Cómo los viejos tiempos
Samy Watson.
Despertar y tener de nuevo los buenos días de esa personita especial, Dios mío es lo mejor del mundo.
Había extrañado tener mis buenas mañanas.
Sonrió al móvil, contestando al mensaje de buenos días que me acaba de enviar Asher.
Si, mi Asher.
Después de ayer, decidimos qué no dejaremos que Evelyn se salga con la suya. Él me prometió cuidarse, confío plenamente en él.
Admito que si tengo mucho miedo de lo que pueda hacer Evelyn. Pero seguí los consejos de mi mejor amigo y decidí ser feliz junto al chico que amo.
Baje a desayunar y luego entre a mi habitación a terminar de editar unos capítulos nuevos en mi historia.
Ya les había contado todo a las chicas y papá también sabía. Todo estaba volviendo a tomar forma.
Mientras editaba, una notificación me hizo saltar de la emoción. Era un anuncio donde decía que las historias que habían sido ya seleccionadas para participar en la competencia, debían terminarlas lo más pronto posible ya que falta poco para anunciar al ganador.
Me emocioné al recordar que mi pequeña historia es una de las finalistas. Pero me asusté al recordar que debía terminar en menos de unas semanas. No sabía aún que final darle a mi historia.
Me levanté y comencé a caminar por toda la habitación, intentando que las ideas me llegaran. Pero nada.
En mi mente solo tenía un pensamiento, Asher y que pasaría si Evelyn se entera que volvimos.
La puerta se abrió, dejando ver a mi querido novio con una pequeña sonrisa.
La cuál había extrañado tanto.
Él cierra la puerta y camina hasta llegar al frente de mi. Sin borrar su sonrisa, se agacha y toma mi mentón levantando lo, suavemente hasta quedar en el ángulo perfecto para besarme.
Me dejo guiar completamente de él, lo había extrañado y jamás me cansaría de decir lo mucho que lo había hecho.
—Te extrañaba demasiado—murmura entre mis labios, y una pequeña sonrisa se me escapa.
—Yo también a ti—digo apenas nos separamos un poco, nuestras miradas unidas, como amo el color azul de sus ojos.
Era mi color favorito.
—No me sigas mirando así, después no seré responsable de mis acciones—veo como camina hasta sentarse en la silla del escritorio.
Me sonrojo, como siempre. Y camino hasta quedar al frente de él, él señala su pierna derecha y yo con una pequeña sonrisa, obedientemente me siento sobre ella pasando una mano sobre su hombro.
—¿Qué escribes?—pregunta mirando hacia mi laptop.
—Cuando fui a los angeles, comencé un libro para participar en una competencia—le explico y él presta atención a cada una de mis palabras, tenerlo con sus ojos azules fijos sobre mi. Dios mío, me hace sentir tan afortunada de tener toda su atención solo para mi—Soy una de las finalistas.
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El Día En El Que Me Enamoré (EN PROCESO)
Teen FictionPara Samy mudarse a Italia sería la cosa más aburrida que pudo haberle pasado en la vida. Recién habiendo terminado con su novio por no querer tener una relación a distancia, ella no quiere prestarle atención a ningún otro hasta las vacaciones, que...