Siguiente paso (2/2)

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Su corazón latía tan rápido que podía pararse en cualquier segundos, las gotas de sudor frio bajaban desde su cuello a su espalda; sus manos temblorosas sostenían con fuerza aquella carpeta que tanto le costo obtener, las hojas sueltas en su interior de los otros informes que robó en el escritorio del mayor estaban que se salían de dentro de la misma.

Con sus ojos cristalizados del miedo, al oír el crujido del suelo, volteó lentamente fijando la vista en el otro lado de la oficina.
La puerta secundaria que entraba a la misma estaba abierta levemente, con una figura alta e imponente por delante, vestida con un traje militar verdoso oscuro con una estampa en su costado, el nuevo emblema del "rosedal", su cabello largo recogido en una cola de caballo alta a la cual una rosa blanca de manchas lilas la adornaban, reconoció su bandera al instante, Bielorrusia.

Dio un paso hacia atrás del susto pero poco pudo moverse cuando la mujer corrió rápido en su dirección con una clara expresión de enojo, el peruano se movió ágilmente por su costado en un intento de escape pero la mayor, con obviamente un tamaño mas grande, estiró su mano hacia su cuello agarrándolo con fuerza y estampándolo contra la pared de un librero, provocando la obvia caída de muchos cuadernos y libros al suelo que sonaron por todo el lugar.

-¡M-mierda! -pensó para sus adentros desesperado, moviendo sus manos hacia el brazo de la mayor, haciendo fuerza como podía, enterrando sus uñas en la piel contraria en un ultimo intento que su cuello fuera liberado, pues se estaba quedando sin aire- ¡parece una maldita maquina! ¿Ni siquiera me reconoce? -se preguntó mirando a esos ojos verdes que expresaban furia asesina, fría y sin alma, como un autómata listo para aniquilar a su enemigo, solo que esta estaba bastante ciega-.

Perú continuó apretando y pataleando a la eslava, debía apurarse en huir antes que la rosa en Bielorrusia avisara a Argentina de la presencia de un "intruso" en su oficina, mas su pequeño tamaño y poca fuerza no lo ayudaba.

Soltó la carpeta de su mano arrojándola unos metros atrás para dejar sus manos libre, apenas lo hizo se agarró de los estantes de la biblioteca evitando que su mismo peso, sumado al agarre, le cortaran la respiración, vio la carpeta de reojo caer de lleno sobre el piso esparciendo las hojas sueltas y resonando en el lugar aun mas fuerte que los otros libros al poseer un mayor tamaño y peso, una de las mismas hojas voló con el viento hasta caer justo en la entrada de la puerta secundaria aun abierta, clavó su vista con sus parpados algo cerrados en la misma tratando de descifrar para donde conducían, parecía un pasillo pero al no recordarlo le resto importancia y solo supo que esa seria su única escapatoria sin que su acción traicionera saliera a la luz y continuara vivo.

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Entrecerró los ojos molesto enfocándose en la dirección donde el sonido de algo cayendo resonó, la oficina de Argentina... no era un sitio de fácil acceso, talvez las sospechas que tenia de ese pequeño peruano traicionándolos no estaban tan equivocadas, pero aun así no podía sacar conclusiones, muchos matarían por la información que las carpetas y archivos que poseían, pensaba en que podrían haber entrado por las ventanas, las alas de muchos otros eran una ventaja, pero seria poco probable...las provincias lo habrían escuchado, los vidrios rotos o el estruendo de una caída, Argen los había entrenado para ello, defender su territorio como perros de pelea.

Sus pasos congelaban la alfombra bajo sus pies, dejando un leve rastro de escarcha blanca en los pelos de la falsa piel, los mismo con los metales de las bisagras de las puertas que sobrepasaba o sus pomos pasaban a de un cobrizo brillante a un frio dorado que se cristalizaba a medida que el ruso se aceraba.

-Кто ты, черт возьми, грязный взломщик? -¿quien mierda eres, asqueroso ladrón?- -pregunto en una leve voz alta pero de tono grave, claramente molesto apuntando con sus violetas ojos, ya no eran grises asustado, a esa puerta de la oficina con decorados dorados, caminaba con su mano muy cerca de su arma de fuego-.

En lo profundo del alma [RusArg] (En Reescripcion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora