Ibiza

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Ibiza

Después de ese día, Matheo no me dejó salir a no ser que le llevara a él. Salimos con los chicos menos con Eric, que aseguraba tener muchas cosas que hacer.

No le había visto desde nuestra cita.

Ahora que había llegado julio, a los chicos se les había ocurrido la idea de irnos unos días a Ibiza.

"Cuatro días de puro alcohol, fiestas y nenas guapas" gritó Ansu.

Todos le pegaron unas collejas.

Hoy era 6 de julio y nos tuvimos que levantar pronto para llegar a tiempo al aeropuerto. El día de antes nos habíamos quedado todos en casa de Balde que nos pillaba más cerca de El Prat, así que dormimos allí y por la mañana cogimos el vuelo.

Gavi había invitado a sus amigos y a las chicas, por lo que nos juntábamos 15 personas sin contar con Eric, que prácticamente ni nos había contestado en esta semana.

Los que venían de Sevilla cogían otro vuelo, mientras nosotros preparábamos la nevera para la villa que nos habíamos pillado en Airbnb, que era para 10 personas pero en la que íbamos a dormir 15. Los chicos eran buenos hombres de negocios.

Revisamos toda la casa en busca de cámaras, mientras que mi hermano y Ferran iban a por la comida para llenar la nevera durante estos 4 días.

Ansu estaba como un perrito inquieto, quería salir a explorar y a ver chicas guapas, nosotros sólo nos reíamos.

Los demás llegaron casi a la hora de comer, cuando Balde comenzó a poner música.

Cada uno tenía que compartir cama con varios, todos menos yo, pues Matheo había amenazado a todo el mundo.

Cuando llegó la hora de comer Ana y Rocío se sentaron junto a mi y estuvimos un buen rato contándonos cositas de chicas.

Luego los chicos jugaron al FIFA y nosotras nos fuimos a mi cuarto a hablar y a elegir que ponernos para esta noche.

Tocaron el timbre y no se escuchó la puerta por lo que bajé a ver si los chicos lo habían escuchado.

Entonces sonó de nuevo y los chicos no hicieron caso así que no me quedo otra que ir a ver quién era.

Dudaba que fuera la poli porque no estábamos haciendo ruido.

Cuando abrí me llevé una sorpresa. Eric, estaba delante mía con una sonrisa.

- Hola Val, ¿me vas a dejar pasar?

- Si, lo siento.

Como el cotilla que era, Gavi se asomó a ver quien era y comenzó a gritar a los chicos para que vieran con sus propios ojos el milagro.

"EL ABUELITO ERIC HA VUELTO"

Su grito se escuchó hasta en China pero a él no le importó. Los chicos le dieron de hostias a Eric por haber desaparecido.

Ninguno de los dos dijimos nada.

Yo me subí con las chicas mientras ellos se entretenían.

Casi dos horas después nosotras estábamos tumbadas en mi gran cama viendo Netflix, entonces Ansu entró junto a Ferran y Gavi.

- ¿Que queréis? - dijimos al unísono.

Ellos nos miraron mientras Ansu inspeccionaba la habitación, después asintió como si alguien le hablara y salieron los tres del cuarto, pero se quedaron en la puerta cuchicheando.

Minutos después entró Ansu junto a Eric, que llevaba su maleta en mano.

- Val te toca dormir con Eric, según hemos inspeccionado, eres la única que tiene hueco para que alguien duerma contigo.

- Oye chicos, no os preocupéis, Rocío y yo podemos dormir aquí para que Eric duerma con vosotros. -dijo Ana

- NONONONON, guapa, aquí mando yo, así que Eric duerme con Val. Y punto.

- ¿Se lo habéis dicho a Matheo? -pregunté

- Tranquila belleza, le tenemos atado. No se puede negar.

Dijo con tono coqueto.

- Ansu deja de hablar así, das vergüenza. - dijo Rocio.

- Ehh, que no se os olvide quien manda aquí, ademas esta es mi voz.

Nos guiñó el ojo y después salió.

Eric se quedó parado allí mientras nosotras veíamos la tele.

Entonces Ana suspiro y le miró.

- Que haces ahí parado. Chicas, hacedle un hueco a Eric.

Todas movimos el culo hacia un lado para dejarle un espacio a Eric junto a mi. JUNTO A MI.

Entonces me giré para ponerle en contexto.

- Estamos viendo Gossip Girl.

El asintió a centímetros de mi.

No lo miré en todo el tiempo que estuvimos ahí juntitos.

Cuando llegaron las ocho nos empezamos a preparar, Eric abrió su maleta y sacó su ropa mientras yo estaba en la ducha.

Cuando salí del baño, él entró. Me cambié rápido y salió del baño cuando yo me estaba poniendo los tacones.

Me quedo mirando lo que para mi fue una eternidad para luego decirme:

- Estás muy guapa Val.

Sonreí y le di las gracias, luego le dije lo mismo a él.

La verdad es que la camisa que llevaba le quedaba como un guante, y los pantalones negros todavía más. Dejaba mucho a la imaginación.

Cuando salimos del cuarto, Ana y Roció me esperaban luego empezaron a gritar como unas locas llamando la Atencion de los chicos, que como cotillas que son, salieron a asomarse por la puerta para saber que pasaba.

Luego comenzaron a silbarnos.

Nosotras bajamos al jardín para hacernos unas fotos y grabar TikToks mientras los chicos se terminaban de arreglar.

Cuando ya estábamos todos nos encontramos delante de la casa cuatro coches todoterreno los cuales horas antes, Balde y mi hermano habían alquilado.

Elegimos a los conductores, por lo que Pedri, Javi, Ferran y yo tuvimos que llevarlos a todos en los coches.

En mi coche, un Mercedes Clase E nos subimos Gavi, Ansu, Ana, Rocío y yo.

Me puse el cinturón bajo la atenta mirada de mi copiloto Ansu.

Entonces arranqué y Ansu puso música, siendo los primeros en salir.

Cuando íbamos a medio camino me distraje un segundo para coger una pinza del pelo y tuve que quitar la vista de la carretera cosa que alertó a Ansu y a Gavi, las chicas solo gritaban.

- ¡Val! Que nos vamos a matar, la mirada adelante tía. - gritó Gavi.

Ansu no dijo nada, solo comenzó a rezar mientras se sujetaba de la puerta.

Parecía un gatito asustado.

- Todo está controlado chicos.

Entonces aceleré y todos comenzaron a gritar como cobayas.

Pisé el freno a fondo cuando llegamos a la discoteca a la que íbamos esa noche, apenas había muchos coches, pero seguro que estaba completo el aforo del club.

Los chicos salieron del coche cuanto antes, más pálidos que el papel.

Ana y Roció me abrazaron y Ansu se tumbó en el suelo junto a Gavi, mientras besaban el asfalto.

- Gracias Dios, en ti confío. -dijo Gavi.

Después llegaron los chicos que cuando vieron a los dos tirados en el suelo comenzaron a reírse.

Luego entramos a la discoteca y cada uno se fue por su lado.

Algo me gusta de ti | ERIC GARCÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora