Cegada por el amor

Conociendo el entorno

Narrador: Yuna

Estaba con mi novio, en una zona más apartada de la discoteca. En la segunda planta.

—¿Entonces ya trajiste a la chica esa junto a tu hermano? —me preguntó.

—Sí, me costó lo mío, pero por fin lo conseguí.

Me sonrió y me acomodó un mechón de la peluca detrás de la oreja.

—Sabía que lo conseguirías. Siempre logras todo lo que te propones.

—Claro, por eso estás conmigo a día de hoy —me reí.

—Me alegro de que sea así —me abrazó.

Le correspondí el abrazo y le di un beso en la mejilla.

—Eres tan lindo...

—Tú más, mucho más.

En verdad no, pero si él lo decía.

—¿No te vas a quitar la peluca? —añadió jugando con un mechón de esta.

—¿Por? ¿No te gusto de rubia? —sonreí.

—A mí me vas a gustar siempre, sin importar tu color de pelo. Lo decía por si tenías calor.

—Qué mono —le di un beso en la mejilla—. Pues sí, creo que me la voy a quitar.

Después de decir esto, me quité la peluca, dejando al descubierto mi hermoso cabello negro.

Él se quedó hipnotizado, mirando mi pelo moverse de un lado a otro mientras me lo acomodaba después de quitarme la peluca.

Dejé la peluca en una mesa que había cerca.

—Me encanta tu pelo —me halagó.

—Y a mí el tuyo. No a todo el mundo le queda bien el pelo blanco.

—Gracias.

—¿Desde hace cuánto tiempo te lo tiñes? —le pregunté, acariciando su cabello.

—Desde hace años, la verdad. A mis padres nunca les gustó que lo hiciera, pero yo iba por libre, no le daba tanta importancia a la normas que me ponían.

—Por todo lo que me cuentas, tus padres debían de ser un coñazo. ¿Verdad?

—Un poco, pero yo siempre trataba de verle el lado positivo a las cosas. Para no amargarme.

—Eso es algo que me encanta de ti —lo abracé y me apoyé en su pecho, mirándolo—. Siempre tienes una sonrisa, aún cuando las cosas no van del todo bien.

—Quiero pensar que, si estoy feliz, la gente de mi entorno también lo estará.

Me acerqué a él y le di un beso en los labios.

—Sabía que no me equivoqué al enamorarme de ti —susurré.

—Lo mismo digo.

—¿Y tú qué viste en mí para enamorarte? —indagué.

Me tomó de las manos y empezó a hablar.