Capítulo 17

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Daniela no creía ser una persona ciega, era consciente del problema del sector 2, sabía las diferencias de ambos lugares, conocía como los ricos por el simple hecho de serlo eran tratados mejor. En los últimos meses, desde que había conocido a Luz, había abierto aún más los ojos sobre cosas que no sabía, había crecido creyendo que la DGS velaban por la seguridad de todos, pero era una mentira, trataban con crueldad a los del sector 2, durante años había creído que los trataban con mano dura por ser alborotadores, por ser asesinos, terroristas, incluso ladrones, la DGS debía mantenerse firme y ser duros, no lo compartía, pero lo entendía. Fue Luz la que le abrió los ojos al mostrarle la cara que las cámara no mostraban, cómo mataban a niños y ancianos que no tenían donde dormir, a veces, aún soñaba con aquella noche, los fuegos artificiales se le aparecían en sueño, pero siempre se transformaban en unos ojos marrones mirándola con comprensión, con una voz suave susurrando cerca de su oreja y con unos brazos protectores, cada mañana despertaba pensando en Luz.

Por eso, cuando Iván le contó todo lo que había pasado, no dudó de la implicación de la DGS en el atentado contra su padre y contra su hermano al pensar que se trataba de él, pero cuando Iván le contó que el comandante Jiménez era amante de su madre, en ese momento, se dio cuenta de cuán ciega había estado.

Su madre siempre había sido una mujer dura, recta con disciplina, demasiado apegada a la imagen pública, primero con su padre como Ministro, deseaba que todos estuvieran a la altura, después con su propio cargo importante otorgado por el propio Presidente. Pero a pesar de todo, era una madre cariñosa, que se preocupaba por ellos, que los quería. ¿Cómo iba a imaginar que su madre tuviera una aventura con el comandante Jiménez? Su madre amaba a su padre, lo apoyaba, le daba ánimos, lo miraba con cariño, ¿es que acaso era únicamente fachada como muchas cosas en su vida?

Unos meses antes todo lo que estaba descubriendo de su madre lo habría negado, llamando mentiroso a cualquiera que calumniase a su madre, pero cada vez había más cosas en contra de ella. Había visto las fotos del lugar de trabajo de su madre, los niños desaparecidos, niños que habían muerto por experimentos, Luz se lo había contado, le había enseñado las pruebas, había podido verlas ella misma en los brazos de Marta. Luz no quería contárselo, quería protegerla, deseaba evitarle el dolor de saber que su madre no era quién creía que era. Ella había tenido que exigirle que le contase la verdad y, una vez más, le había protegido de la verdad al no querer involucrarla en el tiroteo contra su padre y su hermano. Porque lo cierto era, que todas las pruebas apuntaba a que el comandante Jiménez solo había actuado a las órdenes de su madre.

¿Podría ser cierto? ¿Su madre había atentado contra la vida de su padre? ¿Podría mandarlo matar como si nada después de años de matrimonio?

Daniela deseaba ver a Luz, hacía dos semanas que no la veía, había intentado ir a su casa, pero había visto a un agente de la DGS observando su casa y no se había atrevido a entrar por miedo a que la reconociera.

Así que sin Julio, Sara ni Luz, había decidido ayudar a los revolucionarios que estaban ocultos, deseaba seguir con su revolución, ella podía moverse, mientras sus líderes no estuvieran ella ayudaría, no podía quedarse quieta. Sorprendentemente, Iván tampoco lo hacía, había accedido a ayudar, aunque su ayuda era diferente, se encargaba de llevar medicamentos y comida a la casa donde se encontraban Julio y Sara, haciendo de mensajeros mientras la chica no estaba en condiciones de moverse.

En el transcurso de esas últimas dos semanas, Daniela había escuchado discutir a sus padres en más de una ocasión, apenas pasaban tiempo juntos y cuando lo hacían eran para discutir, pero no eran discusiones normales, daban gritos, algo nunca visto en esa casa. Aunque ellos se callaban cuando ella o Iván hacían acto de presencia, para ninguno de los dos era un secreto que su familia se estaba desmoronando.

Me lo juego todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora