STEALTH

Capitulo 13

Sentimientos

—¿Que ha pasado?—la incertidumbre reina los ojos de Megan cuando nos esconde en un pasillo continuo.

—¡Nada!—intento no contar detalles de lo ocurrido,sobretodo por la vergüenza que me corroe—Es solo que el otro dia lo vi y como me contaste lo de las emociones intensificadas...

Parece calmarle lo que le digo porque suspira como si se hubiera quitado un peso de encima.

—Hay aveces que no las controla y ocurre al revés, son ellas las que lo hacen ,por eso cambian de color. Si ves que ocurre de nuevo lo mejor es que te alejes de ella, sobretodo siendo tu un humano,no se que podria hacer si se le sale de las manos.

—¿Y es posible que ella aumente las emociones de los demás?—mi pregunta hace que Megan se quede quieta y me mire fijamente. Me parece que va a preguntarme si le oculto algo cuando abre la boca y suelta un chillido.

—¡Te gusta!—me apunta con un dedo y lo único que hago es negar furtivamente.

—No, no es eso...

—No te preocupes, no se lo voy a contar

Parpadeo sorprendido antes de ver como Megan se da la vuelta y entra a el comedor dando pequeños saltos.

Me cuesta unos segundos salir del trance en el que me he quedado. Al final no consigo respuestas que me quiten de la cabeza el momento de ayer. Saber que aquello había sido causado porque Alia no pudo controlar sus sentimientos no me calma,sobretodo sabiendo que ella no intensificó los mios ,asi que es probable que  fueran reales.

Algo en mi interior salta y no estoy seguro si es mi corazón acelerado al saber la verdad.

Lo que si hago es caminar hasta la entrada del comedor. Hoy especialmente esta vacio asi que no tardo en divisar la unica mesa de la que salen carcajadas. En ella se encuentran Megan y Adam riendo y se me baja la presión al pensar que la castaña le está hablando de nuestra conversación.

En medio está Rowen que come con la mirada agachada mientras que Blair que está frente a él le mira apenada. Cuando deslizo mi vista hacia un cabello blanco decido apartarla y acercarme a la mesa. Me doy cuenta que se me ha olvidado coger el desayuno cuando por fin me siento, pero al sentir su mirada me averguenzo y hago como si nada.

Miro la mesa blanca hasta que se desliza por la superficie una mano que agarra una manzana tan roja que me recuerda a la sangre. No puedo evitar alzar la vista y fijarme en que Alia, que esta sentada frente a mi, me mira tan fijamente que no veo ninguna pizca de sentimiento en su rostro.

Cojo la manzana y al hacerlo noto la calidez de sus manos. Al instante recuerdo el dia que la encontré en el bosque y lo frio que estaban sus manos. Me estremezco y puedo notar que ella también pero no dice nada.

—¿Sigues practicando con los cuchillos?—su voz al principio es rasposa,casi nerviosa. Estaría sonriendo si no fuera porque extrañamente me siento igual que ella, pero no lo dejo notar.

—Si,¿porque?—le doy un mordisco a la manzana y noto exactamente el momento en el que Alia baja su vista a mis labios.

—¿Has mejorado ?—Adam se mete en la conversación y aparto la mirada de Alia para contestarle.

—Algo así.

Todos están pendientes ahora de la conversación. Creo que Adam va a hablar pero entonces noto como vibra la mesa y Rowen le susurra algo al moreno.

—Alia podría ayudarte—dice Rowen. Echo un vistazo a la peliblanca y veo que tiene los ojos entrecerrados y lo mira como si le dijera algo con la mirada.

El silencio es casi visible si no fuera por las conversaciones lejanas de los demás que se encuentran desayunando.

Hay algo raro en esta conversación que no logro entender. Sin embargo cuando estoy apunto de analizar la situación ,la peliblanca se levanta del banco.

—Después de comer en la sala de entrenamientos.

Rowen hace lo mismo y va tras ella. Yo mientras tanto miro a los demás que se encuentran callados.

Y no puedo hacer otra cosa que terminarme la manzana.

Cuando vuelvo a mi habitación no puedo evitar pensar en todo lo que a ocurrido durante estas dos semanas. No he vuelto a ir a clases ni tampoco e visto a Simon. Aunque no dudo en que Megan ha hablado con él me pregunto si me echara de menos, es posible. Me gustaría hablar con él aunque sea por teléfono.

Como si alguien me hubiera escuchado noto que alguien pega a la puerta. Al abrirla me encuentro con Rowen que mira hacia el final del pasillo.

—Tenemos que hablar—dice antes de entrar a la habitación.

Antes de cerrar la puerta me asomo al pasillo hasta mirar a lo lejos la puerta de la sala médica que encontré el primer dia. No he vuelto a caminar por ahí.

—¿Que quieres?—me cruzo de brazos y puesto que el pelinegro esta justo de pie ante mi cama me apoyo en el filo de la cómoda.

—Cuando vayáis a la fiesta necesito que lleves esto—se saca del bolsillo una especie de tubo plateado—Lo usaras solo si crees que Alia lo necesita, ella no te lo dirá. Cree que puede hacerlo todo sola y me preocupa que lo intente siempre.

—¿Ese es el liquido que se suministra cada vez que..?—no termino la frase cuando veo que asiente.

Veo que me tiende el tubo y no dudo en cogerlo y guardarlo en le primer cajón de la cómoda. Rowen camina hacia la puerta para irse pero antes se para y se gira hacia mi.

—Aveces te soporto—alzo la comisura de mis labios intentando reprimir una sonrisa—aunque sigo creyendo que deberías haber olvidado aquel día.

De repente me viene a la cabeza aquel día que sin saber me meteria en terreno peligroso.

—Yo también—susurro cuando sale por la puerta.

Rowen es una persona que a primera vista da algo de miedo pero puedo notar que toda esa fachada se derrite cuando esta cerca de Blair. Y aunque me cueste admitirlo creo que me pasa lo mismo con Alia,cada vez que estoy cerca de ella parece que me olvido de lo que realmente esta pasando a mi alrededor y de en lo que me he metido.

Sin embargo estoy dispuesto a averiguar si ella siente lo mismo o solo es fruto del control de sus emociones. Nunca antes la había visto estar tan cerca de mi como lo estuvo ayer.

Parece que entre tantos pensamientos que me inundan la cabeza por fin consigo entender uno de ellos claramente.