"Te amo"

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Narrador: Bryn


Me desperté al día siguiente algo cansada por la noche anterior. Esto de organizar fiestas era muy agotador, no lo volvería a hacer en una buena temporada.

Cuando me giré lo vi a él, abrazándome todavía en sueños.

Le di un beso en la cabeza y me quedé mirándolo. Me encantaba verlo dormir, se veía como un niño pequeño.

Me quedé mirándolo unos minutos hasta que escuché una voz justo detrás de mí.

—Tengo que contarte una cosa.

Me giré y vi a Yuna de pie justo al lado de la cama, con la sonrisa más grande que había visto en mi vida.

—¿Qué pasó?

—Es una pena que no lo hayas visto por ti misma, eso pasa por irse temprano de la fiesta.

—¿Por qué? Dime que no has matado a nadie.

—Bueno, digamos que Liam no se lo pasó mal en la fiesta.

Al escuchar eso mis ojos se abrieron muchísimo, como si se me fuera la vida en ello. Tratándose de Liam, podría esperarme cualquier cosa.

—Vale, me estás asustando. ¿Qué pasó?

—Lo vi besándose con Xiao.

—¿Ya? ¿Tan rápido? —pregunté con una mueca.

—Al parecer sí. No quise acercarme ayer para no cortarles el rollo. Pero hoy voy a enterarme cueste lo que me cueste.

—Hombre y yo también, el chisme me puede.

—Por fin alguien que me entiende.

Yuna desvió su mirada a Brack con una sonrisa.

—Qué ganas de pegarle con el cojín.

—¡Oye! —grité abrazándolo con fuerza.

—Es que me molesta verlo así, no sé, se lo ve feliz ahí abrazado a tí.

—¿Y a ti eso que más te da?

—No sé, me molesta ver a la gente feliz.

—Bueno, creo que con Nico no dirías lo mismo.

—Claro que no, siempre hay excepciones. Pero no puedo resistir la tentación —dijo agarrando un cojín de la cama.

—Oye, que te he dicho que no.

—Ya, pero solo obedezco cuando me da la gana, y hoy no es el caso. Anda, aparta si no quieres que te desfigure la cara —sonrió con emoción.

Yo no respondí, solo seguí abrazándolo mientras miraba fijamente el cojín que tenía Yuna.

Ella levantó el cojín en señal de que iba a dar el golpe más fuerte de toda su vida, pero se detuvo al escuchar la voz de él.

—Como se te ocurra pegarme con el cojín te llevas la ostia de tu vida —murmuró con la cabeza apoyada en mi pecho.

A Yuna se le borró la sonrisa de la cara y lanzó el cojín al suelo con desilusión.

Cegada por el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora