Esposos por accidente 🥂 Haobin

【11】

—Por lo visto, tu eres esposo de este bonito —decía aquel tipo tan campante

—Sí —respondió sin dudar

Zhang Hao sólo quería desaparecer, otra vez siendo interrumpido por Hanbin, ¿que de divertido tiene hacer eso? Sólo ocasionaba que le den ganas de apuñalarlo

—Ya que estás, ¿no quieres hacer un trío? —decía con una sonrisa ladina haciendo que Hanbin y Hao se queden igual de perplejos con su proposición

—¿Un trío? —volvió  a repetir Hanbin y este asintió. El pelinegro dirigió su mirada hacia Hao, este también lo estaba mirando, no pudo descifrar que era lo que pensaba —¿quieres hacer un trío?

—¿Trío...? —el castaño miró al chico de cabellos levemente rojos quien estaba esperando una respuesta suya. La idea no le pareció mala en verdad, ya había tenido tríos anteriormente pero ahora era diferente porque Hanbin iba a estar involucrado. Sin embargo, el alcohol en ese momento no le dejaba pensar con claridad, sus instintos eran mucho más fuertes. Giró sus ojos hacia Hanbin y respondió —sí...

El pelirojo se movió haciendo que Hao se baje de su regazo y se quede parado, se acercó a él y comenzó a besarlo, el castaño cerró los ojos disfrutando de eso y soltó un pequeño gemido al sentir las manos de Hanbin acariciando su abdomen por debajo de su ropa, se había posicionado detrás de él tocando lentamente hasta subir a sus pezones, los cuales comenzó a pellizcar con delicadeza mientras lamia el lóbulo de su oreja.

Terminó por sacarle la camisa mientras el otro chico desvestía la parte inferior, hasta que quedó completamente desnudo. Se quitó la ropa este también haciendo que el castaño se arrodille, sus intenciones eran que Hao le diera una mamada tanto a él como a Hanbin.

—Espera —Hanbin sacó dos condones del bolsillo trasero de su pantalón, entregándole uno al pelirojo —toma, ponte uno

—¿En serio? —rió de forma burlona pensando que le estaba tomando el pelo —bueno, está bien —lo tomó al darse cuenta que no era broma, se lo puso e introdujo su miembro dentro de la boca del castaño

Hanbin terminó por quitarse todas las prendas observando aquella escena, sintió su pene hincharse al ver a Hao de esa forma. Se colocó el condón también y dio unos pasos hacia ellos. Cuando Hao soltó el miembro del contrario, agarró el del pelinegro metiéndolo en su boca.

Dios mío, lo hace muy bien. Mierda.

Una deliciosa sensación recorría su zona, aquella boca lamiendo y succionando de arriba a abajo, era como estar en el cielo. Mientras soltaba algunos gemidos se percató que Hao estaba evitando usar su mano derecha, y cuando lo hacía era por pequeños instantes, no quería lastimar la carne con su anillo.

Después de un rato, Hao volvió a cambiar de miembro poniéndose el otro en la boca, el pelirojo no pudo soportarlo más, quería hacerlo de una vez.

—Ponte en cuatro —exigió y el castaño sólo obedeció subiéndose a la cama poniéndose en aquella posición

Sin prepararlo con anticipación, introdujo su falo dentro de su entrada haciendo que gimiera agudamente. Hanbin apreciaba la vista, veía a Hao sacudiendose hacia adelante y atrás en la cama cerrando los ojos con fuerza dejando entre abiertos sus labios.

El coreano subió a la cama arrodillándose frente a Hao, este lo vio percatándose que era lo que quería, abrió su boca aún más dejando que Hanbin introduzca su miembro erecto dentro de ella. El pelinegro no quería desperdiciar aquella sensación tan caliente que le había provocado la boca de Hao hace unos minutos.

Hanbin acariciaba su cabello mientras lo observaba succionar, creyó que en cualquier momento se iba a correr.

Un momento después, el pelirojo jaló a Hao hacia atrás haciendo que se despegue del miembro de Hanbin dejando un hilo de saliva en el acto. Este lo tomó del cuello besándolo y mordiendo sus labios. Cuando sintió que el líquido iba a salir de él se detuvo, empujó a Hao haciendo que este cayera sobre Hanbin con fuerza.

—Ten cuidado —dijo el pelinegro con leve incomodidad por lo que acababa de hacer aquel tipo

—¿Qué te parece si lo follamos los dos juntos?

—¿Los dos juntos? —frunció el ceño

—Sí ya sabes, nuestros penes, en su interior —señaló —es una sensación increíblemente placentera

Hanbin observó a Hao, este con solo su mirada dio a entender que no quería así que Hanbin hizo caso.

—Continúa tú —dijo dándole una pequeña sonrisa

Este hizo caso y prosiguió volviendo a meter su miembro, las embestidas hacían que Hao frotara su miembro con el de Hanbin ya que estaba encima de él y el pelinegro no estaba ni sentado ni echado, era un punto medio.

Los gemidos del castaño eran soltados delante de él, ya no tenía fuerza para colocar sus manos en el colchón así que los puso sobre los hombros de Hanbin y así poder sostenerse. Este también gemía al sentir su miembro ser frotado por el del contrario.

Lo tomó de la cintura acariciando aquella zona, sus rostros estaban tan cerca que no pudo evitar lamer su mejilla, depositó pequeños besos hasta bajar a su cuello el cual mordió y succionó dejando grandes marcas.

Hao soltó un gran gemido al sentir el líquido seminal salir de él manchando el abdomen de Hanbin inevitablemente, este al sentirlo y verlo gemir de esa manera no pudo evitar correrse también.

El pelirojo se vino también dejando que todo el condón se llene para después amarrarlo y tirarlo a la basura. Mientras se cambiaba agradeció a los dos por aceptar el trío y salió de la habitación.

Hanbin miró a Hao, estaba totalmente agotado, en cualquier momento iba a quedar dormido así que Hanbin tomó un poco de papel limpiándole el abdomen y el suyo también.

Se acostó al lado de Hao, este se acercó también cubriendo su rostro en el torso del pelinegro. Este lo abrazó para dormir junto a él. Podría haberse ido pero no quiso hacerlo.

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