Capítulo 11

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Luz escuchaba a Sergio y Marta hablar mientras veía como Daniela salía al jardín y se acercaba a ellos

-¿Puedo unirme a vosotros? -preguntó Daniela a los niños

-Sí -contestó Sergio-. Daniela, ¿cuál es tu comida favorita?

Mientras Daniela pensaba y decía algunos nombres, Luz reía al ver la cara de Marta que la miraba sin comprender, ya que Daniela había nombrado algunos platos que en el sector dos eran imposibles de conseguir

-Comida pija -explicó Luz a su sobrina

-No es... -Daniela comenzó a protestar pero se quedó callada al ver la ceja alzada de Luz-. Bueno, puede que sí

Los niños rieron al ver que Daniela hacía un mohín de disgusto al tener que darle la razón a la otra joven

-¿Y el tuyo? -preguntó Sergio a Luz

-¡El guiso de la abuela! -se apresuró a decir Marta convencida

-Dios, ¡qué maravilla! -dijo Luz lamiéndose los labios-. Pero no, no es mi favorito

-¿No? Siempre le dices a la abuela que lo es -Marta frunció el ceño

-Está muy mal eso de mentir -dijo Daniela intentando reprimir una sonrisa al ver que Luz ponía los ojos en blanco

-De los que como siempre es mi favorito, pero hay uno... -Luz sonrió con anhelo-, que es mi favorito. La tarta de chocolate de mis hermanas

-Yo nunca la he probado -dijo Marta pensativa

-No, bichito, solo la he comido una vez

-¿Es muy difícil de hacer? -preguntó Sergio

-No, no mucho, lleva galletas, chocolate y un poco de coñac -recordó Luz

-¿Y por qué si es tu favorita no la comes más a menudo? -preguntó Daniela extrañada

-Dios, que pija eres -soltó Luz

-¿Y ahora qué dije? -protestó Daniela

-Nosotros no tenemos chocolate, es muy caro -le explicó Marta

-Una tableta de chocolate es una semana sin comer -comentó Luz

-¿Y pasasteis una semana sin comer para hacer la tarta? -preguntó Sergio asombrado-. ¡Si que te debe de gustar!

-Pues casi... Cuando era pequeña, un poco más chica que vosotros, caí enferma, tenía mucha fiebre, mis hermanas y mi madre apenas comían para ahorrar para poder comprarme los antibióticos que necesitaba, estuve a punto de morir. Recuerdo que me mentían y me decían que ellas ya habían comido cuando yo comía sola, porque a mi me daban sus partes para que cogiera fuerzas, pero ellas apenas comían, cuando por fin tuvieron el dinero para comprar los medicamentos comencé a mejorar de repente, la fiebre se fue, al final, habían pasado hambre para nada. Con el dinero que habían ahorrado, mis hermanas compraron chocolate -Luz miró a Marta-. ¡Si hubieras visto la bronca que les echó la abuela! Pero se le pasó rápido al saber que lo habían hecho para hacerme una tarta y celebrar mi recuperación. Han pasado muchos años, pero sigo recordando aquella tarta como la cosa más buena que he probado en mi vida. Algún día espero poder hacértela a ti

-¿Y a mi? -preguntó Sergio esperanzado

-Claro, incluso si deja de ser tan pija quizás dejaremos que Daniela la pruebe -comentó Luz sonriendo mirando a la rubia

Daniela iba a responder cuando sonó su teléfono móvil, era un número desconocido, pero teniendo en cuenta la muerte de su padrino se levantó y se alejó de los demás para responder

Me lo juego todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora