la puerta y me golpeara por no decirle dónde me encontraba.

Baje las escaleras del edificio tan rápido como pude hasta llegar al estacionamiento, ya estaba cansada.

Llegué y ví que se estacionó un auto, pude ver con claridad y era el de Tom, me escondí atrás de uno de los autos, lo ví salir con los puños apretados, sus nudillo eran blancos y con la mandíbula tensa....

Tomo el ascensor, era mi oportunidad de correr, pero cuando estaba apunto de escaparme me resbale, "mierda", grite, para mí suerte y mi alivio la puerta del ascensor se cerró y ya no había forma de que Tom la detuviera.

En serio que la suerte estaba de mi lado, me levanté lo más rápido que pude y corrí hasta la salida del estacionamiento,  justamente paso un taxi y le hice la parada, se detuvo y subí lo más rápido que pude.
- ¿A dónde la llevo señorita?.- preguntó el señor
- Donde haya un hotel cerca de aquí.- respondí.

(......)

Llegamos y le pagué al señor, pero todo era tranquilidad y alivio hasta que escuché las llantas de un carro rechinar, mi corazón se alteró y entre rápido al hotel, estaba segura de que era Tom.

Sin dudarlo me metí a unos baños que estaban cerca de la entrada y ahí me quedé, desde ahí se podía escuchar todo así que sería fácil escuchar si el del carro negro es Tom o un desconocido.

 𝘈𝘯 𝘶𝘯𝘸𝘢𝘯𝘵𝘦𝘥 𝘭𝘪𝘧𝘦 -𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora