Narrador: Bryn
Me encontraba en mi cama, esa misma tarde. Eran las 4.
Estaba tumbada mirando al techo con la mente en blanco, hasta que Yuna entró por la puerta con una bolsa de plástico enorme llena de cosas.
Me incorporé sobre la cama y me quedé mirándola con curiosidad.
—¿Qué es eso?
—Adornos de navidad. Ya estamos en diciembre.
—¿Pero exactamente qué vas a hacer con ellos?
—¿No te has enterado de la fiesta de después?
—¿Qué fiesta?
—Bueno, la organicé yo en el último momento, pero por la noche va a haber una fiesta de navidad.
—No me pega una fiesta navideña con una mafia, la verdad.
—Ya, es solo una excusa para poder hacer una fiesta. Quiero sacar a Nico a bailar.
—Ya me parecía a mí.
Yuna se acercó con la bolsa a la cama y me enseñó lo que había dentro.
Eran un montón de guirnaldas, luces led, diademas y otros adornos navideños.
—¿Y dónde vais a hacer la fiesta esa?
—Mi idea era usar toda la mansión, pero de momento he conseguido solo la última planta.
—¿Y en esa planta qué hay?
—Pues viene siendo como una planta de relleno, creo que solían usarla para reuniones con gente importante.
—Aún sigo con la duda de cómo es que estamos viviendo en un sitio así, esto debe de valer millones.
—Aquí era donde vivía el anterior jefe de la mafia. Y al haber cambiado de jefe, pues...
—Vaya, sí que dejó una buena herencia.
—Ya ves.
—¿Pero no tenía algún familiar que pudiera sustituirle? ¿Cómo es que un sicario normal y corriente acabase siendo el jefe?
—A ver, voy a intentar explicártelo. Ya te aviso que es un poco lioso.
Yuna dejó la bolsa en el suelo y se sentó a mi lado.
—A ver, normalmente, en la mafia suele haber una persona que sería la sustituta del jefe en caso de que le pase algo. Suele ser un familiar suyo o alguien cercano. En este caso, nuestra mafia era un desastre, no teníamos a esa persona sustituta y nadie se molestó en buscarla. Cuando El viejo murió, la gente estaba desesperada. Algunos son tan inútiles que no saben qué hacer sin jefe, son unos mandados. Y nadie se había ofrecido para tomar el puesto del Don, ¿sabes? Nadie creía ser digno de poder sustituir al viejo, que llevaba años cumpliendo su legado. Así que al final decidimos escoger un nuevo jefe entre todos, y por todos me refiero a todos, hasta a los cargos más bajos de la mafia. Brack tenía muchas papeletas para ser el nuevo Don, él era uno de los sicarios favoritos del viejo y a parte, tanto a él como a mí nos vio crecer, es como nuestra figura paterna, ya que yo tengo recuerdos muy borrosos de mis padres. Y bueno, él acabó siendo el jefe, elegido por mayoría, la gente lo respetaba porque hacía bien su trabajo, y así sigue siendo ahora.
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Cegada por el amor
Teen FictionUna chica es secuestrada para ejercer de criada en casa de un sicario. Ambos acaban por enamorarse y tener una relación. Lo que ella no sabe es que él oculta secretos y actitudes negativas. A pesar de las advertencias de la gente, ella decide seguir...