Deje la carta en mi escritorio y aún mis manos temblaban. ¿En serio, Asher me ponía así? Y eso que solamente leí la carta.
Fui a ducharme y cambiarme, en un rato llegará Sebastián por lo del proyecto que mandó el profesor víctor.
Ya después de haberme duchado y cambiado a ropa más cómoda. Baje a la cocina por snacks para cuando estemos estudiando. tal vez con la boca llena de dulces, hablé menos.
Vamos, Sebastián es lindo si, pero no quiero tener que llorar por otro italiano. Tengo suficiente con el idiota de ojos azules, gracias.
Mientras hacía palomitas, busqué una Coca-Cola en el refrigerador y serví dos vasos. Puse todo en una bandeja y lo lleve al salón. Saque mis libros y mi portátil, arregle todo para cuándo llegará.
Como aún no llegaba, llamé a Fran. Se que me llevaría un gran insultó pero lo extraño.
Al primer repique contestó, vaya que si estaba preocupado.
—Fr...
—¡Nada de Fran!—gritó interrumpiendo me—¡¿Sabes lo preocupado qué estaba?!, No es lo mismo ahora que estás en Italia, antes podía ir a tu casa y ver si estabas bien. ¡Ahora no puedo hacer eso!.
Bueno, parece que está un poquito molestó.
Suspiré antes de volver a hablar, Fran molestó da miedo. Pero lo entiendo desaparecí dos días sin decirle nada, si él lo hubiera hecho yo me hubiera puesto tal vez, peor.
—Perdón, en serio perdónnn.
Él suspiró.
—Solo no vuelvas a desaparecer así, me preocupas mujer—dice Fran—¿Qué hacés? ¿No has hablado con tu madre?.
Ya era la segunda persona que me preguntaba eso, ya estaba comenzando a sospechar.
—Estoy esperando a alguien—le comenté—Y no, no he hablado con mi madre ¿Por qué?.
—¿Esperás a tu italiano?—Casi pude ver su sonrisa pícara formándose en su rostro—Solo preguntó.
—No es el mismo italiano, es un amigo que viene a hacer un proyecto conmigo—le expliqué—Asher y yo pues, no paso nada con él.
—Bueno, se qué estás enamorada de ese tal Asher—dijo—pero si dices eso, no debió haber hecho algo bueno. Suerte en tu proyecto, yo debo acompañar a sophie al centro.
—Te dije que no estoy enamorada, seguramente solo es un capricho mío—me intenté defender—¿Cómo está sophie?.
—Aja un capricho, sophie está bien pero un poco rara.
—Bueno, me cuentas cualquier cosa—respondí—Chao, imbécil.
—Obvió y tú igual, chao enana.
Colgué y me deje caer en el sillón. Aún no llegaba Sebastián y no podía dejar de pensar en la sorpresa que me tiene hoy en la noche Asher.
Asher era tan confuso, en serio no conozco casi nada de él.
Eso me asusta y me encanta a la vez, es muy divertido el misterio y pues Asher era muy misterioso.
Mi teléfono comenzó a sonar y pues al ver el nombre de quién me llamaba. Mis ojos se abrieron como platos, podía pensar que me llamaría cualquier persona. Menos Gabriel. Dude en si contestar o no, pero mi curiosidad es muchísimo más grande. Así que conteste.
Dicen que la curiosidad mató al gato, pues yo creo que en mi otra vida yo era un gato.
—¿Hola?—intenté qué mi voz no sonará tan sorprendida pero no creo que haya funcionado.
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El Día En El Que Me Enamoré (EN PROCESO)
Teen FictionPara Samy mudarse a Italia sería la cosa más aburrida que pudo haberle pasado en la vida. Recién habiendo terminado con su novio por no querer tener una relación a distancia, ella no quiere prestarle atención a ningún otro hasta las vacaciones, que...