El mejor verano de mi vida

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Madrid

Contenido explícito

Cuando llegué a Madrid, Eric me estaba esperando con los brazos abiertos.

Después de nuestra última cita en Manchester, lo había decidido.

Hacía unos días habíamos echo un comunicado, mi manager y yo para oficializar mi salida de la federación italiana.

Después me ayudó a hacer las maletas y me llevó al jet privado que tenía la federación.

Llevaba 5 maletas llenas de mis pertenencias, pues tenía pensado quedarme allí permanentemente.

El problema fue que Eric y yo no nos veríamos muy a menudo.

El en Barcelona y yo por ahora en Madrid.

Finalmente había hablado con Marcos que me aconsejó quedarme en Madrid durante un tiempo, pues los entrenamientos, no se sabía con exactitud, donde se tendrían que hacer.

Cuando se lo conté a Eric, al principio se disgustó por no estar en la misma ciudad.

Luego me dijo que me secuestraría y me llevaría con el.

Cuando Eric y yo llegamos a mi nuevo apartamento, dejé mis maletas en el piso con ayuda de Eric.

Después nos besamos sin intención de parar.

Terminamos los dos desnudos en el baño.

Eric me metió en la ducha junto con él para después llevar sus manos a mi culo.

Se entretuvo un tiempo mientras me besaba, para después subir sus manos a mis pechos.

Pellizco mis pezones mirándome fijamente mientras yo intentaba callar los gemidos que tenía en la punta de la lengua.

No pude contenerlos cuando, con una rodilla, Eric me estimulaba.

Entonces abrió la llave de la ducha.

El agua cayó sobre nosotros bastante fría.

Los pezones se me pusieron duros y Eric aprovecho para toquetearlos de nuevo.

Después dejó un recorrido de besos desde mi cuello, en el que se recreó hasta mis pechos.

Metido un pezon en su boca mientras pellizcaba el otro.

Mis manos estaban en su nuca.

Gemí, sin contenerme cuando su mano libre se dirigió a mis pliegues.

Miré fijamente a Eric cuando él me miraba, viendo la reacción que tenía.

Eric me giró bruscamente contra la pared.

Mi cara terminó pegada a la fría pared.

Mis pechos también.

Sus manos se dirigieron hasta mi culo, el cual masajeó.

Después introdujo su pene en mi entrada y comenzó a penetrarme con fuerza.

Gemí contra la pared por lo mucho que sentía a Eric dentro de mi.

Su pene se estrellaba con mi punto.

Intenté cogerle del brazo pero al estar de espaldas fracasé.

Eric tenía las manos en mis caderas.

Guiando mi movimiento.

El me penetraba sin parar, solo se escuchaban mis gemidos, los sonidos de nuestros cuerpos chocando y los quejidos de Eric.

El siguió penetrándome hasta que comenzó a hablarme en el oído y comenzó con un ritmo más lento.

- ¿Te gusta, amor? ¿Hmm?

Algo me gusta de ti | ERIC GARCÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora