【24】

919 98 7
                                    

—¿Estás bien? —Matthew se acercó a la barra en la cola permanecía Hao totalmente decaído desde hace un rato —¿porqué tienes esa cara?

—¿Ah? —parecía distraído —no, estoy bien —hizo una sonrisa fingida de la cual el canadiense notó de inmediato

—¿Porqué estás usando una camisa de mangas largas? —se sentó en el asiento a su lado

—No quisieras saber

—Al parecer la pasaste muy bien anoche —dijo sarcástico

—Matthew, déjame en paz —mencionó en un tono calmado, por el momento estaba tranquilo

—Por las marcas que tienes en el cuello voy a asumir que sí —rió, pero Hao aún tenía una expresión seria y triste —hey, no estés así, ¿no quieres acompañarme a jugar al póker?

—Me costó sentarme en esta silla, si me levanto y empiezo a caminar me va a doler —afirmó

—Entonces... ¿quieres un poco de champagne?

—¡No! —alzó la voz dejando helado a Matthew por el repentino grito que pegó —no quiero tomar alcohol, nada termina bien si lo consumo... luego hago cosas de las cuales me arrepiento

—¿Te arrepientes? —frunció el ceño —¿anoche hiciste algo de lo que te arrepientes?

No hubo respuesta.

—¡Hao! —aquella voz erizó la piel del castaño apenas la escuchó a unos cuantos metros de él

Mierda, ahora no.

—Hola Hanbin —saludó el canadiense con una enorme sonrisa

—Oh, hola Matt —le devolvió la sonrisa para después sentarse al lado del castaño

—Los dejo solos chicos, me andan esperando —sonrió despidiéndose de ellos y caminando hacia la mesa de póker

El pelinegro agitó su mano diciendo adiós al rubio, después de eso se sentó al lado del castaño, este no lo miró, se mantuvo agachado viendo hacia la nada.

—Cuando me desperté ya no estabas —mencionó —creí que podría encontrarte aquí, ¿cómo estás? —pero este no contestó, a lo que Hanbin se inquietó por eso —¿estás bien, Hao?

—Detente —dijo con una voz casi inaudible pero que el coreano entendió a la perfección

—¿Qué te pasa? —preguntó preocupado pero este ya no volvió a responder —¿Hao...? —trató de moverle un poco de su cabello que estaba cubriendo su cara pero este repentinamente se movió hacia un lado alejándose que la mano del contrario

—¡No me toques! —gritó dejando paralizado a Hanbin —no hagas eso

El pelinegro no dijo nada por unos segundos pero entendió lo que sucedía, él lo estaba haciendo de nuevo.

—¿Otra vez? —dijo con un poco de incomodidad —, pensé que tú...

—Pensaste mal —no lo dejó terminar —anoche estaba borracho y...

—¿Esa es tu justificación para todo? —preguntó ahora con un tono de molestia —siempre eres así, porqué no simplemente me dices que te pasa

—No lo entenderías

—¿Cómo quieres que te entienda si no me cuentas nada nunca?

—¿Porqué te lo diría? —frunció el ceño mirando fijamente al pelinegro —tu y yo no somos nada

—Hao...

—No creas que porque tenemos un anillo y un papel firmado que dice que estamos casados me puedes tratar como si fuéramos pareja —decía enojado

—¿De verdad no sientes nada por mí? —interrogó esperando lo que quería escuchar

Mierda.

—Yo... —esquivó la mirada volviendo a ver hacia la nada —en mis planes de vida no está tener una relación

—¿Lo dices en serio?

—No quiero tener novio, ¿lo entiendes?

—Sí, lo entiendo —suspiró pesadamente —también entiendo que ni tu mismo sabes lo que quieres

—Déjame en paz... —sintió un nudo en su garganta

—Sí en algún momento quieres hablar con alguien... —se levantó de la silla —pues hablar conmigo, aunque sea podríamos ser amigos

Silencio.

Hanbin abandonó el lugar yendo de nuevo a su piso, se sentía mal consigo mismo, se sentía estúpido, tan estúpido por enamorarse de alguien que no sabe lo que quiere, que no es claro con sus sentimientos y que mucho menos quería hablar sobre ellos.

Hao por su parte, solo pensaba en sí mismo sin darse cuenta que estaba dañando a la única persona que mostró interés por él en toda su vida. Pero sentía que no merecía ese afecto, que no debería gustarle, quería aferrarse a la idea de que nada es para siempre y las relaciones no duran para toda la vida.

Se devolvió a su habitación y encerrándose ahí, se acostó en su cuarto comenzando a llorar.

Te odio Sung Hanbin, te odio por hacerme sentir de esta manera, tu no tenías que aparecer en mi vida... te odio.

【🥂】

Esposos por accidente 🥂 HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora