Esperanzas
Asher Boston.
Dicen que las esperanzas son las últimas que se pierden, pues no creía en eso hasta hoy.
Muchas veces lo soñé, soñaba con que mi pequeño solecito me llamara. Pero jamás creí que fuera a suceder, ahora mis esperanzas volvieron.
—Si, soy yo—responde por fin a mi pregunta, mi corazón de pronto volvió a latir. Está vez con demasiada fuerza.
Habia extrañado tanto oir su voz.
Pero algo en su voz me hizo alertar ¿Estaba llorando?.
—¿Estás llorando?—pude oírla suspirar por el otro lado de la línea—¿Que sucede solecito?, vamos hablame.
—Lo siento—Dice con su voz quebrantada, la cuál me parte demasiado el corazón al oírla.
—No te disculpes, ¿Solamente dime qué sucede?—No quiero hacerla sentir culpable—Aqui estoy para ti, siempre qué me necesites. Aquí estaré ¿Lo sabes, no?.
Podía oírla llorar y cada vez se me hundía más el corazón en el pecho de solo imaginar esos hermosos ojos verdes llenos de lágrimas.
¡Joder porque se tuvo que ir a los angeles!
—Estoy bien, Solo ignorame—como si pudiera hacerlo—Solo molesto, no debí llamarte. Lo siento.
—¡No digas eso!—no quería que intentará colgar la llamada—Siempre que te pase algo, llámame. No dudes en hacerlo, pase lo que pase, te contestaré.
—Yo...
—Escucha Samantha, Nunca serás una molestia para mí—Podía oír su respiración entrecortada—Hablare con tu padre ¿Sabes que solo debes decirlo y viajaré a los angeles solo a buscarte, no?.
—Asher no...
—Se que no me lo pedirías, por esa razón hablaré con tu padre—De verdad fuera yo mismo por ella, pero no creo que quiera eso—Lamento que hayas tenido que pasar por lo que sea qué estés pasando justo ahora, solecito.
Solo oía su respiración, estaba seguro que no me respondería. Y ahí, colgó la llamada.
De pronto sentí una pequeña lágrima rebelde escaparse. Jamás había llorado por una mujer, ni siquiera cuando mamá decidió abandonarnos a papá y a mi.
Papá me prohibió llorar por una mujer, me dijo mil veces que los hombres no lloraban.
Pero no podía dejar de hacerlo.
Ay Samantha, cada vez me tienes más en tus manos.
Deje que las lágrimas salieran, al fin y a cabo. Estaba solo y tenía derecho a llorar por el amor de mi vida.
Te extraño tanto, solecito.
♡
—Sabia que esto pasaría—murmura mi querido ex suegro.
Después de la llamada de Samantha anoche no pude dormir bien, solo pensando en qué pudo haberle pasado allá.
—¿Eso que significa?—pregunto, ya que de verdad no entiendo a qué se refiere.
—Su mamá, sabía que intentaría hacer algo de nuevo contra su autoestima.
Ahí recorde, su madre quería cambiar todo su físico. Cómo si mi solecito ya no fuera bastante guapa.
Pero no quiero imaginar que habrá dicho su madre para hacerla llorar así. Es horrible que su propia madre le haga algo así, pero no soy quien para defender a las madres.
—No entiendo porque haría algo asi a su propia hija.
—Dayana es un poco complicada, siempre quiere tener el control de todo y al parecer ve a Samy como una muñeca a la cuál quiere controlar.
Dayana, supuse que era el nombre de la madre de Samantha.
—¿Que pasará con ella?—digo refiriéndome a Samantha, él solo toma su chaqueta y me mira con una pequeña sonrisa.
—Iré por mi hija.
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Holaa, este es un pequeño Capítulo extra para ustedes por ser tan lindos conmigo. ¡¡Ya está pequeña historia tiene 500 lecturas!! Dios mío, no saben lo feliz que me hace saber qué les está gustando lo que escribo.
Repito de nuevo, cuando esté completo. Haré las revisiones.
¡Lo/as amo muchísimo!
Besos y abrazos mis pequeñas lucesitas✨.
(Editado)
M.D
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El Día En El Que Me Enamoré (EN PROCESO)
Novela JuvenilPara Samy mudarse a Italia sería la cosa más aburrida que pudo haberle pasado en la vida. Recién habiendo terminado con su novio por no querer tener una relación a distancia, ella no quiere prestarle atención a ningún otro hasta las vacaciones, que...