Capítulo 18

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Daniela no había tenido tiempo de reaccionar cuando empezó a llegar gente a la casa y ambas se separaron, la pequeña de los Covarrubias se marchó de la casa, con un solo pensamiento en la cabeza, con las palabras grabadas a fuego en su mente: "Porque te amo pija, estoy enamorada de ti"

Una parte de Daniela llevaba tiempo queriendo escuchar esas palabras, pero otra parte estaba asustada, tanto que no había sabido reaccionar ni responderle a Luz. "Yo también te amo" había querido responder, pero había llegado su familia y el momento se había pasado, ¿Luz lo sabría? ¿Sabría que estaba enamorada de ella desde hacía meses? ¿Podía amarla? Luz era una revolucionaria, luchaba contra su propia madre y ella... ¿podría ponerse contra su familia por Luz? Los revolucionarios no vivían mucho, sus vidas eran cortas, y Luz era de las que no se quedaba quieta, de las que enfrentaba el peligro de cara, ¡casi la habían matado de una paliza! ¿Podría amar a alguien que estaba condenada a morir joven? ¿Podría vivir preguntándose a diario si la persona que amaba estaba viva? ¿Podrían acaso permitirse estar enamoradas cuando una valla se interponía literalmente entre ambas?

"Porque te amo pija, estoy enamorada de ti"

-Yo también...

-¿Qué has dicho? -preguntó Iván que estaba conduciendo

-¿Qué? -Daniela lo miró alarmada sin darse cuenta que había hablado en voz alta

-¿Tú también qué? -insistió Iván al ver a su hermana tan nerviosa, le parecía divertido

-Yo... ¿crees que lo tuyo con Manuela tiene futuro?

-No lo sé -admitió Iván-, pero estoy enamorado de ella y no pienso dejar que nada ni nadie nos separe. ¿Es por Luz?

-Me... me ha dicho que me ama...

-No es ninguna sorpresa, ¿y tú qué le has dicho?

-Nada...

-Ya veo... -Iván miró a su hermana-, pensé que tú también estabas enamorada de ella

-¿Lo estoy? -Daniela miró a su hermano con ansiedad-. Quiero decir, nunca he estado enamorada, ¿es esto lo que se siente?

-¿Qué sientes cuando estás con ella?

-Yo... -el recuerdo del beso vino a su cabeza-. Me deja sin respiración

-¿Y qué sentiste cuando me viste besarla?

-Ganas de vomitar... sentía... una presión en el pecho... como si no pudiera respirar... como si...

-¿Sintieras celos? -Daniela asintió-. No tenía planeado enamorarme de Manuela, yo solo jugaba con ella, ella al principio me rechazaba y eso aumentó mi deseo, la perseguía, era solo un juego, pero una vez que volví de fiesta ella me dijo que no quería volver a saber nada más de mi, que no nos acostariamos más. Ella se estaba enamorando de mi y no quería verme con otras, yo solo me reí, pero entonces me di cuenta de que no deseaba estar con otras, de que solo me sentía realmente yo cuando estaba con ella. Ella me comprende mejor que nadie.

-Luz me saca de quicio... se mete conmigo, pero... -los ojos preocupados de Luz la miraron, en el bosque, en su habitación, en el sector dos...-, siempre me cuida, siempre se preocupa por mi. Es como si ella... entendiera lo que me pasa, como si no necesitara que le dijera nada solo está allí, por muy mal que yo me haya portado con ella. La amo... -confesó Daniela-, pero me da muchísimo miedo que la maten... no soportaría perderla...

***

Luz estaba inquieta, estaba atendiendo la tienda de su madre, ayudándola con el inventario ahora que no trabajaba para los Covarrubias, pero su mente estaba en otra parte, tanto que su madre la zarandeó ya que le había dado tres veces la lista que debía apuntar y Luz no apuntaba nada

Me lo juego todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora