Plagas

341 14 11
                                    

La noche cayó completamente en la ciudad. Una no muy grata a decir verdad, puesto que el cielo originalmente estrellado se encontraba completamente nublado y con amagues de una lluvia inminente, lo mas probable es que así fuera.
Las farolas se encendían en cada calle con sus luces cálidas contrarrestado a la plena oscuridad y la ausencia de luna, de la misma forma que en la Casa Rosada comenzaban a encenderse.

Una de ellas en especial era más suave, como si fuera la luz de una lámpara de escritorio, puesto que en realidad lo era.

Buenos Aires se encontraba en su escritorio escribiendo papeles tras papeles, rellenando todos aquellos trámites que su padre le había dejado a cargo . . . Odiaba hacer ese trabajo, si bien era la capital y ya a este punto estaba acostumbrado realmente lo detestaba y si fuera por él mismo estaría en medio del campo tomando mates.

Resignado de llenar papeles políticos y mirar correos electrónicos apartó finalmente la cabeza, cerrando los ojos al largar un suspiro agotado. Los laureles de su cabeza se movieron como serpientes por la misma, estirándose y volviendo a su posición original de encontrarse enredados entre sus cabellos, hasta ellos mismos estaban agotados.

---Si . . . Yo también estoy re cansado, creo que podríamos irnos tomando un descanzo de esto ---mencionó en voz alta acariciando con su mano las suaves hojas de aquellas ramas---

Los laureles respondieron a su manera, enredandose entre los cabellos y poniéndose cómodos. No era como que tuvieran vida propia o una conciencia, pero le gustaba fingir que si, como si ellos mismos fueran su conciencia, aunque si había momentos en los que se movían por su cuenta.

---Mmm. . . ¿Qué hora es? ---se preguntó a si mismo al ver como por su ventana no entraba luz--- de noche y éste aún no vino, era de esperar. . .

La queja resonó en el aire una vez más, mientras dejaba caer sus brazos cansados en su regazo y soltaba otro suspiro de agotamiento. Su padre aún no había regresado de su salida, y no tenía la más mínima idea de dónde podía estar. Sabía que cuando se iba a divertir, podía ir desde el primer boliche en Palermo hasta un pub en el centro de Las Vegas. Era increíble cómo podía desaparecer en un abrir y cerrar de ojos como si nada le importara. Que tipo más impredecible...

Decidió levantarse de la silla y caminar hacia la cocina, comer algo le vendría bien. Había pasado tanto tiempo sentado allí que sus piernas ya comenzaban a doler, y se sentía como un viejo antes de tiempo.

Al tomar su celular, buscó alguna notificación relevante, pero solo encontró nuevos correos de la misma persona, "Karma". Aun no le habia contestado el mensaje ni escrito pero ya estaba pidiendole una respuesta . . . Si se lo ponía a pensar no tenía idea de quién era, que él mismo supiera ningun country o state se llamaba asi, aunque pensaba que lo mas seguro es que fuera Córdoba rompiéndole las bolas para molestarlo, quizás más tarde le responda.

Su mueca se hizo de enojo hasta escuchar charlas en lo que sería el comedor, aquel donde habían estado mas temprano. Como no recordaba quienes podrían ser directamente bajó por las escaleras, después de todo podía ser cualquiera, era la casa de todos ellos por más que muchos no vivieran directamente en ahí como él y CABA, (que lo más probable fuera que también se haya ido a la mierda para no laburar).

---Mmm? ---asomó la cabeza de detras de las escaleras--- Aaah, están ustedes dos ---dijo al ver a ambas provincias sentadas sobre el desayunador---

Los dos que estaban giraron sus cabezas, aunque uno sin levantar mucho la vista del celular, Chaco para ser más especifico, como era el hipster de los hermanos no podía no pasar una hora sin estar revisando su instagram y tumbler a ver si una de sus publicaciones había tenido un corazón, aunque si le sorprendía estarlo viendo sin su sombrero o bufanda, esperaba que fuera que la haya puesto a lavar por fin. Por otro lado Corrientes estaba con el mate en la mano y el pelo escrispado cual erizó, su pelo natural después de todo.

En lo profundo del alma [RusArg] (En Reescripcion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora