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Matthew invitó a Hanbin al casino, quería enseñarle a jugar póker, este a pesar que no le gustaban los juegos de apuestas, quería distraer su mente así que aceptó. Se sentía inquieto, no había visto a Hao durante todo el día, creyó que quizás se enojó con él, tampoco es que le importara mucho lo que piense.

Anoche, él estaba muy ocupado con Olivia hasta que de pronto apareció su esposa histérica pidiéndole que se vayan porque le habían hecho perder el tiempo. Ella le hizo caso, se cambió y se fueron dejando en claro a Hanbin que no acepten algo si no estaban seguros los dos.

El pelinegro no dijo nada pero entendió lo que estaba pasando. Quiso buscar a Hao pero no sabía su departamento ni su número de teléfono, y tampoco quería preguntárselo a Matthew, él iba a pensar otra cosa.

Mientras se dirigían al casino, escucharon música sonando cerca, era noche de fiesta, gente bailando por los alrededores, tomando y disfrutando.

La mesa favorita de póker de Matthew estaba a unos centímetros pero Hanbin se quedó mirando a una pareja de chicos bailar abrazados y pegados, uno de ellos se parecía a Hao.

No.

No se parecía.

Era él.

—Debí suponerlo —pensó en voz alta

—¿Qué dijiste? —preguntó el rubio pensando que Hanbin se dirigía hacia él

—No, nada —sonrió siguiendo su paso

Matthew saludó a todos, era muy popular en el lugar, evidentemente. Hanbin sólo asentía, había mucha bulla así que no podía escucharlos bien, además, su mirada aún seguía pendiente de Hao y aquel otro tipo, se estaban besando, no sentía ni pensaba nada, sólo los observaba sin más. Notó que Hao estaba ebrio pero el otro chico no lo parecía, sin querer se preocupó un poco de eso. Un poco. Sólo un poco.

—Hanbin, es tu turno —la voz del canadiense hizo volver a la realidad. Habría entendido como se juega si no hubiera estado mirando a Zhang Hao

Su pequeña preocupación incrementó más al notar como aquel chico jalaba al castaño hacia otro lugar. No lo pudo evitar, necesitaba seguirlos.

—Perdón Matt, me tengo que ir —corrió lo más que pudo entre la multitud para alcanzarlos. El ascensor ya se había cerrado pero se quedó esperando para ver en que piso se detenía

Piso 42. Bingo.

...

El castaño estaba muy ocupado en el beso para percatarse siquiera en el piso que estaba, sólo era dirigido por el cuerpo del chico que conoció hace 1 hora, estaba muy guapo así que fue directo hacia él.

Escuchó una puerta abrirse, supo que ya estaban en una de las habitaciones, el chico que ni recordaba el nombre por culpa del alcohol lo dirigió hasta la cama donde se sentó colocando a Hao en su regazo, este apoyó sus rodillas en el colchón mientras seguía besando a aquel chico. Tomó su cabello entre sus dedos comenzando a acariciar y enredar entre ellos.

—¡Auch! —dijo el contrario despegándose del beso de Hao llevando una mano a la parte de atrás de su cabeza. El castaño se percató que una hebra de cabello, el cual tenía medianamente largo, fue arrancada por su anillo

—Lo siento... —decía apenado

—¿Es de compromiso? —preguntó al ver de cerca aquel objeto —¿estás casado?

—Yo...

Mierda, esto no me puede estar pasando a mí. Te odio, te odio Sung Hanbin.

—Oye, no te preocupes —comenzó a reír —te pusiste pálido, no quería asustarte, en realidad no me importa si estás casado —se acercó a él mordiendo su labio inferior —meterme con infiel me genera la adrenalina que necesito em mi vida —sonrió haciendo que Hao suelte una pequeña risa —pero para que sea más cómodo quisiera que te lo quites

Mierda.

—Eh... no creo que eso sea posible —decía con nerviosismo, cómo se supone que tienes que explicar que no puedes sacarte un anillo en pleno acto sexual

—¿No quieres quitártelo? —frunció el ceño

—¡NO!, no es eso, es que...

—¡Hao! —aquella voz repentina hizo que los dos muchachos giraran la cabeza hacia donde provenía —te estaba buscando, que bueno que te encontré, ya nos tenemos que ir —se acercó a ellos de la manera más normal como si no hubiera visto nada comprometedor

Mierda. Mierda. Mierda. Esto no me puede estar pasando de nuevo. Te odio. Te odio. ¡Te odio demasiado Sung Hanbin!

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Esposos por accidente 🥂 HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora