Que la conquista comience

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Argentina, o más bien dicho, Confederación Argentina, caminaba a un paso tranquilo por los pasillos de ese lugar, con la mano derecha agarrada al pomo de su espada y la izquierda tomando a Misiones. Su mirada era sería y fija en llegar a esa reunión.
Soltó la mano del menor antes de entrar a la sala, el infante se asusto un poco y quedó quieto en el lugar.

-Ve y siéntate allá - le apuntó unos asientos con la mano- quédate muy quieto, luego harás lo que quieras -se despidió y entró en la sala.

El menor de cabellos rojos obedeció sin decir nada, dando pasos rápidos hasta subirse a uno de los sillones y esconderse entre sus almohadones. Su madre se quedó observándolo por unos momentos antes de continuar su camino, quería asegurarse que nadie más fuera a verle si pasaba por ese mismo pasillo.

Abrió la puerta sin ninguna delicadeza, su mirada de asco era inconfundible y se notaba a kilómetros de distancia. El ambiente se cargó de tensión y pesadez, mientras un fuerte aroma a odio impregnaba el lugar. Se colocó estratégicamente entre Rusia y México, mostrando una postura desafiante y protectora al mismo tiempo.
Podia ver como no era el unico que habia había sufrido cambios, el mexicano sobre todo era quien mas llaba su atencion en un inicio, sus ojos antes verdes ahora eran rojos, su vestimenta era la misma que antes, su gabardina abierta mostrando su pectoral al descubierto y si gorro fedora, pero era el hecho de que por primera vez veían sus alas fuera en un momento que no fuera para volar, eran marrones pero ahora tan oscuro que parecían negras lo que a sus ojos atraía. Por otro lado Rusia. . . Oh~ Rusia~ sus antiguos ojos morados había sido reemplazados por unos violetas brillantes, fríos como el invierno y que a quien miraran congelaban del odio y asco que desprendían. Sus vestimentas eran obviamente de su padre pero jamás creyó que el color negro en su canello y parte superior de la bandera fuera a quedarle tan bien. Ambos amantes se habían dedicado unas miradas no muy discretas en cuanto a ocultar su relación.

Sin embargo, la tensión y el odio que se respiraba en el ambiente no dejaban lugar para sutilezas o disimulos. Cada gesto y mirada eran cargados de significado y desconfianza, como si en cualquier momento pudiera estallar una tormenta.

---Wow Japón, nunca te había visto con semejante cara de ojete, ya te pareces a su padre, jejeje - dijo burlandoce Argentina.

El soviético y el mexicano no tardaron en reírse de esa burla.
La japonesa de rayas en la cara se indigno, su expresión enojada lo decía todo.

-黙ってよ、不潔なラテン系! - Más te vale callar, latino asqueroso!-

Antes de que pudieran empezar una discusión entre ambos bandos, la puerta de entrada se abrió, dando paso a una figura muy alta y sombría, su risa seca y desquiciada inundó la habitación, el último de los 6 países que faltaba, y tal vez, el más peligroso a la vez.

La presencia de aquel país provocó un silencio sepulcral en la habitación. Todos los demás presentes voltearon con sus respectivas miradas, algunas serias o mas relajadamente locas, pero que por dentro todos tenian cierto temor hacia él. Sabían que estaba en otro nivel de poder y capacidad, y que era capaz de desatar una tormenta de destrucción con solo un movimiento de su mano, aunque no era el poder en sí lo que podía llegar a atemorizar, sino su psicótica mentalidad.

-Jajajajaja, Werden sie den Krieg ohne mich beginnen? -¿Comenzarán la guerra sin mí?- río a carcajadas el país de tres colores.

-Германия или, может быть, я должен назвать тебя "четвертым рейхом" -Alemania... o tal vez deba llamarte "Cuarto Reich"- Rusia lo miró con odio, si fuera una máquina su sistema gritara "enemigo encontrado"a todo volumen

-Jajaja, creo que tienes razón, amigo soviético -miró a todos con esa cara de psicópata que tenía, su pupilas totalmente contraídas y de su ojo derecho se formaba claramente una esvástica, su uniforme era el mismo que el de su padre, Argentina lo reconocía perfectamente.

En lo profundo del alma [RusArg] (En Reescripcion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora