El Día En El Que Me Enamoré (EN PROCESO)

•Capítulo 18•

¿Asher es un tóxico?

No podía comprenderlo.

Primero se molestaba sin razón, luego se convierte en un novio tóxico y posesivo. Cada vez siento que no conozco bien a Asher, por lo menos no completamente.

Estábamos al frente de mi casa, él con la mandíbula apretada y expresión seria y yo con los nervios de punta. Nunca había hecho molestar a Asher así.

Después de un rato, por fin tuve el valor de hablar. No sabía muy bien que decir.

¿Por donde empiezo?

«¡Sebastián es solo un amigo, no debes pensar nada más!»

«¡¿DESDE CUANDO ERES TAN TÓXICO?!»

—Lo siento—murmuro sin despegar los ojos del suelo.

Al ver que no respondía, añadí.

—Debí haberte avisado donde estaba, lo siento mucho por no haberlo hecho.

—No pasa nada, mejor ve y duerme—dijo y paso una mano por su cabello—ya es tarde.

No dije nada, no sabía que decir exactamente. Tomé aire y baje de la moto.

—Asher...

—Samantha es tarde—dijo y señaló la puerta de mi casa con una mueca—Podemos hablar después.

No, no podíamos hablar después.

¡Joder, ni siquiera tenía su maldito número telefónico!.

—¿Podemos hablar después?—dije cruzandome de brazos—¿Por señales de humo o qué? ¡Asher no tengo como comunicarme contigo!.

—Nunca pediste mi número—dijo simplemente junto a un levantamiento de hombros desinteresado—Igual ya lo tienes, te llamé. Solo debes guardarlo y listo.

—Antes de hoy, no lo tenía—murmuré de malas ganas.

—¿Olvidas que ayer te llamé en la noche? Solo debías guardarlo.

Ou, bueno admito que se me había olvidado de la emoción.

—Samantha es tarde—repitió mirando la hora en su móvil—Hablemos de todo ésto mañana ¿Si?.

—No—negué con la cabeza, aún cruzada de brazos—Hablemos horita.

Asher puso una mueca y paso una mano por su cabello.

—Eres una pesada—dice con una pequeña sonrisa.

—Y tu, un novio tóxico.

Ohh no.

No acababa de decir eso...¿No?

La sonrisa de Asher no desapareció, se convirtió en una de tristeza. ¿Acaso...?

—Y todo por tu culpa—dice en un tono bajo.

Espera...¿Mi culpa?

¡¿Pero yo que hice?!

—¿Mi culpa?—pregunto en voz baja.

Él niega con la cabeza varias veces como si tratará de ordenar su mente y encontrar las palabras correctas. Después solo soltó un suspiro y levantó la mirada hasta clavar sus ojos azules en los míos. Tus

—Nunca había sido un novio tóxico, con Evelin era tan relajado. Jamás me importó que llegara a irse y decidiera dejarme—Se ríe de si mismo—Era Porqué en el fondo, eso era lo único qué quería. Que se fuera y me dejará, ya que no podía romper el contrato de mi padre y él suyo. Siempre tuve la esperanza de que ella entendiera que no la quería y se iría.