Capitulo 21

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Axioma

—Mira a quien tenemos aquí—Matthew se aleja de la esquina y avanza unos pasos hacia mi. Al instante puedo notar un sentimiento amargo, podrido.

—¿Dónde están los demás?

—¿Los demás o Alía?—se ríe cuando no respondo a su pregunta. Es obvio que es una trampa.—Te importa, aunque te oculte la verdad de porque estás aquí.

Frunzo el ceño sin entenderlo. Olía que algo no iba bien, sabía que ocultaba secretos, que me los contaría. Pero no entendía el hecho de que estuviera relacionado conmigo.

No se si estoy dispuesto a creer a Matthew.

—¿Por qué haces esto?

—Es sencillo—se arrasca la barbilla mientras suspira—Quiero todo lo que me han quitado, la oportunidad de ser el mejor.

—¿Quien...?

¡Lucas!—el grito de Megan hace que pierda de vista a Matthew y por consiguiente que desaparezca.

Ansioso por saber que pasa abro puertas en busca de la castaña pero no hay rastro de ella.

Sin embargo en el pasillo hay una puerta en la esquina, escondida. Está hecha a pedazos y solo necesito empujarla para abrirla.

Por dentro lo único que detallo son los cuerpos tendidos en el suelo. Hay manchas de sangre y cuerpos destrozados.

Puedo ver al fondo de la habitación a Alía de espaldas hablando con alguien. No se ha dado cuenta de mi presencia, pero uno de los cuerpos que hay tendidos si.

Es Rowen quien tiene en su regazo a Blair. En el otro extremo está Megan intentando despertar a Adam quien no da señales de vida.

Me quedo quieto antes de acercarme a Alía, cuándo me doy cuenta aparece Matthew a su lado.

No se que es lo que está pasando, ni porque siento que me pesan los músculos como si cargara el peso del olvido.

Parece que Matthew intenta atacar a Alía y lo consigue. De sus brazos salen unas ramas negras que la envuelven. Pero no me da tiempo a reaccionar cuando noto un golpe en la cabeza.

Intento buscar al culpable pero lo único que visualizo es un rostro borroso. Lanzo golpes al vacío mientras respiro pesadamente.

Los golpes siguen viniendo pero esta vez consigo ver a uno de los gemelos frente a mi. Al instante siento el peso en mi bota donde está mi cuchillo escondido.

El chico consigue tirarme a tiempo antes de que saque el cuchillo. Estiro la pierna hasta propinarle un golpe en la boca.

De reojo puedo ver como Alía esquiva los golpes de Matthew.

El chico se levanta al ver que consigo sacar esta vez el cuchillo. Le golpeo con el mango varias veces hasta que me vuelve a tirar al suelo.

Levanto la cabeza para ver que el cuchillo está justo al lado del chico que está apunto de cogerlo.

Sin embargo soy más rápido que él y le rodeo con el brazo. Al instante me quedo quieto cuando un dolor amenaza mi cabeza. De repente estoy de nuevo en la habitación con Alia y en un segundo vuelvo a estar rodeándole el cuello al chico.

—No te olvides de mi.

—Nunca lo haría Lucas.

Vuelvo a ver dos siluetas esta vez no tan pequeñas que están cerca, como si compartieran un secreto. Los susurros se vuelven borrosos cuando intento que pare. Se que es uno de los gemelos, pero no se si es real.

No pienso en lo que supone sacar el suero plateado de mi bolsillo y pinchárselo en el cuello. No puedo sacarme aun así aquella conversación que parece martillearme la cabeza.

Al instante cae al suelo. Vuelve los ojos y de su boca comienza a salir un líquido espeso. Al cabo de unos minutos cae al suelo por completo.

No me paro a pensar que es lo que debo a hacer ahora. Se suponía que el suero era para Alía.

Me giro para verla acorralada por Matthew. Doy un paso cuando este chasquea la lengua y niega con la cabeza.

—¿Alia alguna vez ha mencionado a tus padres, Lucas?¿Recuerdas tu infancia al menos?

Me tenso por completo. Antes de dirigir mi mirada a la peliblanca. Algo no va bien, no solo lo presiento si no que lo percibo. Sus ojos albergan no solo un oscuro secreto sino también un vacío que la consume.

En mi interior siempre he sabido que noes la primera vez que me encuentro con Alia. No es la primera vez en la que me atrae, es algo mas profundo.

—¿Porque crees que te acogieron tan rápido?—intento responder pero no puedo—¿O porque nunca te han sacado de allí los científicos?

Intento darle la oportunidad a Alia de que se explique, de que alguien lo haga, pero no habla.

—No es ella la que lo controla todo Lucas, son tus padres y tu eres su principal objetivo.

Antes de poder si quiera contener el aire noto una fuerza arrastrarme, una mano envolviéndome que me cierra los ojos y me hace recordar.

Al principio son destellos, luego figuras. Un niño escondido y al otro lado una chica. Miradas a escondidas y recuerdos borrados. Luego unos ojos familiares que forman parte de mi madre.

Gente en la sala blanca rodeando una mesa y al fondo al mando de todo mis padres.

Y aun así no se me rompe el corazón, no siento nada. Creo que no es por mi, es Alia quien lo impide peor no estoy seguro porque no puedo verla. O talvez soy yo.

¿No lo recordaba o no quería recordarlo? No lo se, no se ni quien soy ahora mismo.

Parece que todo pasa durante horas pero solo han sido unos segundos. Veo fijamente a Matthew y como Alia sigilosa parece analizar la situación.

La sala se queda en silencio.

—Te han ocultado quien eres, han limitado tus opciones—parece que respira agitadamente ansioso por decir algo—Somos iguales.

Miro a mi alrededor antes de responder. Blair esta abrazada a Rowen quien le intenta poner de pie. Mientras que Megan mira a Mathew amargamente, Adam se pone una mano en el pecho. Todos me miran como si fuera parte de ellos, peor no lo soy. Nunca lo he sido.

—No lo somos—no se como sentirme al respecto con mis padres, parece que nunca he tenido relación con ellos, que todo ha sido una falsa.—No has consigo nada con todo esto, solo alimentar tu soledad y eso es peor que ser como eres.

—Lucas...—el temblor en la voz de Alia me hace abrir los ojos. Su mirada es fría y parece contener algo. Frunzo el ceño porque no lo entiendo hasta que lo noto.

El frio recorre mi cuerpo en un instante y después lo hace el dolor. Me cuesta respirar pero no se porque hasta que me pongo una mano en el pecho.

Justo abajo del corazón tengo clavado un cuchillo.

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