•Capítulo 1•

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Italia, 10/04/2023.

Samy Watson.

Admito que Italia es muy linda. Pero eso no quita que me parezca aburrida. Si, tiene playas hermosas, lindos lugares, la comida italiana es increíble, su idioma, pues... Me gusta como suena, pero no lo entiendo y eso me molesta.

Mudarme aquí fue idea de mi padre, gracias a su nuevo ascenso de trabajo. De secretario a director de una de las universidades más grandes de Italia. Él dice que es una oportunidad grandiosa, que solo pasa una vez en la vida.

Y por eso decidió tirar dieciséis años de mi vida a la basura e irnos a vivir lejos. Mi padre el más generoso.

Desde que mamá y el se separaron, pues...Es complicado.

Mi madre es una periodista super reconocida allá en los angeles. Mi padre se quedó con mi custodia, ya que ella es muy irresponsable y no me daba la atención que necesitaba. Así que ella aceptó dársela a mi padre y aún así yo podía visitarla y pasar tiempo con ella.

Bueno, ella se quedó en su gran apartamento en los ángeles y yo pues me vine a vivir con mi padre a Italia.

Tal vez, en vacaciones la visite.

Mi papá estacionó en frente de una casa de dos pisos. La casa es azul y tiene piedras decorando las paredes. junto a ella un buzón que dice: "Los Watson".

Mi papá miró la casa un momento antes de bajar del auto, invitándome a bajar detrás de él.

Lo seguí y juntos nos detuvimos al frente del buzón.

—¿Primera impresión?—pregunta mi padre señalando la casa.

Pues... ¿Fea? No, no está.

—No está mal.

Él soltó un suspiro de alivio y luego abrió la pequeña rejilla, para que entremos.

—Ya verás por dentro—dice muy emocionado.

Le sonreí y pasamos hacia la puerta de la casa, ya estando al frente de la puerta. Papá muy sonriente la abre dejándome el camino libre.

—Adelanté—hizo una reverencia.

Yo reí y avance adentro de la casa, ya adentro pude ver que era muy grande, bueno para dos personas si que lo era.

Todo estaba muy lindo, era una casa muy linda. Papá me informa que me tiene una sorpresa detrás de la puerta que está en la sala, pero que la vería después de ver mi habitación. Así que subí corriendo las escaleras, abrí la puerta de la que sería mi nueva habitación y al entrar me quedé sin palabras.

Era super grande, podía dar una vuelta de camión en medio y me quedaría espacio. Las paredes eran dos blancas y dos lilas, sonreí porque ese es mi color favorito. Tenia un escritorio color blanco, con una laptop encima y libros. Seguramente mi papá los ordenó. Al lado había una pequeña biblioteca privada. Mi cama era grandísima, adornadas con mis peluches y mis sábanas lilas, mi clóset era el triple de grande, más del que tenía en los ángeles. Mi cartel de fotos que hice en una de mis campañas fotográficas estaba allí colgado justo en frente de mí cama.

Estaban las fotos con mi mamá, con Fran y Sophie, con papá, de mis cumpleaños y con Gabriel.

Pensar en el, me pone un poco nostálgica.

Salí de mi fabulosa habitación, corriendo hacia donde mi papá estaba, le di un gran abrazo y las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.

—Gracias papá, es todo increíble.

El Día En El Que Me Enamoré (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora