Nathan Swan hijo mayor de Charlie, un joven con un futuro por delante, ¿ Que pasará cuando su camino se entrelaze con el de un Vampiro que a esperado a la persona correcta durante mucho tiempo?. Esta es la historia de un muchacho que amara y será am...
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- Creo que seria mejor si no interferimos- escucho a Carlisle- se que encontrarán la manera de salir de esto.
- Estas seguro?- pregunto, puedo ver a Bella y Edward entrar por la puerta.
- No lo se, no quiero que te involucres en esto- me miró, pude ver en sus ojos la preocupación por su hijo.
- Cariño- tomo su mano- yo te amó, estuviste para mi en todo momento, ahora yo quiero ser la persona en quien te apoyes, si quieres ayudarlos hazlo, yo estaré con tigo.
Me miró, pude ver lo indeciso que se encontraba, dirigió su mirada a la entrada, también lo hize, Alice estaba a punto de entrar por la puerta.
- Alice!- grito Carlisle, la joven nos volvió a ver, pude ver como su cara adoptaba una expresión de sorpresa, con nuestras manos entrelazadas comenzó a correr hacia ella, hasta que estuvimos en frente de ella.
- Papá!? Que haces a qui? No espera no los vi venir, estuve tratando que contactarlos a ambos, donde demonios estaban, todos estaban muy preocupados.
- Es una larga historia cielo, te prometo que te la voy a contar luego, ahora estamos en problemas- digo a la joven.
Alice empuja la puerta y pudimos ver que hay dos Vampiros, le pido a Valdir que suelte mi aura de dios, es bastante intimidante junto a mi cara de poker, veo como todos se encojen en sus lugares, a de ser fuerte.
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- Felix, Dimitri, Aro me pidió que viniera a ver porque tardaban tanto- dijo una rubia como de unos quince años, me miró con sus ojos rojos, pude ver que por un momento que peores pesadillas pasaron por su mirada en un instante, luego de un segundo recupero la compostura- vamos nos están esperando- dijo en un hilo de voz.
Carlisle me miró con sus ojos entrecerrados, sonreí, nos guiaron por distintos pesadillas hasta que llegamos a un elevador, había una de esas canciones de elevador, sonreí por la ironía del momento, entramos en una recepción donde había una mujer humana, pude escuchar la conversación de Edward y Bella, pero no les tomé atención, la rubia abrió unas puertas grandes y observe a tres hombres sentados en una especie de tronos, que patéticos se ven.
