Tercera Guerra Mundial, los estragos de la guerra dejaron un mundo destruido, sin recursos y lleno de enfermedades. España dejó de ser un país democrático y pasó a ser un país liderado por los militares y su presidente. España dejó de llamarse así p...
Luz quería llegar a su casa, sentía como si no hubiera dormido en días, y literalmente llevaba tres días sin dormir, solo deseaba llegar y tumbarse en la cama, dormir hasta olvidar todas sus preocupaciones.
-No es posible... -Luz palideció al ver un coche oficial frente al bloque de su casa-. ¿Cómo ha podido localizarme?
Luz había tenido que pasar toda la noche en un portal esperando que pasara el toque de queda, pero aquella pija a la que había liberado debía haber llegado la noche anterior a su casa, tiempo suficiente para denunciarles y que se pusieran en movimiento, ¿pero cómo sabía que era ella?
Vio a su madre salir a la puerta con un hombre, lo reconoció, salía muchas veces por las pantallas era uno de los hombres más importantes del país, sin contar al presidente, era el ministro de sanidad
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-Luz, menos mal, me tenías preocupada -dijo su madre
-Lo siento mamá, estaba con una amiga y me dio el toque de queda -dijo Luz besando la mejilla de su madre sin dejar de mirar al otro hombre
-Mi hija es igual -dijo el hombre sonriendo
-Luz, este es Luís Covarrubias -explicó su madre
-Sé quién es, ¿por qué está aquí? ¿Ha pasado algo? ¿Es por Marta?
-Luis era un amigo de tu padre y mío de la infancia
-Encantada -dijo Luz-. Voy a su...
-No, por favor lleva a Luís a su casa, tu hermana Sara necesita tu ayuda
-¿Sara? ¿Se encuentra bien? -preguntó Luz preocupada
-Sí, ve, no te preocupes. Además preferiría que Luís no condujera por estas calles, nunca se le ha dado muy bien
Luz cogió las llaves que aquel extraño le tendía, miró a su madre y vio tranquilidad en sus ojos, lo que la hizo tranquilizarse, aunque no bajó la guardia. Se montó en el asiento del conductor y esperó que aquel hombre importante entrara. Cuando lo hizo arrancó y comenzó a conducir.
-Te pareces a tu madre, sonríes pero me juzgas con la mirada, no te fías de mi -dijo el hombre mirando por el retrovisor delantero para verle directamente los ojos
-Mi madre sabe juzgar bien a las personas, si es su amigo, le trataré con el respeto que se merece
-Pero no te fías de mi
-Hoy en día solo te puedes fiar de la familia
-¿Llegaste a conocerlo?
-No, según mi madre él si supo que venía en camino, no sé si es verdad o una forma de hacerme creer que mi padre me quería sin conocerme
-Tu madre no suele mentir
Luz miró por el retrovisor a aquel hombre de mirada afable, sus palabras eran ciertas, su madre no solía mentir.
