Capítulo 2

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-Ellos dicen que...

-No -le cortó Luz-. No te estoy pidiendo que me digas lo que ellos creen, sé lo que ellos harían, quiero saber lo que harías tú

-Estoy de acuerdo, creo que todo sería más fácil si ella muere

-Pija, mantén la boca cerrada o te amordazaré -le advirtió Luz cuando vio que iba a hablar, volvió la vista al chico que estaba con ella-. Muy bien, que no se diga que nunca te he escuchado -Luz sacó la pistola, vio el miedo en la otra chica, le puso la pistola en la mano al chico que estaba junto a ella-. Dispárale

-¿Qué? -el chico se puso pálido-. No... ellos pueden...

-Acabas de decidir su destino, acabas de condenarla a muerte por el simple delito de ser del sector uno, así que lo que menos se merece es que la mires a los ojos y la ejecutes

-Yo... no puedo... -dijo el chico retrocediendo un paso, con el arma bajada

Luz se la quitó y la guardó

-¿Sabes por qué no le he preguntado su nombre? ¿Ni quién es su familia? -el chico negó-. Porque es una pija del sector uno. Porque sus padres serán gente del gobierno y seguramente si supiera que es la hija de algún alto cargo estaría tentada a pegarle un tiro solo por hacer sufrir a su familia

-No lo entiendo, así sería más fácil...

-Ella no tiene culpa de haber nacido donde nació, no tiene culpa de las acciones de su familia, se merece que la juzguen por sus acciones, no la de otros

-Lo entiendo... -dijo el chico mirando a Daniela

-Dile a pin y pon que vengan -dijo Luz

-Voy -el chico salió apresurado de la habitación

-Me parece bien que le des clases de moralidad, pero la próxima vez si no te importa me gustaría que no pusieras mi vida en juego para hacerlo -dijo la rubia molesta

-Sus motivos eran erróneos, pero sí tiene razón en algo, todo sería más fácil si mueres -Luz se agachó y le vendó los ojos y le ató las manos

-Si vais a matarme, ¿por qué no lo hacéis ya? Esto es una tortura

-Esta noche te sacaré de aquí, solo necesitas un poco más de paciencia

Sara y Julio entraron en la sala con la cara tapada, se quitaron el pasamontañas cuando vieron que la prisionera estaba vendada

-¿Está todo preparado? -preguntó Luz

-Sí, el primer grupo ha salido -dijo Julio

-¿Estás segura de querer hacerlo todo hoy? Parece demasiado apresurado -comentó Sara

-Llevamos días planeándolo, solo hemos tenido que adelantar la fecha, esto es insostenible, y a partir de mañana -dijo mirando a la prisionera-, puede que peligroso.

-Solo una duda, ¿qué harás con nuestro chico? -preguntó Sara

-Es de los nuestros -aseguró Luz-. Es joven, quiere demostrar lo que vale, pero se ha mantenido aquí mientras los demás se iban. No voy a dejarlo

Daniela escuchaba a aquellas tres personas hablar, hablaban a medias tintas, en clave, a veces ni siquiera tenían que terminar las frases para que los demás lo entendieran, aquello le daba una pequeña esperanza, si no hablaban libremente delante de ella eso significaba que no tenían pensado matarla, por lo menos de momento.

-Traigo la comida -dijo alguien entrando en la habitación

-Gracias

-Hola -Daniela supo que quien acababa de entrar era un niño por la entonación de su voz

Me lo juego todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora