El único que me entiende

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Eran alrededor de las 21:00 p.m.

Bryn se encontraba sola en casa, limpiando los muebles de la cocina hasta que escuchó el sonido de la puerta principal.

Rápidamente dejó lo que estaba haciendo y se dirigió hacia la puerta. Últimamente no le gustaba pasar tiempo sola.

Se quedó congelada al ver gotas de sangre en el suelo. Cuando levantó la mirada, vio que Brack tenía un corte enorme en el brazo.

—¡¿Qué te pasó?! —ella se veía entre preocupada y aterrada.

—Solo es un corte, he pasado por cosas peores.

El suelo cada vez tenía más sangre.

—Estás perdiendo mucha sangre, tengo que taparte rápido la herida.

Bryn comenzó a buscar desesperadamente algo con lo que poder hacer presión contra la herida y así que Brack no perdiese más sangre.

Por otra parte, a él se le veía tranquilo, no era la primera vez que pasaba por este tipo de situaciones.

La chica volvió con unas vendas, una mezcla de agua con sal, unas gasas y se llevó a Brack al salón, concretamente al sofá para poder curarle la herida.

Empapó una gasa en el agua con sal y comenzó a limpiarle la herida con pequeños toques.

Él se veía indiferente, no parecía sentir dolor en lo absoluto.

—Pareces muy nerviosa.

Bryn acabó de limpiarle la herida y comenzó a vendarle el brazo.

—Normal, si pierdes mucha sangre podrías desmayarte o morir. Y no quiero que pase eso.

—Pareces saber mucho del tema.

Bryn terminó de vendarle la herida y se apoyó en su pecho.

—Estuve estudiando medicina hasta hace no mucho.

Brack comenzó a acariciarle el cabello.

—¿Ah sí? No te pega.

Ella lo miró a los ojos con una sonrisa.

—¿Entonces qué es lo que me pega?

—No sé, pensé que habrías estudiado peluquería o algo así.

La chica volvió a apoyarse en su pecho, esta vez, pensativa.

—Pues nunca lo había pensado, solo estudié medicina porque me obligaron mis padres. Más bien mi madre, él solo seguía órdenes de ella.

—¿Entonces no te gustaba eso?

—No es que no me gustase, en cierto modo, me hacía feliz poder ayudar a la gente con mis conocimientos. Pero por otra parte, me gustaría saber qué hubiera pasado si me hubieran dejado elegir a mí.

Él la abrazó con cuidado y dejó un delicado beso sobre su cabeza.

—Entiendo lo que se siente.

Ella lo miró a los ojos.

—¿Sí?

—Sí, después de todo "trabajo" de esto por obligación.

Bryn lo abrazó más fuerte y se quedó en silencio por unos segundos.

—Parece que eres el único que me entiende...

—No sé si eso es bueno o malo.

—Yo tampoco...

Bryn miró hacia el brazo vendado de él.

—Creo que es mejor que te atienda un médico de verdad, la herida parecía ser profunda.

Cegada por el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora