Esposos por accidente 🥂 Haobin

【07】

—¿Y hace cuanto que estás en Las Vegas? —preguntaba aquella chica peliroja queriendo saber más del pelinegro

—Hace una semana, quería visitar la ciudad ya que decían que era la ciudad prohibida y ya veo porqué —sonreía pícaro

—Hanbin, aquí estás, te estaba buscando —el pelinegro volteó inmediato viendo a Hao agarrando su brazo con fuerza —¿quién es tu amiga?

—¿Qué estás haciendo? —dijo Hanbin en un susurro. La chica frunció el ceño sin entender lo que ocurría —hey, Sadie no le hagas caso, él...

—Somos esposos —interrumpió el castaño mostrando su anillo y jalando con fuerza la mano de Hanbin para enseñar que él también tenía el mismo

—¿Esposos? —aquella chica observó los anillos con desasosiego. Elevó la mirada hacia Hanbin sintiendo rabia por doquier —¿a esto te referías con "ciudad prohibida"?

—Sadie, escúchame

—No me toques, los hombres en serio que son unos imbéciles —se fue del lugar caminando rápidamente

—¿Qué te pasa? —preguntó el pelinegro con furia a Hao

—Ahora estamos a mano, ¿sentiste lo que yo sentí hace un rato, verdad? —sonrió triunfante

—¿Qué mierda quieres ganar con eso?

—Absolutamente nada, me siento igual de miserable como hace rato y todo por tu culpa

—Necesitas un psiquiatra

—Lo sé —sonrió —desde que nací

—¿De verdad ya no quieres buscar a nadie más? —dijo en un tono más calmado

—Ya es tarde, además ahí hay puros señores —miró hacia el casino

—Puedes acostarte con uno a cambio de dinero, ¿no lo habías pensando? —dijo con sarcasmo

—¿Eres un idiota lo sabías?, yo no me prostituyo

—Todavía

—Vete a la mierda —dio un paso chocando el hombro de Hanbin a propósito. Se sentó en la barra a observar el panorama, literalmente la mayoría eran señores, habían algunos jóvenes pero no eran del tipo de Hao, pensó que quizás con algunos tragos ni iba a notar si ellos eran lindos o no

—¿Quieres probar la piña colada? —Hanbin se acercó a él sentándose a su lado

—Todo lo que sea alcohol lo necesito en mi sangre en este momento, si tomo mucho a le mejor me duermo y me olvido de todo esto que acaba de pasar

—En serio necesitas un psiquiatra

—¿Vas a pedir la piña o no?

—Dos piñas coladas por favor —dijo el pelinegro al bartender quien en un instante comenzó a crear las bebidas, al finalizar se las entregó —Gracias, ahora prueba —Hao al escuchar eso lo probó sintiendo un sabor muy agradable

—Está muy rico —comenzó a beber sin parar —el alcohol se siente pero no es exagerado, y sabe a piña, está muy rico, de las mejores piñas coladas que he probado

—Te dije que estaba rico

—Me tomaría 100 de estos

—Pide todos los que quieras

—No estarás tratando de emborracharme para tener sexo conmigo, ¿verdad? —preguntó con leve sospecha

—¿Qué? —rió de la impresión por aquel comentario —claro que no, si quisiera tener sexo no te emborracharía, no sería divertido si estás inconsistente —Hao lo observó, se veía muy serio cuando dijo eso así que sólo prosiguió a seguir tomando su bebida

Estuvieron más de una hora tomando piña colada, incluso lo combinaron con otros tragos que les dio curiosidad probar por el nombre o el color que tenían. Los dos se encontraban con el rostro enrojecido, riendo por cualquier cosa que decían como si fueran un par de adolescentes.

—Hace unos días, me iba a acostar con un chico y él se asustó cuando vio el anillo —rió —le tuve que decir que era un adorno y se veía bonito en mi dedo

—¿Te creyó?

—Creo que sí —rió —de todas formas no lo volveré a ver

—Podrías intentar buscar formas de quitarte el anillo —sugirió —¿Has probado usar lubricante?

—¿Crees que no?

—Pues no, pareces muy feliz de tener ese anillo —decía con sarcasmo

—Idiota —sonrió hipando en ese momento. Hanbin rió ante eso —, es muy incómoda esta cosa, ni siquiera me puedo masturbar bien

—Si quieres te puedo ayudar con eso —se acercó a decirle eso cerca de su oído generando un cosquilleo a Hao el cual lo hizo sonreír

El castaño sintió como su cabeza daba demasiadas vueltas, hasta que de pronto no pudo más y cayó sobre la barra perdiendo la consciencia.

【🥂】