FECHA: 24/10/2020
De repente abrí los ojos. Todo estaba oscuro. Lentamente me elevé de la cama y me dirigí a la ventana. El suelo se sentía frío bajo mis pies descalzos. Me asomé a la ventana. Había luna llena. Era precioso como brillaba.
Entonces una misteriosa y oscura nube se le acercó y empezó a cubrirla. Recordaba a una noche de una película de terror y suspense. Ahora que la luna estaba completamente cubierta la única luz que alumbraba fuera procedía de unas pocas farolas. Una sensación escalofriante invadió mi espalda al escuchar un búho desde lejos y ver a un murciélago pasar cerca de mi ventana. La misteriosa oscuridad de la noche reinaba sobre la ciudad.
Pero entonces lentamente volvía a aparecer la luna todavía cubierta por una leve niebla. Bajo la luz que desprendía se podía apreciar una pareja cogida de la mano que paseaba por la calle. Porque la noche no solo es oscura y produce miedo sino que también es la hora del romance. La hora en la que los amantes se reúnen bajo la sombra de un árbol y disfrutan la intimidad y tranquilidad de la noche que crea un ambiente romántico. Cuando llegaron al final de la calle se pararon delante de un edificio. Delante de él unas mesas alumbradas por pequeñas farolas decoraban la calle. Se trataba de un restaurante pequeño pero muy acogedor. Varias parejas y alguna familia disfrutaban de una deliciosa cena bajo la luz de la luna. Desde mi ventana se apreciaba un murmuro que producían al hablar. Aunque apenas se les entendía era muy relajante escuchar sus voces.
De repente todo el miedo que había sentido antes se esfumó y una sensación relajante y pacífica me invadió. Era una noche hermosa. Apenas hacía frío. La tranquilidad y las voces lejanas se fusionaban creando un sonido lento y relajante. Era la paz de la noche. Porque la noche es muy variada. Es maravillosa. Puede darte miedo pero también mucha paz. Es la hora donde los animales nocturnos salen a cazar sus presas, donde cosas misteriosas suceden, pero también la hora donde las parejas se reúnen para pasear bajo la luna y dónde la paz te invade relajándote hasta que te quedas muy tranquilo.
Y así estaba yo. Me había relajado tanto que me di la vuelta y volví a mi cama. Metí los pies fríos bajo la manta caliente y acogedora y reposé mi cabeza lentamente sobre la almohada mientras sentía como esta se hundía. Cerré los ojos y escuché una última vez el murmuro procedente de la calle. Después ya no recuerdo nada más.
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A Writer's Notebook / Collection of Short Stories
Short Story🇪🇸 A veces todo lo que queremos es escapar de la realidad. O quizás queremos darle un sentido. En este cuaderno guardo mis relatos que me permiten (o intentan) reflejar todo aquello que pienso y siento en mi interior y quiero compartir con el mun...