Viaje improvisado

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Tegueste

Cuando me levanté vi a Pedri y Fer con caretas de payaso, supuestamente para levantarme.

Se quedaron de piedra cuando les vi y rápidamente se las quitaron.

- Te íbamos a levantar. -dijo Fer.

- No me había dado cuenta la verdad.

- Baja a desayunar.

Después de doce aquello salieron por la puerta y me dejaron un poco de intimidad.

Llevaba dos días y medio en casa de los González López.

Había llegado de imprevisto.

Cuando estaba planeando irme unos días a Sevilla.

Pedri me llamó y me exigió coger un avión y venirme a Tenerife.

Acepte porque todavía me quedaban días para ver a mi familia.

El día que se marchó Eric fue el último día en el que supe de él.

Con las vacaciones con su familia se mantenía muy ocupado en la playa o donde fuera que estuviera.

A penas cogía el móvil.

Pero luego, de madrugada me llamaba y hablábamos un rato.

No le conté que me había ido a Tegueste porque no habíamos hablado desde entonces.

Me levanté de la cama y me metí en el baño de invitados que había dentro de la habitación.

Me duché rápido y me puse algo cómodo y corto, porque el calor que hacía en las islas era insoportable.

Ayer llegamos a los 45 grados.

Hacia tanto calor que podías asar un pollo en el patio.

Bajé las escaleras de dos en dos para encontrarme a toda la familia esperándome para desayunar.

Me senté al lado de Rosy que dejó un beso en mi frente.

- ¿Que tal has dormido cariño?

- Muy bien, aunque ha habido un momento en el que no podía estarme quieta. Hacía demasiado calor.

Ella asintió. Después me sirvió.

- Tienes que comer mucho, que estás muy delgada.

Me reí con los hombres de la casa.

- Valentina, queríamos invitarte a cenar en la tasca, vienen unos familiares nuestros y nos gustaría que vinieras con nosotros. -dijo Fernando.

Asentí.

- Muchas gracias.

- ¿Y a nosotros no nos invitas papá? -dijo Fer

Fernando les miró y después le hizo un gesto a Fer que hizo que se riera.

Pedri solo nos miraba.

Después de desayunar, nos fuimos al jardín donde jugamos al Twister.

Los padres de los chicos solo nos miraban competir por quien ganaría.

Terminé ganando yo.

Pedri quedó segundo.

Fer se rindió.

Después vinieron los primos de Pedri y Fer.

Adrián y Lucia me parecieron muy amables, y muy risueños.

Todo el rato se pasaban haciendo bromas entre ellos mientras Pedri miraba la escena a mi lado.

- Gracias por venir.

Algo me gusta de ti | ERIC GARCÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora