Desde cero.

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Un dolor fuerte hizo que me despertara, ya era de día, el dolor en mi costillas seguía pero era leve, la sangre de mi cara se seco y solo sentía punzadas en lo golpes de anoche.

Trate de levantarme con delicadeza, no he comido en horas, espero y este día pueda comer mejor. Decidí tomar un baño, será imposible ya que casi no me puedo mover pero necesito relajarme y tratar de curarme las heridas de mi cara.

Fui al baño, me quite toda la ropa que traía, la bufanda estaba llena de sangre, solo de ver esto recordé lo de anoche, me metí a la regadera y abrí el agua caliente, el agua tocó mi cara provocando que hiciera muecas del ardor en las heridas, mis costillas se relajaron cuando el agua las tocó.

Después de la ducha me dirigí hacía el lavamanos, busque alcohol y algodón para desinflamar los moretones, me mire en el espejo, mi cara hinchada y morada, una pequeña cortada en mi labio y en mi cega, las ojeras cada día se notaban más, estaba echa mierda.

Me quite la bata que traía puesta, moretones enormes en mis dos costillas, estos estaban morados y verdes, con solo tocarlos me retorcía del dolor.

(.....)

Después de ducharme y curar los moretones, me dirigí hacía el closet, escogí ropa cómoda, un suéter grande color negro y unos pants color grises, no fui capaz de maquillarme no tenía ganas de nada. Me volví a recostar en la cama, escuché que alguien tocó la puerta;
- Alice,¿Estás despierta?.- escuché la voz de Gustav al otro lado de la puerta.

No respondí, solo de recordar que todos eran unos completos desconocidos me causaba tristeza, extrañaba mi vida en Canadá, todo lo que parecía que estaba logrando se fue a la mierda, ahora lo único que quería era morirme.

Gustav abrió la puerta;
- Alice necesito que bajes para que comas algo, se que no has comido nada hace días necesitas tener al menos algo en tu estómago.- habló.
- Prefiero comer aquí.- respondí sin mirarlo.
- Está bien, ahora te traigo el desayuno.- respondió y cerró la puerta.

Unas cuantas lágrimas salieron de mis ojos, no tengo fé de que esté sufrimiento acabe pronto, pase del amor al odio, el amor que le tenía a Tom se convirtió en odio y en miedo, ya no lo veía de la misma manera que los primeros días, el hombre del cual me enamore ahora era un desconocido y tal vez un asesino.

(.......)

Después de un rato Gustav entro con una charola de comida;
- Te traje el desayuno, es bastante comida, se que te la acabarás, espero y te guste.- habló con felicidad.
- Gracias.- respondí sin mirarlo.
- Alice, se lo que Tom te hizo anoche.- habló
- No te molestes en darme tu sermón, no quiero hablar de eso.- respondí mientras intentaba levantarme de la cama.
- Está bien, te entiendo, solo te diré que Tom quiere que bajes en cuanto termines de desayunar.- respondió para luego salir de la habitación.

Me dirigí hacía donde se encontraba la charola de comida, un plato lleno de fruta, jugo de naranja, café y un plato de huevos fritos, solo de ver esto me despertó más el apetito. Me senté y metí un bocado de fruta, está estaba fresca y jugosa......

Termine de desayunar, me sentía mucho mejor, quedé completamente llena y satisfecha por el delicioso desayuno, me levanté de la silla para dirigirme al baño, quería cepillar mis dientes.......

La puerta sono, escuché pasos pesados, ví una silueta en el marco de la puerta del baño, era Tom;
-¿Estás lista?.- preguntó con las manos en los bolsillos de sus pantalones negros y grandes.
- Si.- respondí.

Al salir de la habitación bajamos unas escaleras pequeñas de metal, todos estaban esperando en lo que parecía ser una sala, todos posaron su mirada en nosotros. Baje cuidadosamente ya que por el dolor era imposible moverme, la zorra de Camila me miraba con una cara burlona, maldita peliteñida.

- Te escuchamos Tom.- hablo Bill.
- Bien, como la mafia rusa sigue detrás de nosotros y no van a parar hasta lograr su objetivo, decidí que tal vez será bueno irnos de Los Angeles.- habló, esto hizo que mis ojos se abrieran.
-¿Y a dónde iremos?, Ellos nos buscaran por todos lados.- respondí Georg.
- Nos iremos a suiza.- respondió.
- ¿Suiza?, Tom eso está lejos de aquí, está a 11 horas.- respondió Bill.
- Lo sé, pero entre más lejos mejor, tendremos que empezar desde cero, pero una vez estando allá en Suiza debemos de estar alertas, allá no hay mafia pero como dice Georg, nos buscaran en todos lados.-
- Los puedo ayudar, yo tengo una casa en Suiza, es pequeña pero nos servirá.- habló la rubia
- Me parece bien.- respondió Tom.

Mi vida no podía ser más asquerosa, ahora estaré lejos de mi familia, este es el fin para mi.

- Entonces debemos de alistar todo, mañana saldremos en el primer vuelo.- habló Bill.
- Tom, ¿Qué pasará con Alice?, ¿Ella ya no volverá a ver a su familia?.- preguntó Gustav.

Tom volteó a verme y se quedó pensando un rato, -No, ella ya no los verá hasta que yo se lo permita.- respondió

Mis ojos se llenaron de lágrimas, mi corazón se quebró, ya no veré más a mi familia ni siquiera a Denisse, todas mis metas y mis sueños se fueron a la mierda, está vida no era la que deseaba.

- Bien, entonces alistemos todo.- habló Bill.
- Puedes irte a descansar.- habló Tom, refiriéndose a mí.

Le di una mirada de asco, de decepción, "Me das asco kaulitz", susurré para así darme la vuelta y entrar al cuarto.

Entre la habitación llorando, estaba destrozada, llore sin parar, me mal decía a mi misma por ser una estúpida e ingenua, ahora lo que más deseaba era morirme.

- Alice, ¿Podemos hablar?.- hablo la rubia mientras entraba a la habitación.

Me pare rápido, ni siquiera me importaba el dolor de mis costillas, -¡¡Vete a la mierda maldita zorra!!.- le grité y le cerré la puerta en la cara.

Quería estar sola, no quería hablar con nadie, llore y llore, y así me quedé dormida otra vez......

 𝘈𝘯 𝘶𝘯𝘸𝘢𝘯𝘵𝘦𝘥 𝘭𝘪𝘧𝘦 -𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora