【12】

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Hao se despertó por la tenue luz que traspasaba por aquellas cortinas de leve tono marrón, pensó que debieron hacerlas aún más oscuras si no querían incomodar a los huéspedes, pero no eran todas las cortinas del hotel, eran sólo las de esos últimos 3 pisos.

Observó a Hanbin a su derecha, un dolor en su cabeza lo invadió, pensó que no debió tomar tanto. Sintió un dejavu con aquella escena en la que se encontraba.

El pelinegro aún dormido se acercó a él abrazándolo fuertemente. Hao chocó su nariz en el cuello de Hanbin, tan cerca. No le disgustaba aquello pero aún así sintió una sensación rara que le revolvió el estómago. Definitivamente no estaba acostumbrado a eso.

Y es que siempre al terminar de tener sexo con sus citas tiene un sentimiento de tristeza, al despertarse y no ver a nadie siente un vacío en su interior que lo carcome el resto del día hasta que llega la noche y puede salir a buscar un nuevo objetivo con el cual meterse para satisfacer sus emociones negativas. Sentía felicidad momentánea durante el sexo, pero después de eso, vuelve a su melancolía diaria.

—Me haces cosquillas —dijo Hanbin en un susurro dejando salir una voz ronca de él. La respiración de Hao en su cuello hizo que despertara —buenos días —el castaño se despegó instantáneamente con incomodidad, Hanbin se extrañó por su accionar —no me digas que no te acuerdas de nada

—Si me acuerdo —respondió serio

—¿Entonces? —el pelinegro se acercó a él tratando de abrazarlo de nuevo, sin embargo este lo empujó

—No te confundas, sólo fue una noche —dijo con total molesta

—¿Qué? —frunció el ceño —¿Qué estás insinuando? —soltó un suspiro en forma de risa —¿crees que me enamoré de ti?

—No lo sé, pero no actúes así —se giró en la cama mirando hacia el techo —finge que lo de anoche no pasó

—Ni siquiera te la metí, aunque me hubiera gustado hacerlo —decía sarcástico

—Idiota —trató de ignorarlo

—Además, parecía que era tu primera vez haciendo un trío, lo único que hice fue cuidarte

—¿Primera vez? —rió —ya lo he hecho antes, muchas veces

—¿Ah sí? —sonrió burlón girando hacia él —¿y porqué no quisiste que ambos te penetraramos?

—¿Porqué crees? —volteó a verlo

—¿Porque tu agujero no es muy grande?

—Idiota —comenzó a reír —por si no sabías, el ano se puede dilatar a gran cantidad, sólo que anoche no quería

—Porque era yo, ¿verdad? —hizo un puchero logrando que Hao sonriera al verlo hacer eso

—Simplemente fue porque creí que me iba a doler, tu no tienes nada que ver, hace tiempo no tenía un trío así que... me asusté, eso es todo, yo también tengo sentimientos, ¿lo sabes, no?

—No parece —respondió irónico logrando que Hao lo fulmine con la mirada

El pelinegro comenzó a reír y se acercó al contrario para abrazarlo, este parecía no querer el tacto que Hanbin le estaba ofreciendo pero al final se dejó volviendo a quedar en la misma posición que estuvieron hace unos minutos.

Hao sentía como su espalda y su cabello eran acariciados delicadamente por las yemas de los dedos del coreano, era tan cálido, con los ojos cerrados podía sentir cada mínima sensación que era transmitida en su cuerpo. Tan buena y tan tenebrosa, porque era verdad, ese tipo de sensación le gustaba y asustaba al mismo tiempo, era algo nuevo para él, no sabía que pensar al respecto.

Tampoco sabía cómo afrontar aquello, se asustó de sus propios sentimientos, así que simplemente huyó.

—Me tengo que ir —se despegó de Hanbin nuevamente levantándose de la cama para tomar sus cosas

—¿Tan temprano? —cuestionó Hanbin estirándose en la cama —son las 8 —Hao ya no respondió, sólo se puso su ropa rápidamente y caminó hacia la puerta —¿no te vas a despedir?

Silencio.

El castaño había cerrado la puerta, terminó por salir del lugar dejando al contrario sólo. Este se cuestionó si había hecho o dicho algo mal, estuvo así por varios minutos hasta que también agarró sus cosas para irse. No tendría que preocuparse tanto por Hao. Al fin y al cabo no eran nada.

...

Zhang Hao llegó a su habitación, se acostó en su cama agotado, su cabeza aún dolía, sus mejillas estaban rojas y no sabía porqué, se quedó mirando al techo pensando en lo ocurrido hace poco. Había sido sólo una noche, no podía confundir ese tipo de cosas así, y sabía que iba a ser más complicado ya que le vería la cara a Hanbin a diario.

Quitó aquellos pensamientos de su mente y se dispuso a escuchar música, lo mejor que hacía era ignorar los problemas y esta no sería la excepción.

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Esposos por accidente 🥂 HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora