•Capitulo 8•

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Este capítulo es dedicado a mi mejor amiga LeoximarVelazco que me apoyo y me dio ánimos para subir mi historia, teamo mi princesa y gracias por todo💗.

El amor de amiga cura.

Me dolía completamente la cabeza. Eso de estar llorando toda la noche hasta quedarme dormida. Pues, no es muy bueno.

Mi cabeza dolía, mis ojos estaban hinchados y dolían. Dolían muchísimo.

¿Ánimos?

Pues, ánimos, eso era lo que menos tenía hoy. Necesito levantarme de mi cama, pero no tengo ni las fuerzas y mucho menos las ganas de hacerlo.

Mi móvil no paro de sonar en toda la noche y terminé apagándolo. Aún nisiquiera lo he encendido, no quería hablar con fran, ni mamá, ni con papá. Con nadie.

Quería estár sola y olvidarme de todo lo que pasó ayer. Aún recuerdo lo bien que me sentí estando con Asher... Esos ojos azules tan profundos bajo la luz de la luna.

¡Asg! ¡Maldito Asher!.

Porque tuve que dejar que entrara tan rápido en mi corazón. Lo peor es que yo misma fui quién le dio el pase para hacerlo, soy una estúpida.

Me merecía lo que me pasó. Fui una idiota al pensar que alguien como Asher podía fijarse en mí. Era obvio que tendría novia, Evelin es muchísimo más linda que yo.

Ese gran cuerpo, hermosa piel y su perfecta nariz. Era simplemente perfecta y yo solo...Solo era yo.

Odio sentirme acomplejada, no es bueno cuando tú autoestima está en el suelo y no sabes cómo subirla, si no que tú mismo sigues sobre pensando cosas, más y más hasta el punto en que, ya no sabes quererte a ti mismo.

Era domingo, no tenía que ir al instituto. Cosa que agradecí mucho, no quería ir y encontrar a todos mirándome mal y hablando de mí, sin disimulo alguno.

Digamos que los adolescentes para criticar pues, no somos muy discretos.

Me acurruqué con mis peluches, acomodándome de posición en la cama. No iría a ningún lado, así que por lo menos debo estar cómoda en mi cama.

Cerré los ojos de nuevo con la idea de intentar volver a conseguir algo de sueño. Pero no podía dormir.

Escuché que la puerta de mi habitación se estaba abriendo y no pude evitar lanzar un peluche hacia allí.

—¡Oye!—chilló Lucy entrando y agachándose para recoger el peluche, el cual me volvió a lanzar.

Ella entró y cerró la puerta tras de ella, pude notar que en su otra mano llevaba una bolsa y tenia encima un gran bolso. Alcé una ceja divertida.

—¿Qué es eso?—señalé la bolsa que tenía en su mano.

—¿Creíste que te dejaría sola en un momento así?—responde con una pequeña sonrisa—Aquí hay helado, Nutella, galletas y películas de Disney. No sabía cuál era tu favorita, así que traje todas.

No pude evitar sonreír, ¡Dios, en serio había conseguido una gran amiga!. Lucy era tan buena conmigo, como ella que conocía de hace una semana podía hacerme sentir querida y protegida. Más, que de lo que me sentía antes con Sophie.

Es que Lucy era totalmente diferente a Sophie. En todo, no solo físicamente, si no también mental y emocionalmente. Sus actitudes conmigo, la atención, el cariño, todo.

¿Ésto era tener una amiga de verdad?

—¿Y el bolso?.

—Ahh, me quedaré a dormir—dijo sonriente—iremos juntas mañana al instituto y entrarás conmigo al club de música.

El Día En El Que Me Enamoré (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora