FECHA: 04/04/2020
A veces tengo esa extraña sensación. Una sensación que no entiendo. Es en parte felicidad y paz. Una especie de armonía. Pero por otro lado tristeza. Son unos momentos perfectos. Unos momentos en los que no hay problemas. Pero sé que no duran para siempre. Ojalá pudiera parar el tiempo. Quedarme ahí. Tumbada en mi cama, escuchando mis canciones favoritas y no pensando en nada. Solo disfrutando. Maravilloso. A veces recuerdo momentos felices o me imagino cosas bonitas. Pero luego están esos segundos que lo destrozan todo. Cuando una canción termina hay silencio. En ese momento me doy cuenta que hasta las mejores canciones terminan. Enseguida vuelve a ponerse la siguiente canción de la playlist. Pero no son infinitas. En algún momento las canciones pararán definitivamente. Y entonces tendré que volver a mi vida. Mientras la playlist sigue sonando intento centrarme en nada más que mi corazón y lo que siente; en ese momento felicidad. Y cuando termina me pongo triste. Siempre he tenido que volver. Pero hay una cosa que me mantiene la esperanza. Esa playlist sigue en mi móvil. Solo hace falta coger mis auriculares y volver a darle al "play". Porque después de momentos felices siempre tiene que haber algunos malos. Porque sino los hubiera, jamás disfrutaría tanto los buenos. Porque siempre vuelven. Quizás enseguida o primero dejan transcurrir un tiempo. Pero finalmente vuelven. Porque esto es un ciclo. Siempre habrá cosas malas, luego buenas y otra vez malas. Las buenas se disfrutan. Pero las malas también se superan. Porque uno sabe lo que viene después: una canción que le da armonía a la vida y hace florecer de nuevo las flores de colores.
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A Writer's Notebook / Collection of Short Stories
Historia Corta🇪🇸 A veces todo lo que queremos es escapar de la realidad. O quizás queremos darle un sentido. En este cuaderno guardo mis relatos que me permiten (o intentan) reflejar todo aquello que pienso y siento en mi interior y quiero compartir con el mun...